BATMAN: NUEVE VIDAS. LA CRITICA

En esta historia, guionizada por Dean Motter y dibujada por Michael Lark, nos aventuramos de nuevo en los elsewords basados en los personajes de Batman. Esta vez se trata de una historia de pura novela negra ambientada en los años 50. El nexo de unión será la de una muerte, la de la sexy mujer de la noche Selina Kyle, famosa por tener una colección de amantes de postín, que va desde el mismísimo millonario Bruce Wayne, hasta los criminales más importantes de la ciudad. Descubrir qué ha ocurrido, y cómo es la encarnación de los personajes habituales del murciélago serán los principales alicientes de este cómic.

COMO VEIS, HAY MUCHOS PERSONAJES CLÁSICOS REINTERPRETADOS

Que a Batman le sienta bien el género negro ya lo sabíamos, y este caso no es una excepción. La trama comienza con la aparición del cuerpo de Selina Kyle en las cloacas, descubierta por Batman en una pelea con Killer Croc. Dada la implicación emocional que tuvieron en el pasado, éste no duda en comenzar a investigar qué ha pasado con ella. Gracias a este caso, vemos a Dick Grayson convertido en el clásico detective privado que antes fue policía, y un desfile de los villanos clásicos de Batman (Mr. Frio, El Pingüino, El Acertijo...). Mr. Frio es un apodo, tan solo es un tipo grande y blanquecino, no tiene su aparato que todo lo congela ni mucho menos vive bajo cero. Sin embargo, hay que reconocer que en el intento del guionista de ajustar los personajes a una realidad en la que no existen los superpoderes ni los inventos estrambóticos, a veces no le sale bien. Por ejemplo, Acertijo es un contable al que le cae el apodo de una manera bien rocambolesca. No me convence mucho, la verdad, pero tampoco es un gran fallo.

NO ES BOGART, ES GRAYSON

Como toda historia de novela negra, tenemos nuestros enredos, pistas falsas, sospechosos inocentes y giro inesperado. Todo ello contado de una manera atrayente, y sumergiéndote completamente en la historia. Obviamente, tienes que olvidarte un poco de lo que conoces. Bárbara Gordon, por ejemplo, es la secretaria de Grayson y nada más. Grayson y Wayne se conocen en esta historia, y desarrollan una cierta complicidad, aunque diferente a la habitual. Pero aunque te gusten los cánones, no tendrás grandes problemas en disfrutar esta historia. Respetan de alguna manera la identidad de cada uno, no se trata de poner todo patas arriba en este caso.

En cuanto al dibujo, Lark utiliza un estilo muy urbano y usando cuatro tonalidades, ideal para este tipo de historias, y trasladarte a las películas de Bogart de los 40. Aunque el dibujo cumple, debo reconocer que la Selina que nos describen y la que nos dibujan no coincide. Debería ser una bomba de mujer para traer loca a media ciudad, que a pesar de saber lo repartida que está la chica, beben los vientos por ella. Pero nos aparece dibujada como una sesentona algo amorfa, y nada guapa. Francamente, debieron aprovechar mejor la idea de cambiarla de raza, que está muy bien, y ofrecernos una Selina Kyle (que no Catwoman) nunca vista. Parece como si el guionista se hubiese inspirado en la Selina Kyle interpretada por Eartha Kitt en la serie de Batman de los 60, algo que no ha sabido plasmar adecuadamente Lark.

ESTA SELINA CON PAPADA NO ES MUY ALLÁ, PARECE SU MADRE

No puedo dejar de mencionar la curiosa edición del tomo, en horizontal, al estilo de las tiras diarias de cómics antiguas, que hace la lectura de esta historia todavía algo más especial de lo que es. Una preciosidad y muy original. Si teníais alguna duda sobre el interés de esta historia, podéis acercaros sin miedo a este tomo que no os decepcionará.