Tras tres episodios de ritmo pausado, donde nos han sido presentados nuevos personajes y escenarios, la tercera temporada de Juego de Tronos despega por fin, y con fuerza, como lo hacen en este capítulo los dragones de Daenerys Targaryen. El episodio, titulado "And Now His Watch Is Ended", comienza mostrándonos la crueldad con la que los hombres de Lord Roose Bolton tratan a Jaime Lannister (Nikolaj Coster-Waldau), desprovisto ya de la mano que le diera la fama de Matarreyes. Incluso Brienne de Tarth (Gwendoline Christie) parece apiadarse del Lannister, intentando insuflarle algo de ánimo cuando este parece querer rendirse y morir. Esta empatía entre Brienne y Jaime se transmite al espectador, haciendo que también nos compadezcamos del pobre diablo aunque sepamos que es un tipo bastante cruel y despreciable. Si el éxito de una serie se mide por la empatía que sentimos por sus personajes digamos nobles, el que lo hagamos por sus villanos ya la convierte en excepcional.
BRIENNE OBSERVA A UN JAIME LANNISTER SIN GANAS DE VIVIR |
Mientras tanto, Tyrion (Peter Dinklage), despojado de su influencia como Mano del Rey, parece haber perdido también la chispa que caracterizaba sus diálogos. Ahora que es solo Consejero de la Moneda de Desembarco del Rey, sus humos se han rebajado un poco, así como su brillante dialéctica. Tyrion busca la ayuda de Lord Varys (Conleth Hill), a quien pedirá información sobre quien intentó asesinarlo en la batalla de Aguasnegras. Varys, mientras intenta abrir un gran cajón, relata al enano como se convirtió en eunuco y, de paso, da una lección a Tyrion sobre como hay que enfocar y manejar los sentimientos de venganza.
Las cosas se ponen cada vez más tensas en la casa de Craster, personaje que interpreta Robert Pugh, a quien veremos en la nueva serie La Reina Blanca, del canal Starz. Cansados de su arrogancia y de que el viejo degenerado les oculte la comida, los Guardias de la Noche, cansados, hambrientos y muertos de frío deciden acabar con la situación, algo que aprovechará Sam (John Bradley) para huir con una de las hijas/esposas del viejo y su bebé. Desde que el personaje de Craster apareció en la serie nunca me ha quedado muy claro como Lord Mormont (James Cosmo), el comandante de los cuervos, aguantaba su prepotencia y crueldad. Mormont sabía de la macabra costumbre de Craster de abandonar los hijos varones en el bosque para que los cogieran los caminantes blancos. ¿Por qué consentía tal cosa? El caso es que esa connivencia ha terminado por costarle la vida. ¿Se enterará alguna vez Ser Jorah (Iain Glen), protector de Daenerys, de la muerte de su padre?
VARYS RELATA A TYRION COMO PERDIÓ SUS ATRIBUTOS A MANOS DE UN HECHICERO |
Mientras, en Desembarco del Rey, Ros (Esmé Bianco) hace una visita a Varys, personaje que parece volver a cobrar relevancia en la serie tras el final de la temporada anterior. La verdad es que Varys, por su astucia y porque nunca sabemos a ciencia cierta de que lado están sus lealtades, es uno de los personajes más interesantes de la serie. Ante las informaciones de Ros, Varys decide poner en marcha sus influencias para evitar que Meñique (Aidan Gillen) se lleve a Sansa Stark (Sophie Turner) de la capital, por lo que habla con otro personaje que no le va a la zaga en cuanto a inteligencia: Lady Olenna Tyrell (Diana Rigg), abuela de Margaery.
Joffrey (Jack Gleeson), por su parte, sigue cautivado por su nuevo juguete, Margaery Tyrell (Natalie Dormer). Mientras el rey Joffrey muestra las tumbas de los reyes de Poniente a su prometida sin cortarse en los detalles macabros, como es propio de su naturaleza cruel, Cersei y Olenna conversan sobre como las madres intentan mantener a sus hijos alejados de la tumba. Margaery, oyendo el clamor del pueblo, invita a Joffrey a que salga a la escalinata del templo (por cierto, unos decorados recreados magníficamente) junto a ella. El Baratheon es reacio a salir, temeroso de que se vuelva a repetir el tumulto que casi le cuesta la vida, pero los frutos de la labor que realiza Margaery con los más desprotegidos de la ciudad dan sus frutos y el rey también es aclamado por la gente. El objetivo de Margaery se nos escapa aun, pero está claro que va a servirse de ser la próxima reina de Poniente para conseguirlo. Sin embargo, Cersei (Lena Headey), la reina regente, parece haberse dado cuenta de ello, como revela en una conversación con su padre, Tywin Lannister. De paso confesará a su padre que ella merece ser más tenida en cuenta que sus hermanos en lo que respecta a administrar la casa Lannister, algo que Tywin parece estar dispuesto a considerar.
MARGAERY YA CASI HA COMPLETADO SU TAREA DE ENGATUSAR A JOFFREY |
Todo conocedor de la obra de George R.R. Martin sabe que el personaje de Ramsay Snow (en la serie interpretado por Iwan Rheon, "Misfits") es un sádico cruel y sanguinario. Para los que, como yo, aun nos resistimos a ser seducidos por la saga literaria, nos extrañaba tanta amabilidad en este tipo. La forma en que libera a Theon (Alfie Allen) de sus torturadores y como da pie a que incluso este se arrepienta de sus actos contra los Stark, nos despistaba de las verdaderas intenciones de Ramsay: seguir torturando al Greyjoy. El personaje de Ramsay sin duda nos va a otorgar momentos impagables esta temporada, como el aperitivo que nos ha regalado en este episodio.
Pero el colofón definitivo, la guinda del pastel de este espectacular episodio es, sin duda, la entrega del ejército de Iluminados a Khaleesi. Daenerys (Emilia Clarke) cumple con su parte del trato y entrega a su dragón más crecido al esclavista Kraznys (Dan Hildebrand), pero el animal no parece muy contento con su nuevo amo. Ni Ser Jorah ni Barristan Selmy (Ian McElhinney), sus fieles consejeros, sabían nada del plan de Daenerys, a juzgar por la expresión de sus rostros cuando la Targaryen da la orden a los soldados esclavos de atacar. En esta escena se ha notado un tanto como los responsables de la serie han evitado mostrarnos el saqueo y la destrucción de Astapor, lo que hubiera elevado considerablemente el coste de la serie. Aun así, la escena es bastante espectacular, todo hay que decirlo.
Arya (Maisie Williams) y Gendry (Joe Dempsie), el bastardo del rey Robert, conocen a Beric Dondarrion (Richard Dormer), líder de la Hermandad sin Estandartes, quien decide impartir justicia enfrentándose con la espada con Sandor Clegane (Rory McCann), el Perro de los Lannister. Mientras, Bran Stark (Isaac Hempstead Wright) sigue desarrollando sus capacidades de "cambiapieles" ayudado por Jojen Reed (Thomas Brodie Sangster), del que aun no tenemos muy claro su papel en esta historia. El ausente de esta semana ha sido Robb Stark (Richard Madden), quien sigue en el castillo de los Tully disfrutando de un descanso entre contiendas.
Lo mejor del episodio:
- El relato de Lord Varys a Tyrion de como perdió sus atributos masculinos a manos de un hechicero.
- Las palabras de aliento de Brienne a un desesperado Jaime Lannister, quien parece haber perdido junto a su mano toda su arrogancia.
- La entrega de los Iluminados a Daenerys y como esta les da un buen uso... desde el primer momento.
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