Aprovechando la reciente crítica de Silver Draper de esta mítica historia de la Patrulla X , inauguramos
una trilogía de posts que se detienen en la intrahistoria de estos clásicos
tebeos realizados por Chris Claremont y John Byrne. Un vistazo entre bastidores
que, en esta ocasión, resulta tan apasionante como la aventura en sí, mas
cuando el resultado final que la convirtió en un
referente dentro del medio, se debió más a la casualidad que a un plan premeditado, en un tira y afloja entre dos egos como los de Byrne y Claremont y un editor, Jim Shooter, que no se queda atrás.
referente dentro del medio, se debió más a la casualidad que a un plan premeditado, en un tira y afloja entre dos egos como los de Byrne y Claremont y un editor, Jim Shooter, que no se queda atrás.
La Saga de Fenix Oscura nació por el deseo de Claremont de
deshacerse de la entidad cósmica unida a Jean Grey y devolver al personaje a su
esencia. En un principio, la idea de Claremont y el dibujante de aquella época, Dave Cockrum, era crear un miembro del grupo que fuera realmente poderoso, algo así
como el Thor de los mutantes, pero el plan original se les fue un poco de las manos.
Si en X-Men #107 Fénix había sido capaz de reparar el Cristal M´Kraan que
estaba a punto de barrer toda la realidad existente, ¿qué enemigo podría ser
una amenaza para los hombres X con ella en el equipo? Por eso, mientras que la Patrulla X iniciaba una
serie de aventuras por diferentes lugares del planeta, que los llevaría de la Tierra Salvaje a
Canadá pasando por Japón, Jean Grey y la Bestia son separados del grupo principal dándolos
por muertos, lo que introduciría un elemento dramático que mediatizaría los
siguientes cómics. Finalmente, Claremont y Byrne deciden meterle mano al
problema e inician una aventura estructurada en tres actos, de tres episodios
cada uno, que se convertirá en La Saga de Fénix Oscura.
KITTY ES MÁS PARECIDA A SIGOURNEY WEAVER DE ADULTA QUE A LA ACTRIZ CON SU EDAD. |
El primer acto se centra en la idea de introducir en la Escuela Xavier a unos chavales
jóvenes, que sean unos hombres X en reserva todavía por graduar. En realidad, es
el germen de la futura colección “Los Nuevos Mutantes”. La primera nueva
mutante es en este caso Kitty Pryde, una chica de trece años cuyo físico se
inspira en una Sigourney Weaver pre-adolescente. En principio, se presenta como
una chica corriente, una estudiante de danza con unos padres a punto de
separarse. Sus enormes ojos se abren de admiración al descubrir que Tormenta
pertenece a la Patrulla X ,
pero Claremont no puede evitar convertirla en superdotada. A última hora,
decide que no dispone de ningún supercerebro para el grupo, un equivalente a
Reed Richards o Tony Stark, y la señorita Pryde se convierte en la candidata
perfecta. Byrne sugiere unos poderes algo complicados: Kitty modifica la
densidad de los objetos, por eso puede atravesar paredes, andar sobre el aire o
estropear aparatos. La Kitty
definitiva simplemente se hace intangible, igual que la Visión.
QUE QUEREIS QUE OS DIGA. YO ME QUEDO CON BO DEREK. |
El segundo mutante detectado por Cerebro es Dazzler. En
realidad, Cerebro sólo debía haber detectado a uno, pero el editor, Jim
Shooter, quería sacar una colección mensual que arrastrara a las masas
discotequeras a las librerías especializadas. Dazzler sería una cantante mutante
diseñada por John Romita inspirándose en el cuerpo de Bo Derek y en los trajes
de los Bee Gees. La chica canta un par de canciones y pelea contra los malos.
Sin embargo, la heroína de la historia, la chica que salva el día, es por
supuesto Kitty. No por nada está llamada a acabar en el grupo, mientras que
Dazzler tan sólo es una imposición editorial.
UNA JOVEN FAYE DUNAWAY NO QUEDARÍA MAL COMO EMMA FROST. |
Finalmente, la antagonista de la historia, la pérfida
mutante que pretende captar a Kitty antes de que lo haga Charles Xavier es Emma
Frost (ay, Emma, quien te ha visto y quien te ve), introducción del siguiente
acto centrado en el Club Fuego Infernal. Frost es una mujer inteligente, bella,
muy superior a los hombres que la rodean y a los cuales manipula
constantemente. La Reina Blanca
intimida no tanto por sus poderes psíquicos sino más bien por su sexualidad
desafiante. Para llevar al papel semejante descripción, Byrne parte de la
imagen y el carácter de Faye Dunaway, la perfecta mujer de hielo.
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