El pasado domingo terminó la séptima temporada de Dexter, una serie que nos sigue manteniendo en vilo a muchos tanto como el primer día, algo harto difícil en el actual panorama televisivo. A pesar de que muchos critican la serie porque muestra signos de agotamiento, hay que decir que ya quisieran muchos shows mantener el interés y la tensión que Dexter sigue manteniendo. Ante todo advertir que al igual que no puede hacerse una tortilla sin partir un huevo, no se puede hacer una crítica de toda una temporada sin desvelar algún spoiler, por muy cuidadosos que sea, así que ahí queda el aviso.
Tras el impactante final de la temporada anterior, cuando ya creíamos que la carrera de Dexter Morgan (Michael C. Hall) como asesino en serie había llegado a su fin, descubrimos que la historia aun puede sorprendernos... y mucho. La temporada mantiene una estructura similar a las anteriores, o sea, un gran villano al que Dexter habrá de hacer frente; un aliado inesperado (en este caso puede decirse que hay dos); y una contrapartida amorosa. El villano alrededor del cual gira la mayor parte de la temporada es Isaak Sirko (Ray Stevenson), un jefe de la mafia ucraniana que busca venganza por la muerte de su secuaz y amante. A pesar de ser el adversario principal, este personaje desaparece de la ecuación al final del episodio noveno, para dejar espacio a la trama que conducirá al impactante fin de temporada. La desaparición del villano principal a tres episodios del final de la temporada es algo así como un aviso de que lo acontecido hasta ese momento es solo un aperitivo de lo que está por venir... y así ha sido.
DEBRA SE CONVERTIRÁ EN CÓMPLICE DE SU HERMANO... A SU PESAR |
Stevenson (Thor) realiza un trabajo impecable como el mafioso Sirko, un personaje que busca la venganza tras perder al amor de su vida de manos de Dexter. La principal novedad de este inusual villano es que su venganza está motivada por amor, y que conforme nos acercamos a los últimos capítulos, esta venganza se va diluyendo transformándose en una especia de alianza improbable con Dexter que terminará de una manera inesperada. No es el villano más sanguinario que hemos visto en esta serie pero si uno de los más carismáticos, algo que se debe en gran medida al propio Stevenson. Sin duda, uno de los aciertos de esta temporada.
Pero no es Sirko el único asesino al que tendrá que hacer frente nuestro particular serial killer. Ray Speltzer (Matt Gerald) también se cruzará en el camino de Dexter... y de su hermana Debra. Este sádico asesino, el cual emplea una escenografía sacada del mito del minotauro para cazar a sus víctimas, servirá para que Debra Morgan (Jennifer Carpenter) se de cuenta que la labor que realiza su hermano está más cerca de ser un servicio público que un crimen. Debra, tras el fenomenal cliffhanger del final de temporada anterior, se ve arrastrada a convertirse en la protectora/cómplice de su hermanastro. Carpenter sabe darle a su personaje ese punto de equilibrio entre su deber como agente de la ley y el amor (romántico y fraternal) que siente por Dexter. Por méritos propios, el personaje de Debra Morgan se ha convertido en esencial para la serie, robándole gran parte del protagonismo a su hermano.
Los responsables de la serie han convertido al personaje de la hermanastra de Dexter en uno de los más interesantes de la serie. Los sentimientos románticos que Deb alberga hacia su hermanastro hacen que cuando esta descubre quien es el en realidad se plantee escoger entre protegerlo o encerrarlo entre rejas. El cariño hacia su hermano hace que Debra tenga que hacerse prácticamente cómplice de los asesinatos que cometa su hermano, aunque intentará hacer que sus impulsos asesinos desaparezcan, algo que se revela imposible. El introducir en la trama de la temporada el elemento del incesto (aunque sean hermanastros se sienten hermanos) hubiera sido un elemento innecesario y perturbador, que hubiera estropeado el retrato de esos sentimientos contrapuestos que alberga Deb hacia Dexter.
DEBRA TIENE QUE VER COMO SU HERMANO SE ENAMORA DE UNA ASESINA |
Otro de los personajes clave de la temporada es Hannah McKay (Yvonne Strahovski). Esta mujer, asesina juvenil ahora rehabilitada, entra en la vida de Dexter de una manera inesperada y enseguida surge la atracción entre ambos. Sin embargo, Dexter descubre que Hannah no es la chica reformada que afirma ser y decide eliminarla. Finalmente, la pasión puede más que el Oscuro Pasajero de Dexter y ambos se convierten en amantes. Hannah se ve atraída por el lado oscuro de Dexter, entendiendo y tolerando su comportamiento, algo similar al personaje de Lumen (Julia Stiles) en la quinta temporada.
Pero McKay, al contrario que Lumen, no acompaña a Dexter cuando sale a calmar su sed de sangre, sino que se convierte en su confidente y amante, atraída por su lado tenebroso como una llama atrae a una polilla. McKay hace a Dexter cuestionarse si lo que hace es en realidad algo que le viene impuesto de fuera o es algo innato a su naturaleza. En definitiva, el Oscuro Pasajero al que Dexter culpa de sus actos bien podría ser solo un invento para justificar sus ansias asesinas.
Los guionistas de la serie han jugado en esta temporada al despiste con ciertos personajes y tramas en la que estaban involucrados. Mientras que personajes como Hannah McKay han resultado ser claves en la trama de la temporada, otros han aportado bien poco a ella. Uno de esos personajes que parecía que iba a dar más juego en la temporada era el de Louis Greene (Josh Cooke), el informático, el cual desaparece en cuanto entra en escena Sirko. Toda la historia entre Quinn (Desmond Harrington) y la stripper Nadia (Katia Winter) solo sirve para rellenar minutos de metraje, pues al final no afecta en casi nada a ninguna de las tramas principales.
Uno de los personajes secundarios habituales que si ha cobrado renovada importancia ha sido el interpretado por la actriz Lauren Velez, la capitana María LaGuerta. LaGuerta, quien en la primera temporada se ve incluso atraída por Dexter, ve como sus sospechas de que el Carnicero de la Bahía puede no ser el fallecido agente Doakes, la conducen hasta nuestro querido asesino. LaGuerta involucra al retirado capitán John Matthews (Geoff Pierson) en su búsqueda de evidencias que le llevan finalmente a acusar a Dexter Morgan de ser el Carnicero de la Bahía. Los sospechas arrojadas por LaGuerta sobre Dexter, junto a la trama que involucra a Debra y Hannah McKay, serán las líneas argumentales más importantes alrededor de las cuales gire la que seguramente será la última temporada del show.
Por un lado, como fan de la serie no deseo que termine; por otro, sin embargo, veo necesario dar ya un final a una historia que, de extenderse, se puede volver repetitiva. Da la impresión que la trama de esta temporada conducía inicialmente al arresto de Dexter y al fin del show, pero probablemente por decisiones de la cadena Showtime parece que no se quiso matar la gallina de los huevos de oro. Estamos ante una de las mejores temporadas de la serie, a la altura de las dos primeras. Ello se debe a que estamos asistiendo al que puede ser el final del protagonista y su carrera como asesino en serie, mientras vemos como el plácido mundo que había construido para engañar al mundo se va poco a poco por el desagüe.
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