THOR: VIKINGOS, DE GARTH ENNIS Y GLENN FABRY. LA CRITICA

Thor: Vikingos es una novela gráfica del guionista Garth Ennis (Predicador) y dibujada por Glenn Fabry (Slaine). En este cómic, Thor tendrá que enfrentarse con el mismísimo pueblo que dio vida a la mitología a la que pertenece, los vikingos, aunque estos, lejos de reverenciarlo como deidad, van a suponer una de las amenazas más importantes a las que nunca se haya

enfrentado el Dios del Trueno. Harald Jaekelsson y sus guerreros han llegado al Nueva York del siglo XXI, víctimas de una antigua maldición. Como si fueran una nueva versión del Holandés Errante, un fantasmagórico drakkar arriba al puerto de la Gran Manzana, desatando el caos y la destrucción.

Lo primero que hay que advertir a quien se enfrente a la lectura de este cómic es lo poco o nada que tiene que ver este Thor con el que estamos habituado a encontrarnos en las colecciones regulares de la Marvel. Podríamos decir sin equivocarnos que Thor: Vikingos es una especie de What if?, solo que cargado de la mala baba habitual de un guionista como Garth Ennis ayudado por el sangriento y detallista dibujo de Glenn Fabry. Ennis, odiador confeso de los superhéroes, no pierde la oportunidad de no dejar títere con cabeza en este cómic (literalmente), vapuleando a los héroes como pocos pueden y saben hacerlo, tocándole esta vez el turno a Thor. Otro de los personajes que desfila por esta obra es el Doctor Extraño y, como era de esperar, no es la versión del Hechicero Supremo a la que estamos acostumbrados, sino alguien más cínico de lo que siempre le hemos supuesto y completamente ajeno a la barbarie que le rodea.

PORTADA DEL NÚMERO 2 DE LA COLECCIÓN ORIGINAL, OBRA DE GLENN FABRY

Otro de los aspectos interesantes de este cómic es la brutalidad de los vikingos frente a la pasividad de las fuerzas del orden primero, y la inoperancia de los superhéroes (incluyendo a un Thor con pocas luces) después. Ennis da un buen repaso al pensamiento buenista y políticamente correcto haciéndonos ver las consecuencias de subestimar la amenaza de los vikingos zombies, una doble lectura de plena actualidad en un mundo acosado por los fanatismos religiosos y por sectores que aun los disculpan en aras de la tolerancia intercultural. No es casualidad que este cómic fuera publicado en USA en septiembre de 2003, dos años después del atentado de las Torres Gemelas de Nueva York.

UNA BUENA MUESTRA DE LA HABILIDAD DE FABRY RETRATANDO LA BRUTALIDAD

Esta historia no podía haber sido dibujada por otro que no fuera Glenn Fabry. Portadista habitual en la colección Predicador, también de Ennis, aquí nos ofrece un repertorio de su arte, atento al detalle y con trazos claros y definidos. El británico es un experto en retratar escenas dantescas con cabezas cercenadas, destripamientos y toda clase de viñetas escabrosas que ayudan a que la historia perturbe a los lectores de principio a fin, y más teniendo en cuenta que se trata de personajes, los superhéroes, a los que se les suponía invencibles.

En definitiva, Thor: Vikingos está más cerca del cómic británico de revistas como 2000 A.D. (de cuyas páginas surgieron personajes como Juez Dredd) que de las colecciones Marvel, por lo que muchos aficionados no reconocerán las particulares versiones de Garth Ennis de Thor y Doctor Extraño. Por ello es recomendable leer la obra olvidando el canon oficial Marvel y disfrutando de la brutalidad y lo políticamente incorrecto de esta historia ideada por Garth Ennis y magistralmente ilustrada por Glenn Fabry.