Una chica explosiva y ordinaria, Meredith Davis (Ari Graynor), cuyo plan vital se viene abajo tras divorciarse de su marido, planea salir del bache enganchando otro marido que mantenga sus aspiraciones de vivir a todo tren sin trabajar. Para ello, se mete de profesora en un colegio, esperando que algún padre divorciado sea un candidato válido para sus planes. Esta idea mas o menos es la que ya vimos en la horrenda película del mismo nombre protagonizada por Cameron Díaz, que no recomiendo a nadie. Sin embargo, la premisa ha sido suficiente para que en el canal CBS piensen que tienen materia prima para una comedia semanal.
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| LA PROTAGONISTA PARECE MÁS CHONI QUE OTRA COSA |
La serie es tan mala que casi no se por donde empezar. Tiene la sutileza de un martillo, todo es descarado y evidente como si el espectador fuera idiota. Meredith consigue trabajo en un instituto falseando un curriculum gracias al director, que demuestra tener el coeficiente intelectual de un vaso de agua. Y no es el único, todos los que aparecen son parodias de personas, además hechas con muy pocas ganas: la fea, la mojigata, el profesor de gimnasia guapo... Tampoco el patio de niños se libra de tanta simpleza, como el típico acoso escolar de chicas populares a no populares sin demasiado sentido porque eso es lo único que pasa en los colegios...
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| SIN VER LA SERIE, YA TENÉIS EN ESTA IMAGEN REPRESENTADO QUIEN ES QUIEN... |
No se salva ni la protagonista, que en vez de resultar al menos simpática y divertida, es cargante, ordinaria y muy basta. La gente es ya mayorcita para saber que ese tipo de busconas no convienen. Las situaciones que hemos visto no sólo son muy increíbles, facilonas y nada trabajadas, sino que además nos hemos tenido que tragar una lección moral para que veamos el buen corazón de Meredith. La verdad, me sorprende que el mismo canal que emite The Big Bang Theory haya consentido emitir esto con su sello.
Difícilmente pasará de unos cuantos capítulos, ya que esta idea de chica deslenguada, sexy descarada ya la tuvo Fran Drescher con La Niñera en los 90, solo que ella sí tenía gracia y resultaba divertida en su momento. El problema por tanto no es que la idea no pueda funcionar, sino que estos guiones de saldo no son los apropiados para que lo haga.
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