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THE WALKING DEAD, EPISODIO 5X10 "THEM". LA CRITICA

The Walking Dead parece estar tomando una deriva preocupante. Tanto el pasado episodio como el de esta semana parecen haber establecido una tendencia a la introspección y a la crisis existencial que está provocando el rechazo de muchos de los seguidores de la serie. Si en el capítulo anterior era Tyreese el que afrontaba su final con no pocas dosis de introspección y surrealismo, en el episodio de hoy es el grupo de supervivientes el que sufre de la crisis existencial que ya he mencionado. ¿Hacia donde se dirigen? ¿Vale la pena seguir de pie? ¿Qué sentido tiene la vida en un mundo así? ¿Son Rick y los suyos los verdaderos muertos vivientes?

EN ESTE EPISODIO RICK PRONUNCIA LA ICÓNICA FRASE DE LOS CÓMICS

En el episodio de esta semana, el grupo de Rick, cada vez mas debilitado por el hambre y la escasez de agua, prosigue su camino hacia Washington, donde esperan encontrar un refugio seguro donde establecerse definitivamente. Solo le separan de la capital 96 largos kilómetros, plagados de zombies y necesidades. Sin embargo, el peor enemigo está dentro de ellos: el desánimo, la pérdida de la esperanza, la pena por los que quedaron atrás, la incertidumbre... Todo ello forma un cóctel explosivo que puede desembocar en la pérdida de alguno de los miembros del grupo en cualquier momento, como casi sucede con Sasha, la hermana de Tyreese.

El hambre lleva al grupo a comer cualquier cosa, desde lombrices hasta una providencial jauría de perros salvajes que intenta atacarles y terminan siendo cocinados a la brasa. Pero uno de los problemas mas acuciantes es la falta de agua, que misteriosamente ha desaparecido de todos los riachuelos y arroyos por los que pasan, algo que contrasta con el verdor y la frondosidad de los parajes que cruzan. Unas botellas de agua fresca en medio de la carretera con una nota en la que se puede leer "de un amigo", ponen a Rick en estado de alerta. ¿Quien es el misterioso benefactor? ¿De dónde ha sacado tanta agua? ¿Estará el agua envenenada?

DARYL NO ES AJENO A LA DESESPERACIÓN, PERO PREFIERE NO COMPARTIRLA CON EL GRUPO

Cuando Eugene está a punto de beber, Abraham se lo impide, momento en el que milagrosamente estalla una violenta tormenta. Deben buscar refugio y se encaminan a un granero que Daryl acababa de encontrar, granero que, al parecer, es lugar seguro. Allí, alrededor de la lumbre, Rick continua con el discurso nihilista, afirmando que quizás ellos son "los muertos vivientes" y no los seres con los que se cruzan a diario. Parece que Daryl no piensa igual, y se distancia del grupo, solo para darse cuenta que una turba de zombies se acerca a las puertas del granero para intentar echarlas abajo. 

Este es el momento del episodio en el que todo se vuelve mas confuso. A Daryl se le une el resto del grupo para intentar que los caminantes no echen abajo la puerta del refugio. Juntos empujan la puerta y la situación parece desesperada, mientras la tormenta arrecia en el exterior. Segundos después, vemos despertar a Maggie y observamos el resto del grupo dormir plácidamente desperdigados por el suelo del granero. ¿Qué ha ocurrido? ¿Finalmente los zombies se rindieron de tanto empujar y se marcharon? Sabemos que los caminantes son seres que no alteran su camino una vez que han fijado su atención en una víctima, llegando incluso a empalarse en cualquier saliente que encuentren a su paso sin variar su trayectoria. Entonces, ¿qué ha pasado? ¿Quizás ha sido todo un mal sueño?

ABRAHAM DECIDE AHOGAR SU DESESPERACIÓN EN EL ALCOHOL

Tras el paso de la tormenta y la desaparición de los zombies, Maggie y Sasha deciden salir al exterior, encontrándose con un espectáculo de pesadilla. Decenas de zombies yacen alrededor del granero, muchos de ellos destrozados y ensartados por los árboles y ramas arrancados por la furia de la tormenta. ¿En serio? Hay incluso caminantes empalados en las ramas mas altas de algunos árboles. ¿Acaso ha pasado un tornado cerca de ellos sin tocar el granero? Este es otro de los momentos, junto con el onírico ataque de los zombies al granero, mas incomprensibles del capítulo. 

En la escena final, mientras Sasha y Maggie contemplan el amanecer, aparece un nuevo personaje de los cómics, Aaron, quien parece que trae buenas intenciones. ¿Es este el amigo que les dejó las botellas de agua en la carretera? 


En definitiva, un episodio lento y que vuelve a incidir en el mismo tono que el anterior, con unos protagonistas cada vez mas desesperanzados y debilitados cuanto mas se acercan a su destino. La historia avanza poco, lo que reafirma aun mas la sensación que estamos ante uno de esos capítulos de relleno que nos han venido colando aquí y allá en todas las temporadas. ¿De verdad no se podía reflejar la extrema situación a la que han llegado los protagonistas haciendo que la historia de un salto cualitativo en cada episodio? Estoy empezando a pensar que a las temporadas de The Walking Dead le empiezan a sobrar demasiados episodios...

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