SUPERMAN: CIUDAD INFINITA, DE KENNEDY Y MEGLIA. LA CRITICA

Publicado originalmente en USA en junio de 2005, llega a las librerías de nuestro país de la mano de ECC Ediciones, Superman: Ciudad Infinita, un cómic en el que el Hombre de Acero se enfrenta al que quizás sea su mayor reto: el encuentro cara a cara con su padre, Jor-El, aunque no del modo en el que todos esperábamos. Escrito por el guionista Mike Kennedy y dibujado por el fallecido artista argentino Carlos Meglia (es uno de sus últimos trabajos) al mas puro estilo cartoon, la historia se centra en la pareja Clark Kent/Lois Lane, los cuales, al tratar de investigar unos curiosos fenómenos, se ven atrapados en una dimensión muy distinta a la nuestra pero, a la vez, muy familiar para un kryptoniano como Superman.

PRIMERA PÁGINA SIN ROTULAR DE SUPERMAN: CIUDAD INFINITA

No estamos ante un "elseworlds", pero podríamos estarlo, ya que la premisa central del cómic gira en torno a la destrucción de Krypton y la posible supervivencia de otros habitantes de dicho planeta. En este volumen, Superman no se enfrenta a los villanos habituales, sino a un repertorio de extraños personajes que intentarán (cada uno por distintos motivos) que el héroe nunca abandone esta "ciudad infinita", un universo de bolsillo donde la tecnología (de aspecto algo retro, eso si) y la magia parecen ser una misma cosa. Lo primero que llama la atención del cómic es su dibujo. El estilo de Meglia hace que el cómic parezca una especie de adaptación en papel de una película animada, trasladando los fotogramas directamente a las viñetas. Sin embargo, y a pesar de que esto choque un poco a lectores mas aficionados al dibujo mas tradicional, este estilo no resta calidad al guión de Kennedy, el cual se lee con bastante agrado.

ILUSTRACIÓN NO USADA PARA LA EDICIÓN FINAL DEL CÓMIC

Kennedy, autor de obras tan dispares como Star Wars, Aliens Vs. Predators o Aeon Flux, hace con Superman: Ciudad Infinita su única incursión en el universo superheroico DC (si exceptuamos el crossover Ghost/Batgirl). A pesar de ello, resuelve la papeleta con soltura en una historia que, aunque intrascendente, es entretenida, simpática y se lee con facilidad. Sin embargo, no podemos dejar de señalar algunos puntos flojos, como ciertos personajes bastante prescindibles o un guión algo confuso en algunos momentos. El arte de Meglia tampoco plasma como debiera la "infinitud" de este universo de bolsillo en el que se ven atrapados Lois y Clark, mostrando sobre todo escenas de interior y restando algo de épica al conjunto.