MEGABANNER

THE WALKING DEAD, EPISODIO 3X09 "THE SUICIDE KING". LA CRITICA

"The Suicide King", episodio con el que se abre la segunda midseason de esta tercera temporada de The Walking Dead, aunque menos intenso que anteriores capítulos en cuanto a escenas de acción, ha ahondado en una serie de elementos que delimitarán por donde va a transcurrir la serie a partir de ahora. Huelga decir que la reseña contiene spoilers, por lo que no recomiendo su lectura a quienes aun no han podido disfrutar del episodio emitido anoche.

Como ya pudimos ver en las promos del episodio, este se abre con la lucha en la arena de Woodbury de los dos hermanos Dixon, enfrentados a muerte (con el encanto añadido de algunos zombies), uno para defender su vida y el otro para probar su lealtad al Gobernador (David Morrissey). Sin embargo, la sangre no llegará al río por la llegada de Rick (Andrew Lincoln) y su grupo dispuesto a liberar a Daryl (Norman Reedus). En mi opinión, el Gobernador comete un grave fallo al descuidar la vigilancia de Woodbury en beneficio del salvaje espectáculo, permitiendo que el grupo de Rick llegue al corazón del pueblo. La escena de la pelea entre hermanos es menos tensa de lo que en un principio parecía que iba a ser, pues está claro que Daryl escapará con vida de Woodbury.


Lo que no nos esperábamos era la marcha de Daryl del grupo, eligiendo seguir su propio camino junto a su hermano Merle (Michael Rooker), un giro argumental al que no le auguro mucha duración ya que no creo que los guionistas desaprovechen el juego que ambos personajes pueden dar dentro del grupo de supervivientes. Ver realmente donde están las lealtades de Merle, si junto a su hermano y el grupo o si va a ser un topo del Gobernador en la prisión, algo más que probable, puede ser un elemento interesante de la trama de los próximos episodios.

Mientras, en Woodbury, la situación se complica. El asalto al pueblo por parte de Rick y los suyos desata la inquietud de los habitantes, muchos de los cuales intentan marcharse del pueblo. La tensión aumenta todavía más cuando un grupo de caminantes entra en la ciudad y muerde a uno de sus habitantes. El Gobernador, lejos de calmar los ánimos, resuelve al situación matando al hombre mordido enfrente de todos sus conciudadanos. Parece que por fin El Gobernador ha decidido revelar su verdadero rostro a los que protegía. Andrea (Laurie Holden) descubre de labios del propio Gobernador que sus antiguos compañeros Glenn (Steven Yeun) y Maggie (Lauren Cohan) estaban retenidos en Woodbury mientras ella se acostaba con Phillip. Andrea parece posicionarse como una especie de líder emergente, calmando los ánimos de la gente, una situación que puede hacer cambiar las lealtades de las gentes de Woodbury, ahora que empiezan a ver el verdadero rostro del Gobernador.


En la prisión, Carol (Melissa McBride) no se toma muy bien la marcha de Daryl, así como tampoco Rick la presencia de nuevos invitados, Tyreese (Chad L. Coleman) y los otros supervivientes. Tras negarse Rick a que Tyreese y los suyos se queden en la prisión, Hershel (Scott Wilson) le avisa que está cometiendo un error. Sin embargo, Rick parece estar perturbado por algo,  la visión de su esposa muerta, un fantasma en traje de noche del cual no vemos su rostro pero que obviamente solo puede ser Lori (Sarah Wayne Callies). Tras las llamadas telefónicas que solo estaban en la mente de Rick, la visión de Lori es un paso más que da Rick hacia la locura, no sabemos si definitiva. ¿Nos están preparando para una salida de Rick de la serie?


La marcha de Glen Mazzara no creo que influya mucho en los próximos 7 episodios que quedan de temporada, ya que la salida del showrunner se ha producido cuando los mismos ya estaban rodados. Aun así, se nota un cierto frenazo en el ritmo de la serie, con un episodio como el de hoy más pausado que los anteriores. La marcha de los hermanos Dixon no creo que dure más allá del asalto a la prisión que planea el Gobernador, al menos no debería, ya que son dos personajes que aportan bastantes buenos momentos al show. A la locura creciente de Rick se le añade el interés que muestra por el Beth (Emily Kinney), la hija de Hershel, un factor que puede desembocar en otro conflicto en el seno del grupo. En cuanto al grupo de Tyresse, también puede darnos más de una sorpresa, ya que Allen y su hijo Ben parecen apostar por tomar el control de la prisión, algo que hasta ahora han impedido Tyreese y Sasha.

Publicar un comentario

0 Comentarios