Tras un comienzo de temporada algo flojo, los guionistas de Juego de Tronos han sabido dar el empujón necesario para que la serie aumente su interés en estos últimos episodios. A partir de aquí, SPOILERS, para aquellos insensatos que no hayan visto aun el capítulo emitido anoche y aun así estén buscando críticas y reseñas del mismo. El episodio comienza con la toma de la ciudad de Meereen por parte de las tropas de Inmaculados de Daenerys (Emilia Clarke). Bueno, digo toma por decir algo, porque los responsables de la serie, para ahorrar al espectador "innecesarias pero espectaculares" escenas de lucha, han decidido, como casi siempre, y con una ingeniosa elipsis narrativa, escatimarnos la toma de la ciudad esclavista.
DAENERYS CONTEMPLA MEEREEN DESDE LA CIMA DE SU PIRÁMIDE |
Comprendo que el presupuesto de la serie sea limitado y no se puedan recrear escenas de asedios y batallas como las descritas en un libro pero, en serio, ¿soslayar la toma de una ciudad gigantesca como Meereen solo con un par de escenas, una del asesinato de un esclavista y otra de una asamblea de esclavos? La escena de la crucifixión de ¿163? amos de la ciudad, sin embargo, si estuvo arropada por multitudes vitoreantes, ¿por qué no usar esos actores para al menos una escena de batalla?
Otra de las cosas que tampoco me cuadran de la toma de la ciudad es que se vuelve a dar por sentado que los esclavos van a sublevarse contra sus amos. Esto, históricamente, no sucedió tantas veces como cabría suponer. Muchas veces, la voluntad de las personas se ve anulada por su condición de esclavos, no siendo capaces de levantarse contra sus amos aunque un ejército les apoye, como ya sucedió en Roma y el levantamiento de Spartacus. En todo caso, y suspendiendo un poco la incredulidad, la toma de Daenerys de la ciudad aleja aun mas el momento en el cual, por fin, la veamos llegar con sus Inmaculados y sus dragones a las puertas de Desembarco del Rey.
JAIME LANNISTER (NIKOLAJ COSTER-WALDAU) |
Otro elemento interesante del capítulo es la evolución que esta sufriendo Jaime Lannister. Esta evolución del personaje, que no gusta ni resulta creíble a muchos seguidores de la serie, si es vista como algo lógico y normal en la trayectoria del "Matarreyes" por otros. "Oathkeeper", "Guardajuramentos", el título del capítulo, cobra aquí todo su sentido, cuando Brienne (Gwendoline Christie) decide nombrar así a la espada que Jaime decide regalarle. Jaime ha pasado de ser un villano redomado sin zonas grises a ser un tipo contradictorio, con decisiones que podrían considerarse honorables (el trato hacia Brienne, su preocupación por su juramento sobre el destino de Arya y Sansa, o por la suerte de Tyrion en el juicio por la muerte de Joffrey), compartidas por otras que no lo son tanto. Está claro que el tipo ha cambiado a mejor, aunque sería muy iluso pensar que se ha convertido en un santo.
Otra de las sorpresas del capítulo es la revelación de quien estaba detrás del envenenamiento de Joffrey. Estaba claro que podíamos descartar a Tyrion, pero aun así el rey tenía demasiados enemigos como decantarnos claramente por alguno de ellos. Las palabras de Meñique (Aidan Gillen) a Sansa (Sophie Turner) dejan claro que este siniestro personaje ha tenido mucho que ver con el regicidio, aunque la confirmación de quienes eran sus aliados en la conjura sale de labios de Olenna Redwyne (Diana Rigg), la cual, en una jugada maestra, ha eliminado a Joffrey de la ecuación solo para proteger a su nieta Margaery. Con Joffrey muerto, Olenna elimina de la partida a un tipo inestable y cruel a la vez que se asegura un nuevo marido para Margaery, Tommen, alguien mas dócil y manejable en su necesaria alianza con los Lannister.
OLENNA REDWYNE (DIANA RIGG) |
Mientras, en el norte, Jon Nieve (Kit Harington) es elegido para encabezar el grupo que irá en busca de los cuervos renegados que ocuparon el torreón de Craster. En su grupo se encuentra Locke (Noah Taylor), un infiltrado de Lord Bolton con la misión de conocer el paradero de Bran Stark (Isaac Hempstead-Wright). Lo que no sabe Locke es que su misión dará sus frutos antes de lo que pensaba, ya que Bran y sus acompañantes han sido capturados por los guardias de la noche renegados que ocupan el campamento de Craster.
Los caminantes blancos, de los que no habíamos tenido noticias desde la temporada pasada, vuelven a hacer acto de presencia aquí, revelándose el destino que sufrían los bebés abandonados en los bosques por las esposas/hijas de Craster. Es curioso como, habiendo visto la amenaza que suponen estos seres, la guardia de la noche solo esté centrada en los salvajes de Mance Raider, y que no hayan pedido ya refuerzos de las tierras mas al sur para hacerles frente. Son las dudas razonables que le surgen a todo aquel que no haya leído los libros.
En definitiva, un capítulo notable, con escenas espectaculares, como las de la ciudad de Meereen, y momentos interesantes, como el encuentro entre Tyrion y su hermano Jaime, o la revelación de Olenna a su nieta.
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