CRITICA DE COMICS: LOBEZNO Y LA PATRULLA X. REGENESIS, DE AARON Y BACHALO

En el día de apertura de curso (y de la escuela) del Instituto Jean Grey de Enseñanza Superior, sus directores, Logan y Kitty Pryde, deben enfrentarse a la mayor de las amenazas inimaginables: la visita de dos inspectores de educación. Por si la situación no fuese suficientemente complicada, Kade Kilgore, el nuevo Rey Negro del Club Fuego Infernal, ha escogido este
momento para lanzar una ofensiva contra el colegio. Tanto alumnos como profesores tendrán que sobrevivir a un ejército de Frankenteins armados con lanzallamas, a un Sauron, a un Wendigo y, en un guiño a “Segunda Génesis”, hasta a la misma isla de Krakoa.

La serie insignia del bando de Lobezno se presenta como una disparatada comedia de acción, de ritmo frenético, que sorprende tanto por el cambio de registro con respecto al tono solemne al que nos tenía acostumbrado la serie madre como por lo diferente que resulta, con unas ganas de innovar como no se veían desde la etapa de Grant Morrison, hace ya casi una década.

LOBEZNO Y SU EQUIPO NO SE DEJAN AVASALLAR POR EL NUEVO CLUB FUEGO INFERNAL

El cómic sigue al pie de la letra la dinámica de una serie de colegio, donde el plantel de personajes principales está constituido por una serie de alumnos por un lado, no todos ellos modélicos, y por sus profesores por el otro, una lista de héroes ya conocidos que se encuentran en una posición en la que no estamos habituados a verlos. En la parte del profesorado, a los mencionados Lobezno y GataSombra como directores, hay que añadir a la Bestia, como diseñador del edificio de la Escuela, al Hombre de Hielo como el asesor financiero, a la telépata del equipo, Rachel Grey, y a Vaina, como una profesora no muy respetada por sus alumnos a primera vista. Como personal de apoyo, tenemos a dos personajes secundarios que pueden dar mucho juego: Sapo, en labores de limpieza, y Doop, en la matriculación de alumnos. En la parte del alumnado hay que destacar, por supuesto, a Oya, que ha cobrado bastante importancia a raíz de los hechos de “Cisma”, el eslizoide mutante que conocimos en Astonishing X-Men, Nydo, y a los más problemáticos Chico Omega y Kid Gladiator. Este último es hijo de Gladiador, enviado a la Tierra por su padre ante la imposibilidad de meterlo en cintura en su propio planeta y que hace acto de presencia acompañado de una guardaespaldas Shi’ar, Ave de Guerra.

JAMES HOWLETT NO SE HA VISTO EN OTRA IGUAL.

Multitud de personajes nuevos para una colección que supone un auténtico punto y aparte en el anquilosado panorama mutante. Todo escrito por Aaron, que se hizo popular con la serie Vertigo “Scalped”, con unos diálogos cargados de humor y sarcasmo, donde incluso hay espacio para el flirteo entre profesores y alumnos. Una frescura que recuerda a los primeros números de la serie “Generación X”, de principios de los 90, también dibujada por Chris Bachalo.

Tras el primer arco argumental, “Otro día más en el condado de Westchester” supone un interludio entre aventuras largas, en un tipo de episodio de los que se echan en falta hoy en día, donde no suceden grandes acontecimientos pero sirven para una mejor caracterización de personajes. En este cómic, Lobezno reflexiona ante sus compañeros sobre su doble papel de director de la escuela y de jefe de X-Force, aunque sobre todo se introduce a dos nuevos alumnos en el ya apretado elenco del colegio. Un desconocido Angel, que ha perdido completamente la memoria en un reciente enfrentamiento con Apocalipsis, y Génesis, un clon adolescente del mencionado archienemigo, que no es consciente de su potencial para el mal.

MEJOR ENFRENTARSE A UN EJERCITO DE CENTINELAS QUE A ESTO.

Estamos hablando de un material susceptible de ser recopilado en el futuro en un formato Marvel Deluxe, que si no fuera porque Bachalo es un completo negado para cualquier intento medianamente decente de narrar una pelea, estos episodios serían de sobresaliente. Si sólo quieres o puedes hacerte con una serie mensual con X-Men en su título, tiene que ser esta.