La nueva temporada de Falling Skies comenzó el pasado domingo 17 en el canal TNT norteamericano con un episodio doble el cual fue seguido por un promedio de 4,5 millones de espectadores, millón y medio menos de los que vieron el estreno de la serie el pasado verano. Las razones de este descenso de público son claras. En primer lugar, la dura
competencia en un día como el domingo en el que todas las mejores series se emiten en la franja nocturna. Si a eso le añadimos que la primera temporada del show no se saldó con muy buenas críticas (podeis leer mi crítica del final de temporada aquí) es normal que la gente esté escarmentada y no quiera que le vuelvan a tomar el pelo una vez más.
competencia en un día como el domingo en el que todas las mejores series se emiten en la franja nocturna. Si a eso le añadimos que la primera temporada del show no se saldó con muy buenas críticas (podeis leer mi crítica del final de temporada aquí) es normal que la gente esté escarmentada y no quiera que le vuelvan a tomar el pelo una vez más.
Sin embargo, tras ver los dos primeros episodios de la nueva temporada de Falling Skies no me ha quedado tan mal sabor de boca como yo esperaba. El primer episodio, "Worlds Apart", se centra principalmente en la vuelta de Tom Mason (Noah Wyle) tras tres meses desaparecido. Lo último que se supo de el fue que subió a una de las naves de los Overlords, los alienígenas con cara de pez que parecen dominar a los skitters, que forman las tropas de ocupación. La vuelta de Mason provoca alegría entre los resistentes, pero también cierto recelo por su milagrosa fuga de la nave alienígena. Durante todo el episodio vemos en forma de flashbacks lo que aconteció a Mason en la nave de los invasores así como su posterior periplo hasta Boston. Los recuerdos no son totales, lo que hará dudar al propio personaje de si sus hijos y compañeros de armas pueden confiar en el plenamente.
MASON SE ADENTRA EN LA NAVE DE LA MANO DE UNA ASIMILADA KAREN |
El segundo episodio de los dos emitidos en la premiere de la nueva temporada, que tiene como título el nombre de la canción "Shall We Gather at the River", se centra principalmente en los problemas del 2ª de Massachussetts, el grupo de resistentes, a la hora de cruzar un puente destruido por los aliens. Los problemas con Mason aumentan tras serle detectado en el ojo una especie de parásito, seguramente implantado por los alienígenas durante su estancia en la nave. No se si es una gran casualidad o hay algo más que se nos ha escapado, pero el efecto del diminuto parásito saliendo del ojo de Mason es idéntico al usado por Ridley Scott en Prometheus, cuando el actor Logan Marshall-Green se mira al espejo y ve brotar una pequeña cola prensil de su ojo. ¿Se le fue la lengua a Damon Lindelof con un amiguete guionista y este lo incluyó en esta serie?
Pero repasemos en general lo que han supuesto estos dos episodios de la nueva temporada de Falling Skies. Lo primero en llamarnos la atención son los efectos especiales y los CGI. Tras una primera temporada que dejaba mucho que desear en cuanto a este tipo de efectos, parece que en los nuevos capítulos han corregido ciertas deficiencias, como darle más realismo a los alienígenas skitters o unas naves bastante más curradas (el interior de la nave donde estuvo retenido Mason no estaba mal). Los mecas o robots de asalto siguen mostrando ese aspecto que tanto recuerda a los de la película RoboCop, animados con la técnica del stop motion. Aun no entiendo cómo no han sido capaces de darle más realismo a los robots de los aliens, no creo que el presupuesto haya sido tanto problema. Tampoco los Overlords muestran un aspecto demasiado mejorado, notándose demasiado un CGI con pocas texturas. ¿Qué les hubiera costado hacer un busco en animatrónica, bastante más efectivo y realista, como ya hacen con la otra raza de aliens, los skitters?
EL PERSONAJE DE POPE, ALGO DESAPROVECHADO EN LOS NUEVOS EPISODIOS |
Y ya que hablamos de los aliens, se nota que los responsables de la serie han querido darles más relieve, que no sean unos meros monstruos sin motivaciones. Esto se pone de manifiesto en la conversación entre el Overlord y Mason en la nave alienígena. Por primera vez vemos en la serie un atisbo de lo que realmente pueden querer los invasores de nosotros y de nuestro mundo y de cómo nos ven a nosotros. Incidiendo aun más en destacar a los aliens (al fin y al cabo, es una serie de extraterrestres) aparece un skitter, Ojo Rojo, el cual parece estar actuando un poco al margen de sus jefes, los Overlords.
Pero, ¿ha solventado el show sus deficiencias de la primera temporada? No del todo. Un ejemplo. El regreso de Mason hasta el campamento de Boston, a cientos de kilómetros de donde fue liberado por los aliens, podría haberse resuelto en un par de escenas pero, en cambio, nos cuentan que salva una niña, que comparten moto y que al final la chica decide marcharse a las montañas. ¿Para qué me contáis algo que aporta tan poco a la historia? Es un ejemplo de como los problemas de guión no han sido resueltos demasiado bien desde la temporada anterior. Lo que sí ha procurado es eliminar esos diálogos entre padre e hijos que aburrían a las ovejas en los primeros episodios. Aun así, los momentos "spielberg" siguen estando presentes, aunque no de manera tan escandalosa.
A pesar de algunas deficiencias que no han sido pulidas, se nota que en la serie ha entrado algo de aire fresco (¿será porque el nuevo showrunner es el mismo que el de la excelente e injustamente cancelada Cáprica y que han contratado varios guionistas de Battlestar Galactica?) y eso se percibe en que los episodios son más dinámicos, más entretenidos y se hace un buen uso de los cliffhangers. Los diálogos que no conducen a hacer avanzar la historia casi han desaparecido del show, lo cual se agradece, y las escenas de acción están bien planteadas y adecuadamente dosificadas a lo largo del metraje. ¿ Servirá todo esto para que el show no naufrague? Lo veo difícil. La mala impresión que mucha gente se llevó con la primera temporada no va a ayudar a que los índices de audiencia suban mucho. Una pena, viendo que han echado ganas para que la serie gane en calidad, siempre dentro de sus limitaciones.
En definitiva, un buen comienzo de temporada para una serie por la que muchos no apostaban nada, yo entre ellos. Reconozco que me he divertido con estos dos episodios y me he quedado con ganas de conocer más de los planes que los alienígenas tienen preparados. Dadle una oportunidad a la serie, y si no habéis visto la primera temporada, no os preocupéis, con empezar a verla en estos nuevos episodios tenéis más que suficiente. Os dejo con la promo del tercer episodio, titulado Compass.
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