Ante nosotros, un panorama desalentador. Miles de millones de personas se esfuerzan por sobrevivir en un planeta Tierra moribundo en el que han sido esquilmados casi la totalidad de recursos naturales. Son ciudadanos de segunda clase, parias sin derecho a nada que trafican, delinquen o mendigan para sobrevivir día a día. Solo unos pocos tienen el privilegio de trabajar en grandes factorías que surten de maquinaria y productos de consumo a la élite dominante. Dicha élite, los ciudadanos de primera clase, viven en una inmensa y lujosa estación espacial circular conocida como Elysium, donde disfrutan de toda clase de comodidades que le son negadas al resto de la población mundial. Max Da Costa (Matt Damon), un humilde trabajador de una de las fábricas de la ciudad de Los Ángeles, tras un accidente de trabajo, se verá obligado a viajar a Elysium para recibir los avanzados tratamientos médicos reservados exclusivamente a la clase dominante si no quiere morir en pocos días. Lo que Max no sabe es que su viaje a Elysium podría cambiar el curso de la historia.
SPIDER (WAGNER MOURA) Y MAX (MATT DAMON) |
Esta es, a grandes rasgos, la sinopsis de Elysium, la nueva película escrita y dirigida por el sudafricano Neill Blomkamp. Tras la buena acogida que tuvo su anterior film, Distrito 9, Blomkamp vuelve con una película que bien podría estar ambientada en el mismo universo de aquella. Si en su anterior película se abordaba en clave metafórica el tema de la inmigración, en Elysium vuelve a tocarlo, además de otros temas como el acceso a una sanidad gratuita y universal, la explotación laboral, o la opresión de los mas desfavorecidos por las clases dominantes. Estamos ante una película valiente, una gran producción que destaca de otras parecidas por el hecho de que se atreve a plantear unas temáticas sociales la mayoría de las veces ausentes en una película de unos grandes estudios, en este caso Sony Pictures.
Así, en la primera mitad de la cinta, Blomkamp nos plantea una serie de situaciones que bien podrían estar sucediendo no en el futuro, sino en cualquier país actual. Vemos, por ejemplo, como el personaje interpretado por Damon intenta reintegrarse en la sociedad tras cometer varios delitos menores trabajando en una factoría donde se fabrican aquellos mismos robots que sirven para reprimir a la población. La metáfora sobre la sociedad actual se pone de manifiesto cuando un robot policía rompe el brazo a Max por una falta sin importancia, cuando es el precisamente uno de los operarios que día a día los construye en la fábrica: los agentes de la ley robotizados, deshumanizados, reprimen a quienes, en teoría, deberían proteger y ayudar. En esta sociedad, los pocos privilegiados que cuentan con un empleo ven como deben encima estar agradecidos por las condiciones en las que trabajan, algo que ya estamos sufriendo hoy en día. Por otro lado, la sanidad está colapsada ante la falta de recursos e inversiones, mientras que la élite disfruta en Elysium de cápsulas medicas capaces incluso de curar el cáncer o regenerar miembros perdidos.
LA SECRETARIA DELACOURT (JODIE FOSTER) |
Tras una primera parte del film en la que se ponen sobre el tapete toda una serie de cuestiones que, disfrazadas de ciencia ficción están, desgraciadamente, de plena actualidad, la película se sumerge de lleno en la acción. Matt Damon, ayudado de un exoesqueleto cibernético, intenta acceder a Elysium con un doble objetivo: primero, salvarse de una muerte segura por radiación; segundo, liderar la última y desesperada maniobra de un grupo subversivo para cambiar lo establecido. Y aquí es cuando la película del realizador sudafricano se transforma en un mero espectáculo pirotécnico de impresionantes efectos visuales y escenas de acción mas o menos espectaculares, olvidando buena parte de los interesantes planteamientos iniciales.
Si, como he dicho, en la primera mitad del film se nos prometía una película inteligente, valiente y arriesgada, a la par que visualmente brillante e innovadora, en la segunda mitad, Elysium deviene en una cinta de acción con bastantes agujeros narrativos y explicaciones argumentales del tipo deus ex machina. En primer lugar, uno de los fallos mas importantes de la película argumentalmente hablando, es la inclusión del personaje que interpreta Alice Braga, el amor infantil de Max transformada años después en una enfermera de los desbordados servicios sanitarios de la ciudad de Los Ángeles. Su pequeña sufre leucemia, enfermedad que solo puede ser curada en Elysium. Una de las escenas mas prescindibles de la cinta es aquella en la que Max, tras ser ayudado por Frey (Braga), se niega a llevarlas a Elysium y la pequeña le cuenta un cuento con el que pretende ablandar su corazón. Sinceramente, la escena está de mas, ya que juega con los sentimientos del espectador sin motivo. En realidad, no se muy bien por qué están en el guión Frey y su hija; si las eliminamos, la historia no habría cambiado ni un ápice y habría ganado en verosimilitud, ya que Max hubiera tenido que ir igualmente a Elysium para curarse.
KRUGER (SHARLTO COPLEY) |
Otro de los fallos del film es el personaje que interpreta el que parece ser el actor fetiche de Blomkamp, Sharlto Copley. Kruger es un mercenario psicótico a las órdenes de la secretaria de defensa de Elysium Jessica Delacourt (Jodie Foster). Este se encarga desde los suburbios de Los Ángeles de liquidar con cohetes todas las naves cargadas de ilegales que intentan acceder a la estación espacial. El personaje es completamente increíble y absurdo, ya que ningún político en su sano juicio confiaría en un individuo así la protección de un hábitat tan frágil como Elysium. Por si fuera poco despropósito, la propia Delacourt se enfrenta directamente con este individuo a sabiendas que es un psicópata, con los resultados que todos estáis pensando. Y así llegamos a otro de los absurdos del guión de Blomkamp, y es la muerte a manos de Kruger de la ministra Delacourt. ¿Por qué? ¿Era necesario? ¿Por qué muere tan gratuitamente un personaje que podría haber durado hasta el fin de la cinta y que podría haber ofrecido algunas buenas escenas mas? En vez de eso, asistimos al absurdo de un presidente que es manejado como un pelele por sus propios guardias de seguridad y que asiste impotente a como la situación se le va de las manos, algo que nunca veríamos en la realidad. Señor Blomkamp, subestima usted mucho a los políticos.
Y es que Elysium, aun cargada de buenas intenciones, se ve arrastrada por una espiral de inconsistencias y absurdos argumentales que hacen de la película un quiero y no puedo. Aunque se nos ofrece una interesante reflexión acerca de una sociedad futura mas cercana de lo que pensamos, Elysium cae en la ingenuidad en muchos de sus planteamientos, no se si por la propia incapacidad del guionista/director de desarrollar una historia sólida y creíble o por ciertas imposiciones de los estudios para no levantar demasiada polémica. En muchas ocasiones, la ciencia ficción ha servido de pretexto argumental para plantearnos una metáfora de la sociedad actual, algo que Elysium intenta pero consigue a medias. Lo que podría haber sido el primer blockbuster en arremeter en cierta manera contra los abusos y desigualdades de la sociedad actual, se queda a medio camino, casi en el principio. De todas formas, habría que elogiar a Blomkamp su intento de despertar conciencias en el público, ya que no hay muchos cineastas actualmente que, a través de grandes producciones disfrazadas de cine espectáculo (las producciones independientes no cuentan con restricciones y por ello si abordan temas mas sociales) sean capaces de transmitir este tipo de mensajes. Ojalá Elysium inaugure un nuevo género en Hollywood, el blockbuster denuncia, algo que no vendría nada mal en los tiempos que corren, sobre todo si no queremos ver como nuestro mundo se transforma en el de Max Da Costa, si es que no es ya demasiado tarde.
LO MEJOR:
- El mensaje cargado de denuncia social de la película, abarcando temas como la inmigración, la sanidad, la explotación laboral, la brutalidad policial o la administración deshumanizada.
- Los brillantes efectos visuales, desde los robots policías hasta la propia Elysium, basado en un proyecto real de estación espacial.
- El personaje de Jodie Foster como mala malísima.
- Que no aburra en ningún momento, pese a que haya escenas que sobran porque no aportan nada.
LO PEOR:
- El prólogo del principio contando la infancia de Max y Frey en el orfanato, absolutamente prescindible.
- El personaje de Frey y su hija, también totalmente prescindibles para la historia. Aparte, la química entre Damon y Braga es nula.
- Que una ministra de defensa tenga como agente a un descerebrado como Kruger es muy improbable.
- Como también es improbable que una estación espacial como Elysium no cuente con ningún tipo de defensas.
- ¿Por qué en la ciudad de Los Ángeles todos los habitantes son latinos? ¿Acaso todos los anglosajones han emigrado a Elysium?
- Que el final sea tan previsible e improbable en el mundo real.
- La oportunidad perdida de haber contado una historia mas adulta y con menos clichés innecesarios.
- Las escenas de acción, algo confusas.
- Que veamos tan poco de Elysium.
Fotos: © Sony Pictures Releasing
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