Allá a principios de los 90, el mundo del cómic se volvió loco con este dibujante y su novedoso estilo mostrando a Spider-Man. A esta locura, había que sumarle la que se produjo con la especulación que disfrutaron los cómics, de manera que llegaron a venderse por millones grapas que muchos esperaban que les solucionaran la vida más adelante, sin darse cuenta de que si había millones iguales, difícilmente iba a ocurrir. Independientemente de todo eso... ¿qué tal resulta la lectura de los cómics de Spider-Man dibujados y guionizados por McFarlane?
Que en su momento, la forma de dibujar de McFarlane supusiera una revolución es comprensible. Era toda una novedad, y esas poses tan irreales como impactantes marcaron toda una época, y fue imitado hasta la saciedad. Hoy día, tantos años después, y habiéndolo leído en su momento, he de reconocer que sigue siendo muy disfrutable. No niego lo recargado de sus dibujos, lo imposible de sus caras de ojos infinitos... y de que se nota cuando estaba cansado y tenía pocas ganas de dibujar en viñetas que, de repente, tienen pocos detalles. Si analizas bien cada personaje, es cierto que se alejan de la perfección: El Lagarto es un grotesco cocodrilo babeante y descerebrado; Morbius es demasiado deforme; Juggernaut aparece totalmente desproporcionado... pero al primer vistazo sorprenden.
PRIMERO DE LOS 6 TOMOS QUE COMPONEN ESTA COLECCIÓN |
Sin embargo, no todo es impactar con el dibujo y perdonarle sus faltas, ya que una vez te dejas deslumbrar por la envoltura, no encuentras nada dentro de sus historias. Encima, se permite el lujo de meter algunos temas sociales en sus casos sin tener talento para ello. Ni sabe manejarse con los diálogos, bien breves, ni concordar los dibujos con las historias. De repente un momento insignificante te lo cuenta con una viñeta a toda página, o termina la historia y no te has dado casi ni cuenta.
POSES ASÍ SE REPITEN HASTA LA SACIEDAD |
Sí le reconozco que al menos, el Peter Parker/Spider-Man que nos retrata capta bastante el espíritu del mismo, y que Mary Jane aparece regularmente y forma parte de la vida de Parker, como corresponde a un matrimonio. No es que tenga una cabeza muy bien amueblada, ni un vestuario muy amplio, supongo que es achacable a la época de estos cómics.
A pesar de todo, esta colección tiene un precio tan irresistible y una edición tan atractiva, que cualquier fan del trepamuros debería hacerse con ella. Además, el nivel actual de muchas colecciones es tan infantil que la peor historia de McFarlane las supera. En el tercer tomo ya terminan las historias guionizadas por él. Los números que os encontraréis con otros guionistas, (Ann Nocenti por ejemplo) merecen claramente la pena, al menos los pocos que se intercalan en estos tomos.
Así que, con nostalgia o sin ella, es una buena oportunidad para hacerse con una etapa que marcó no solo a Spider-Man, sino al cómic de superhéroes en general, para bien y para mal.
SPIDER-MAN, DE TODD MACFARLANE
Panini Cómics
Colecionable de 6 números
Guión: Todd McFarlane, Erik Larsen
Dibujo: Todd McFarlane,
Cartoné, 136 páginas por tomo
Precio: 9,95 €
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