DAREDEVIL: CORAZONES EN LA OSCURIDAD. LA CRITICA

Este segundo tomo de la nueva coleccíón de Daredevil recopila la grapa americana del volumen 3 que va del número 7 al 10.1. No me preguntéis que es eso del 10.1 porque se me escapa. También incluye el número #667 de The Amazing Spider-Man, imprescindible para entender todo lo que pasa en este tomo. El guión sigue a manos de Mark Waid, que sigue encandilándonos con las virtudes del tomo anterior. La primera historia, bien podría ser autoconclusiva, ya que saca a Murdock de su bufete y de sus rascacielos para llevarlo de excursión con un grupo de críos a las montañas nevadas. La historia, ganadora de un Eisner al mejor episodio, puede que no os convenza si no os van los niños y los superhéroes juntos. Yo solo digo que no entiendo que un hombre oficialmente ciego sea el único encargado de un grupo de escolares de 8 años en una excursión a la nieve.

QUE A GUSTO SE HA QUEDADO SIN NIÑOS

Luego, nos encontramos con el número de Spider-Man, que como suele sucederle, no está en su mejor momento emocional. La injusta inculpación de Felicia Hardy de la que Parker es consciente, hace que busque la ayuda de Daredevil para liberarla. Así entramos en una trepidante aventura que termina relacionada con lo que Daredevil vivió en el tomo anterior. Por cierto, Felicia Hardy es el prefecto reflejo de lo que Catwoman sería en el universo Marvel.

La siguiente historia implica al Topo, que de la forma más peregrina termina afectando a la vida personal de Murdock. Quizás la historia sea bastante más fantástica de lo que le pega a un personaje como Daredevil, y baje un poquito el nivel de lo anterior, pero sigue mereciendo la pena. Es en el último número donde la maestría de Waid se luce más, mezclando en Murdock las labores de abogado y las de superhéroe. Es ahí donde la diversión alcanza sus mayores cotas y donde más se disfruta al personaje.

UN TRIO MUY INTERESANTE. YA VERÉIS.

Aunque Paolo Rivera es el dibujante de la mayoría del tomo, que hace un gran trabajo en general, destacaría lo bien que ha realizado la inmersión en la nieve de la primera historia. Aunque no le veáis mucho sentido a lo que nos cuentan, que yo sí lo he disfrutado, es innegable lo bien que se ha dibujado. Menos me convence Enma Ríos y Kano dibujando en el número de Spider-Man y el siguiente respectivamente, menos definidos y más feístas que Rivera o, aunque cumplir, cumplen.

Sigue siendo una compra obligada para los aficionados a los cómics de superhéroes. Además, este tomo es más barato que el anterior. Sin excusas, a la estantería.