MEGABANNER

INSIDE MEN, LA SERIE. LA CRITICA

Consciente del bombo y de las rendidas críticas que tiene esta serie por la red, me dispuse a verla aprovechando el oportuno pase por Canal Plus. Consta de 4 episodios, a través de los cuales vemos cómo 3 empleados de una empresa que se dedica a contar y almacenar dinero de otras, planean el atraco a la misma. Las cantidades que llegan a acumularse
superan los ciento cincuenta millones de libras, lo que supone más un problema que una ventaja, ya que piensan llevárselo todo. El peso de la serie se lo llevan los tres empleados, John, un apocado jefe que sufre todo un empuje de carácter ante el reto que se plantea; Marcus, el típico operario sencillo y simplón que es manejado por las ambiciones de su novia choni; y Chris, el guarda jurado de extracción no ya humilde sino marginal que planteará más dudas a la hora de seguir adelante con el proyecto. Obviamente, del plan a lo que realmente sucede, va un gran trecho.

JOHN, EJEMPLO DE LO MALO QUE ES NO IR A UN PSICÓLOGO A TIEMPO
La serie es mas seria que un ataque al corazón. No esperéis humor británico. A través de estos tres personajes y sus allegados, vamos viendo el desarrollo de la personalidad de cada uno. Sólo hay un gran problema, que no son excesivamente interesantes, porque son demasiado realistas. ¿Acaso tiene mucho interés lo que oigas hablar a dos amigotes en un bar? No tiene por qué. Lo más destacable en este aspecto sería John, que pasa de tartamudo y temeroso de su puestecito de cierta responsabilidad, a líder de la operación. Su ambición no es más que conseguirlo, pero esta parte no me parece creíble. Tiene una vida familiar aburrida pero estable, y acaban de adoptar a una cria. ¿Se lo juega todo por el hype sin más en plan terapia de choque? Tampoco las dudas del guarda jurado, Chris son coherentes con la personalidad del mismo. Atiende a su drogadicta madre y a su encarcelado padre, para luego hace algo que no haría casi nadie con su madre. Su sueldo es tan patético que cuando su jefe lo ve comprándose un sofá ya sabe que ha robado. ¡Un sofá! ¿De verdad se puede tener fidelidad a una empresa que te paga como a un esclavo egipcio, que tiran de ETT para ahorrar derechos laborales y en el que continuamente se ve a compañeros ir a la calle porque sí? ¿Es inteligente arriesgarse a dar un paso atrás cuando ya hay criminales profesionales implicados teniendo además familia? No tiene sentido este personaje para mi. Quizás lo más factible sea la historia de Marcus y su novia peluquera, que al menos son conscientes de que cada vez es más dificil salir adelante, aunque te esfuerces y seas legal. Humanamente, quieren vivir desahogados y sin problemas y piensan que el riesgo vale la pena, algo que debería saber Chris.

MARCUS Y CHRIS, DOS FORMAS DISTINTAS DE ENFRENTAR LA VIDA
Esta producción de la BBC no la recomendaría a todo el mundo. El primer episodio me aburrió, pero ya los tres últimos si merecen más la pena. La modestia de sus recursos es evidente aunque resuelven muy bien la parte del atraco. Los secundarios están bien descritos, pero tampoco apasionan. La mujer de John, es la típica mujer fria de mediana edad que debe tener de media dos depresiones al año. Muy muy creíble, pero que me aburre y me es indiferente. La pareja de Chris es una chica inmigrante aficionada a lo ajeno de 17 años y mas bien antipática. La más chisposa es la peluquera, que al menos con su ambición y su look tan hortero anima un poco la cosa. Si seguimos buscando, vemos crítica social, en lo inaudito que resulta tener a empleados temporales contando dinero, por la obsesión de no tener muchos trabajadores con derechos, o la mezquindad de las decisiones empresariales, basadas más en quien se tira a quien o en cómo te mueven la silla por circunstancias ajenas a tu valía en el trabajo. Sin embargo, le ha faltado un final valiente que de en las narices y te haga valorar más lo que has visto.

AL MENOS LA NOVIA DE MARCUS SABE QUE COMO PELUQUERA NO SE HACE RICA. YO NO CULPARÍA A LA CRISIS SINO A SU PROPIO LOOK.

Cuesta entender que se compliquen la vida con un grupo criminal que los puede liquidar en un momento. Cuesta entender por qué quieren llamar la atención sin necesidad robando más de 150 millones de libras y ser primera plana en los medios. Además, ocupan como 300 cajas grandes de cartón y no hay quien pueda esconderlas, ingresarlos o sacarlas del país, en vez de coger menos y vivir la vida. Y cuesta entender como habiendo series británicas desde los años 70 que están a años luz de esta (Si Ministro, Yo Claudio), nos sigan diciendo profesionales del medio que esto es lo mejor del mundo. Dadle una oportunidad si os van los atracos sin glamour, pero en mi opinión, le sobra un capítulo y le falta enganche. 

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