Por fin llega a España el fenómeno televisivo de esta temporada, esta vez de la mano de FOX. Empire nos cuenta cómo una estrella de la música se enfrenta a una enfermedad incurable. Éste se ve obligado a elegir sucesor entre sus tres hijos, a cada cuál más diferente. Encima, su ex-mujer sale de la cárcel tras 17 años presa, lo que complicará las cosas todavía más. ¿Merece la pena esta apuesta o a la gente le ha dado por verla sin motivo aparente?
Debo reconocer que he disfrutado como un enano este primer capítulo. He tenido la sensación de revivir aquellos lujosos y entretenidos culebrones de millonarios de los años 80, pero actualizado a la televisión de hoy. Francamente, en la amplísima oferta televisiva que tenemos actualmente, se echaba en falta algo así.
Lucious (un fantástico Terrence Howard) es un hombre que salió de la calle a base de talento musical y ha conseguido con los años construir un imperio del entretenimiento. Sin embargo, su pasado poco tiene que envidiar al de un mafioso, algo que va a irle pasando factura. Sus tres hijos Hakeem (Bryshere Gray), Jamal (Jussie Smollett) y Andre (Trai Byers) optarán a heredar el imperio ahora que el padre tiene una enfermedad fatal.
En un solo episodio, nos han definido perfectamente quién es quien con un par de trazos maestros. No me refiero sólo a los tres hijos de Lucious y a él mismo, sino también a su ex-mujer, Cookie (Tarai P. Henson). La relación entre Lucious y Cookie es bastante curiosa, ya que la química entre ellos permanece intacta aunque él rehiciera su vida con otra esposa cuando Cookie pagó con 17 años de cárcel algo que también fue responsabilidad de Lucious.
Para ser una serie que se emite en abierto, poco más se le puede pedir. Cuidan mucho el aspecto lujoso, tanto en el aspecto del vestuario, donde aspiran a marcar moda, como en la música. El productor musical Timbaland es el responsable de las canciones de la serie. Éstas tienen bastante calidad, aunque mas que hip hop, son el tipo de canciones pop que copan las listas de éxitos. Sin embargo, no es un musical a lo Glee, sino que las canciones aparecen como un elemento con el que trabaja Lucious, ya sea como productor o mientras comprobamos el talento de sus hijos.
El ritmo es fantástico, no te aburres ni un segundo, y la historia avanza mientras vas conociendo a los personajes. El casting es prácticamente perfecto, de manera que al terminar el capítulo, ya tienes elegido a tus favoritos. Los problemas familiares, como el desprecio de Lucious a la sexualidad de uno de sus hijos, ofrecen un tono alejado de lo políticamente correcto.
No nos engañemos, no aspira a ganar premios ni a competir con otras propuestas de los canales de cable. Sería el equivalente a una cadena de comida rápida que ofrece mucho más que la competencia, pero que no deja de ser comida rápida.
Está por ver cómo se sigue desarrollando, porque con el paso de los capítulos o temporadas las series de temáticas familiares suelen degenerar hacia tramas absurdas. Sin embargo, hasta que eso suceda (si es que sucede), hay mucho que contar, y si encima lo hacen con música de primera, aquí estaremos para seguirles los pasos.
Lucious (un fantástico Terrence Howard) es un hombre que salió de la calle a base de talento musical y ha conseguido con los años construir un imperio del entretenimiento. Sin embargo, su pasado poco tiene que envidiar al de un mafioso, algo que va a irle pasando factura. Sus tres hijos Hakeem (Bryshere Gray), Jamal (Jussie Smollett) y Andre (Trai Byers) optarán a heredar el imperio ahora que el padre tiene una enfermedad fatal.
En un solo episodio, nos han definido perfectamente quién es quien con un par de trazos maestros. No me refiero sólo a los tres hijos de Lucious y a él mismo, sino también a su ex-mujer, Cookie (Tarai P. Henson). La relación entre Lucious y Cookie es bastante curiosa, ya que la química entre ellos permanece intacta aunque él rehiciera su vida con otra esposa cuando Cookie pagó con 17 años de cárcel algo que también fue responsabilidad de Lucious.
LA FAMILIA LYON ESTÁ LLENA DE PERSONAJES INTERESANTES |
Para ser una serie que se emite en abierto, poco más se le puede pedir. Cuidan mucho el aspecto lujoso, tanto en el aspecto del vestuario, donde aspiran a marcar moda, como en la música. El productor musical Timbaland es el responsable de las canciones de la serie. Éstas tienen bastante calidad, aunque mas que hip hop, son el tipo de canciones pop que copan las listas de éxitos. Sin embargo, no es un musical a lo Glee, sino que las canciones aparecen como un elemento con el que trabaja Lucious, ya sea como productor o mientras comprobamos el talento de sus hijos.
El ritmo es fantástico, no te aburres ni un segundo, y la historia avanza mientras vas conociendo a los personajes. El casting es prácticamente perfecto, de manera que al terminar el capítulo, ya tienes elegido a tus favoritos. Los problemas familiares, como el desprecio de Lucious a la sexualidad de uno de sus hijos, ofrecen un tono alejado de lo políticamente correcto.
COOKIE SE HA CONVERTIDO EN UNA CELEBRIDAD EN APENAS UNAS SEMANAS |
No nos engañemos, no aspira a ganar premios ni a competir con otras propuestas de los canales de cable. Sería el equivalente a una cadena de comida rápida que ofrece mucho más que la competencia, pero que no deja de ser comida rápida.
Está por ver cómo se sigue desarrollando, porque con el paso de los capítulos o temporadas las series de temáticas familiares suelen degenerar hacia tramas absurdas. Sin embargo, hasta que eso suceda (si es que sucede), hay mucho que contar, y si encima lo hacen con música de primera, aquí estaremos para seguirles los pasos.
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