GOTHAM, EPISODIO 1X10 "LOVECRAFT": LA CRITICA

Seguimos las andanzas de los habitantes de la ciudad de la Gotham pre-Batman y siguen siendo de lo más corruptas. La amistad entre Bruce y Selina se consolida mientras enfrentan un gran peligro. Gordon está mas implicado en su trabajo que en su vida personal, y Lovecraft no tiene un gran destino. Este episodio es el último hasta el año que viene. 

La traición de Mooney tiene sus consecuencias, y aunque Falcone sospecha de ella, la falta de certeza hace que otro pague el pato. Estas intrigas palaciegas resultan interesantes y amplían las miras de la serie mas allá de Bruce, que no deja de ser un niño, y Gordon. Potenciar la serie por el lado de los mafiosos está resultando un acierto, aunque está por ver que puedan resolver bien el tema de la infiltrada de Mooney. El Pingüino ha guardado su carta ante Falcone porque piensa que puede serle más útil en el futuro. Ya veremos si consiguen cerrar esta trama de una manera poco previsible.

El episodio ha estado centrado en la pareja formada por Bruce y Selina huyendo de los asesinos que iban a por la chica. Esta forma de acercar a Bruce al mundo de la calle y la química que iba desarrollando con Selina ha funcionado. El salto por las azoteas es puro cómic y se agradece el guiño de Poison Ivy. Otra cosa es que la seguridad de Wayne Manor sea la peor del mundo, porque no es concebible tanta facilidad para llegar a la puerta de una mansión cuando hasta en una urbanización de medio pelo tienen cámaras de seguridad. Y más en una ciudad tan insegura. Salvando este detalle tan poco cuidado, ha sido una buena manera de aproximar a los chicos y de mostrar la relación paterno filial que existe entre este robusto Alfred y Bruce.

BRUCE CONOCE LA DURA REALIDAD DE GOTHAM DE LA MANO DE CAT

Gordon no tiene tiempo para pensar en que su prometida se ha ido de casa. Será porque le ha dejado su espectacular piso para él solito... Intentar salvar a Lovecraft ha sido en vano, pero si estamos hablando de uno de los hombres más ricos de Gotham, nuevamente me falla la seguridad de un hombre que va con una multitud de guardaespaldas a ver al fiscal, pero se queda solo en un piso cuando sabe que lo quieren matar. Son detalles que no están pulidos en la serie de momento y que tampoco cuestan tanto. El misterio del asesinato de los Wayne sigue sin tener visos de resolución. Francamente, sería estupendo que finalmente fuera tan solo un hecho aleatorio, algo que humaniza al personaje de Batman. Lo que le pasó, le pudo pasar a cualquiera, así es más fácil identificarse con él y con su rabia. Pero me temo que la serie tiene otros planes.

GORDON PAGA EL PATO POR LOVECRAFT MIENTRAS DENT SE LAVA LAS MANOS EN SU CARA

Lo de echar la culpa a Gordon por el aparente suicidio de Lovecraft no hay por donde cogerlo, pero viendo la clase política que tenemos, la verdad es que me creo a un alcalde de ficción diciendo algo así. La función de Gordon en Arkham tendremos que esperar a 2015 para verla, y ver lo que dura allí.

Un episodio que a pesar de no dejarnos un cliffhanger demasiado poderoso para volver con ella tras las fiestas, no por ello ha sido malo. El nivel ha subido desde el principio y parece que la serie va encontrando su camino. Veremos que pasa con los siguientes episodios. La audiencia se mantiene en los 6,4 millones de espectadores, pero os recordamos que hasta ahora es la serie más vista en los 30 días siguientes de su emisión por las distintas plataformas, lo que es justo recalcar.