Seguimos con los estrenos de la temporada, en este caso Major Crimes, la spin-off de The Closer. Como ya ha sido renovada por una segunda temporada, podemos cogerle cariño. Esta serie nos cuenta el día a día de los policías de Major Crimes, una vez su anterior jefa, Brenda Leight Johnson (Kyra Sedgwick) deja el cargo. Entonces es sustituida por la
capitana Raydor (Mary McDonnell), conocida por el departamento, pero no para bien. Frente a su primer y complicado caso, en el que unos chicos roban en serie supermercados con información privilegiada, descubren el estilo que quiere imponer. Ésta quiere ahorrar dinero público de una manera simple: en vez de enzarzarse en juicios que llevan a la ejecución del acusado (carísimo de la muerte, oye), prefiere llegar a un acuerdo con los criminales. Obviamente, esto no va a encantar a los más viejos del lugar, como al teniente L. Provenza (G. W. Bailey) que considera que a los criminales, ni agua. Rusty (Graham Patrick Martin), un adolescente testigo de un crimen que no tiene quien le acoja, también formará parte de la vida de esta serie.
PANORÁMICA DE LOS PERSONAJES DE LA SERIE |
Por fin un procedimental que puede ver alguien mínimamente exigente. No es que esto sea The Shield, ya que el público de TNT tiene en general otro perfil, pero es más compleja que El Mentalista o Elementary. Aquí no pululan sin parar guaperas haciendo poses, la edad media supera fácilmente los 50 años...y si me apuráis, alguno ya los quisiera, como Provenza, lo que difícilmente es mala señal. Nada más ver la cara de desastre que puso Provenza al encontrarse la matanza en el supermercado, ya se vé que esta serie no es un procedimental simplón más. Otro momento que me ha gustado es cuando Provenza llama lameculos a la detective Amy Sykes (Kearran Giovanni), algo impensable de oir en la planicie de personajes inmaculados y absolutamente honestos que vemos continuamente en este tipo de producciones. Aquí se lucha y se juega con las legalidades y la burocracia.
LA CAPITANA RAYDOR , UNA JEFA IMPOPULAR A SU PESAR |
Todo no me parece estupendo. No veo muy convincente que, estando implicado con el caso alguien tan cercano a uno de la oficina, tan fácilmente acceda a entregarlo, cuando algo así hunde a cualquiera. También es previsible el final de Rusty, ya que siempre hay que buscar a alguien con quien hablar a quien vive solo, y más si es de los papeles principales. No acabo de ver como espectador novel por qué es tan odiosa la nueva jefa; sabe trabajar y no se la ve despótica, la gente le dice lo que piensa de ella a la cara sin problemas, algo complicado hasta con los jefes buenos. Supongo que los seguidores de la serie matriz lo sabrán, pero si la ves de nuevas, no se explica.
TAYLOR, PROVENZA Y BUZZ DEBERÁN TRAGAR CON LA NUEVA DIRECCIÓN |
Las pocas escenas que he visto en mi vida de The Closer, me dan la impresión de que esta serie mantiene la misma línea. No veremos nada tremendamente sórdido ni corrupto, pero tampoco nos va a tomar el pelo con infinitos (e increíbles) giros de los casos. El que vemos en este episodio es convincente y bien estructurado, sin ser simple. Y si además, los personajes de la serie no son unidimensionales, ya podemos darnos por contentos. Si os gustan los procedimentales, o incluso si os dan igual, éste seguro no os decepcionara.
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