ESTRENOS DE VIDEOCLUB: INTRUDERS, DE JUAN CARLOS FRESNADILLO. LA CRITICA

Juan Carlos Fresnadillo ha sido un director más o menos bien considerado por el sector crítico. Quizás porque el realizador canario ha tanteado el género fantástico y de terror (Intacto (2001), 28 Semanas Después (2007)), algo poco común en nuestro país o porque, al igual que le ha pasado a Rodrigo Cortés, ha tenido cierta proyección internacional. A mí siempre me
ha parecido un artesano muy solvente, capaz de dotar de cierta elegancia a la puesta en escena, aunque le falta una personalidad más marcada que lo convierta en un autor como podría ser Almodóvar, en el cine patrio, o Tim Burton. Intruders reafirma esta última opinión.

La película cuenta dos historias paralelas, en España una madre soltera (Pilar López de Ayala) debe proteger a su hijo Juan (Izán Corchero) de unas terribles pesadillas en las que un desconocido sin rostro, descrito cinematográficamente como los Dementores de Harry Potter o los Nazguls de El Señor de los Anillos, trata de robarle su propia cara. En Inglaterra, una niña en la pubertad, Mia (Ella Purnell), siente la presencia de Carahueca, un ser que se convierte en un peligro real cuando aparece en el armario de su propia habitación ante la impotencia de su padre, John Farrow (Clive Owen). (¿Convierte esto a la protagonista del film en Mia…Farrow?)

LUISA (PILAR LÓPEZ DE AYALA) Y JUAN (IZÁN CORCHERO) SON LA FAMILIA ESPAÑOLA. 

Intruders sigue las reglas propias del género del cine de fantasmas. No falta la petición de ayuda a los expertos, inútil a la postre, cuando los padres empiezan a percatarse de la indefinida amenaza. En este caso, como se cuentan dos historias, se cubren todas las posibilidades, el psicólogo en la familia inglesa y el cura en la familia española. No se renuncia tampoco a la sorpresa final, aunque hay suficientes pistas para que el espectador atento pueda intuirla con cierta antelación. Como excepción a la regla, no juega nunca la carta de la ambigüedad. La escena de apertura, con el ataque de Carahueca a Juan, es así sorprendentemente explícita.

No faltan temas sugerentes en esta película: la exploración de los miedos infantiles y qué pueden causarlo, la influencia que los cuentos que Mia y Juan escriben en sus cuadernos en la caracterización del monstruo, la coincidencia en el tiempo del despertar sexual de Mia con la materialización del intruso (este último tema tratado de forma mucho más explícita en la reciente “La Otra Hija” protagonizada por Kevin Costner). Fresnadillo nos regala también escenas inquietantes, como aquella en la que el Padre Antonio (Daniel Brühl) lleva a cabo un falso exorcismo a Juan o la ceremonia que Mia y John improvisan en el jardín de su casa, con un chubasquero y una pelota de baloncesto, para ahuyentar a la presencia maligna y que termina provocando el efecto contrario.

JOHN (CLIVE OWEN), MIA (ELLA PURNELL) Y SUSANNA (CARICE VAN HOUTEN) SON LA FAMILIA INGLESA. 

Quizás la estructura escogida para contar la película, el desarrollo de dos historias paralelas inconexas a priori, juega en su contra, pues no logra mantener el interés en ambas por igual durante todo el metraje. Existen así momentos repetitivos o faltos de garra, incluidos parece con la única intención de continuar con la forma del relato.

Pero el auténtico punto negativo de la cinta es un final que no tiene sentido alguno, en el que se establece que conocer el origen y la motivación de Carahueca es suficiente para hacerlo desaparecer. Mi teoría es que el puzzle que muestra la película sólo encaja realmente si John Farrow fuera Carahueca, de hecho, algunas escenas eliminadas del blu-ray parecen apuntar esa posibilidad. Sin embargo, por alguna razón, los responsables del film decidieron en algún momento renunciar a ese camino argumental.

Y EL PREMIO AL ACTOR PERDIDO EN ESTA PELÍCULA VA PARA...¡¡¡DANIEL BRÜHL!!!

Finalmente, la indefinición entre la película de fantasmas clásica donde las emociones que no se muestran terminan generando el horror y la película de serie B sin complejos con un hombre del saco carismático, como pudiera ser Jason o Freddy Krueger, con potencial para generar franquicia terminan dejando la película en tierra de nadie.