Me he comprado un Kindle, y llevo varios días contándoselo a
todo aquel con el que mantengo una cierta conversación. Y que mejor sitio para colgar la crítica del primer libro que he leído en el mencionado
aparato, Área 81, de Stephen King, que este blog. El hombre, que no tiene un pelo de tonto, ha
publicado una historia inédita con el aliciente de que únicamente puede
adquirirse en el formato de libro electrónico. Bueno, en realidad no es una
novela al uso, es más bien un relato largo o una novela corta, según se mire,
unas 50 páginas (como puede ser otra obra suya titulada “La Niebla ” para entendernos), una longitud que queda definida en esa palabra anglosajona de origen italiano y
que suena tan bien que es “novella”.
Ya os podéis imaginar que no se puede hablar demasiado del
argumento sin correr el riesgo de destriparlo completamente. A modo
de tráiler baste decir que una serie de personajes coinciden por circunstancias
diversas en un área de servicio abandonada, el área 81 del título, donde son
amenazados por una terrorífica criatura bastante peculiar. La narración se
estructura en una serie de capítulos nombrados de la misma forma que el
personaje que lo protagoniza y, entre paréntesis, el vehículo que conduce.
Hay, además, muchas autorreferencias (Stephen King es ya un género en sí mismo) y temas ya visitados con anterioridad
por el maestro del terror.
HOLA, ME LLAMO STEPHEN KING Y LOS COCHES ME DAN MUCHO, PERO QUE MUCHO MIEDO. |
Buceando en Internet, sorprende ver que la historia genera
sentimientos encontrados, en dos bandos separados entre los que la adoran y los
que abiertamente la odian. Entiendo a los detractores, puesto que la anécdota es
bastante endeble. Haced la prueba, contadle a un amigo de qué va y me juego el cuello a que se partirá de la
risa, incluso os sentiréis algo ridículos mientras vais relatándola. No puede
catalogarse de un relato de horror al uso, aunque es innegable que consigue
crear cierta inquietud y malestar y una sensación de claustrofobia. Y el final
es anticlimático que te cagas. Aunque…
Lo importante muchas veces no es lo que se cuenta, sino el cómo. Stephen King no es Shakespeare, todos lo sabemos, y nunca llegará a serlo,
pero es un escritor prolífico y, a fuerza de años, ha terminado por desarrollar
un cierto oficio. El punto fuerte de la novela son sus personajes, que están
muy bien desarrollados, dibujados certeramente en pocas páginas, con especial hincapié
en la verosimilitud de las motivaciones, en cómo se ven involucrados en una
situación que, pensada detenidamente resulta difícil de justificar. Esa es la
razón por la que se crea tensión en la historia, más que por el monstruo en sí.
PORTADA (ES UN DECIR) DE LA EDICIÓN INGLESA. |
Si hace tiempo que no leéis a King, os resultará curioso
comprobar cómo ha evolucionado desde sus primeros escritos. Resulta llamativo,
por ejemplo, la cantidad de elementos actuales que utiliza en las descripciones,
buscando supongo crear un clima de normalidad antes de sumergirnos en la
situación terrorífica. Así, Pete Simmons, un chico de diez años, nos habla de
la serie de televisión “Boardwalk Empire” o del cómic “American Vampire”, y el
agente de policía Jimmy Golding juega en línea con otros colegas en su Ipad, a
una aplicación que parece una especie de “Scrabble”.
En fin, alguien podría defender que parece un argumento
ideado por el hijo pequeño de la familia, o una historia escrita en la
adolescencia del autor, pero no podemos quitarle mérito a la efectividad de la misma, que se lee en un suspiro, en una o dos sentadas, en un par de horas, y que, teniendo en cuenta que cuesta menos de dos euros, la relación
precio-entretenimiento resulta inmejorable. Acérquense a ella como lo que es,
seguro que no defraudará.
Título original: Mile 81
Autor: Stephen King
Editorial: PLAZA Y JANES
Versión Kindle, 199 KB, 49 págs (estimación).
ASIN: B007H7MDZE
Año edición: 2012
PVP: 1,89 €
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