BATMAN Y ROBIN Nº 3: LA GUERRA DE LOS ROBINS. LA CRITICA

Este nuevo tomo de Batman y Robin, continúa la andadura de Damian Wayne como Robin. El problema es que para él eso no es suficiente, ya que necesita demostrar a cada uno de sus predecesores, incluido el que falleció, que él es el mejor Robin que ha habido. Para ello, está dispuesto a llegar hasta donde haga falta. Además, veremos un duro enfrentamiento de los varones de la batfamilia contra Terminus.

Este tomo comienza con una escena que pretende ser familiar, con todos los hijos de Bruce Wayne alrededor de él siendo retratados para la posteridad. Un momento para el recuerdo que Damian se encargará de enturbiar. Las demostraciones de que él es el mejor Robin que ha tenido con Jason y Tim prueban que necesita ser el mejor a ojos de su padre. Tim, al que odia profundamente, es posiblemente con el que más ensañamiento tiene. Jason pone por delante que tiene 10 años para no acribillarle, y Dick evita inteligentemente el conflicto. Por algo es el mayor. La historia por un lado, cuadra con la temible personalidad de Damian, pero deberían haber intensificado la parte divertida, que la tiene, dado lo disparatado de la propuesta del mocoso.

A LO TONTO, BATMAN SE HA CONVERTIDO EN PADRE DE FAMILIA NUMEROSA

El enfrentamiento contra Terminus, está bien llevado, y siempre es un placer ver a todos los chicos juntos, incluido Jason echando una mano, aunque Terminus es un villano que no deja de recordarme a Clayface. Pero para deja vu, el final de la historia a lo The Dark Knight Rises. Dado que la edición original es de octubre de 2012 y la película se estrenó en julio, seguramente sea un homenaje.

Por si quedaba alguna duda de que la estrella de la función es Damian, el último número está dedicado a él. Desde sus orígenes, cómo fue su entrenamiento a manos de su madre, su gestación en una probeta, su motivación, y hasta el encuentro con su padre que encaja perfectamente con la primera viñeta que vimos de él cuando Morrison introdujo al personaje, frase de presentación ante Batman incluida.

UN MOMENTO CLAVE EN LA HISTORIA DE BATMAN

Al continuar el mismo equipo, Peter Tomasi al guión y Patrick Gleason al dibujo, la coherencia de las historias se beneficia de ello. No así las caras de los personajes, ya que aunque Gleason es un buen dibujante, se hace un lió cuando tiene que sacarlos a todos como en el retrato; fijaos en la cara de Tim Drake, que parece que tuviera 40 años. Esto no es sin embargo más que un detalle, puesto que el tomo sigue en la línea de los dos anteriores y resulta por tanto muy recomendable.