MISSING, DESAPARECIDO. LA CRITICA

Sabiendo que la añorada Ashley Judd protagonizaba una serie de televisión, nos pusimos a verla a pesar de que la trama en principio no nos atraía mucho. Una madre que le raptan al hijo y lo busca. Más bien parece la sinopsis de una película para televisión, no una serie. El principio no podría ser más convencional. Padre interpretado por Sean Bean, y su hijo Michael de 8
años, de viaje en Europa. Hablan por teléfono con Becca Winstone (Ashaley Judd), deportista y madre, sobre lo felices que son y de que ya es hora de ampliar la familia. Un suceso repentino y trágico cambiará los planes, y diez años después vemos como Becca y su hijo Michael (Nick Eversman), ya con 18 años, deben separarse a pesar de su estrecha relación por una beca obtenida por éste para viajar a Italia. 

YO YA NI ME LEO LOS GUIONES. YA SE CÓMO ACABAN MIS PERSONAJES.

Como ya vimos en Venganza, con Liam Neeson, para los americanos basta pisar Europa para que los rapten. Becca sospecha que a su hijo le ha pasado algo cuando se interrumpen sus llamadas y se planta en la Fontana de Trevi en un santiamén. Sus oportunas pistas serán las pocas fotos que le envió su abnegado hijo, y su única ayuda un contacto en Italia gracias al cual sabemos que su matrimonio no era tan perfecto como nos contaron al principio, y también que ella era agente de la CIA. Precisamente un jefe de la CIA, Dax Miller (Cliff Curtis) se pone a perseguirla a ella para que no ocasione un incidente internacional en su búsqueda, pero en el fondo, Becca le cae bien, pues en su momento era de las mejores agentes, así que le echará una mano extraoficialmente.

LE VA A SALIR MÁS CARA LA BECA QUE PAGARLE AL NIÑO LA CARRERA

La serie es cortita cortita. Los diálogos son flojitos, por no decir otra cosa. No entiendo cómo Ashley Judd se ha metido en este fregado. ¿Qué necesitad tenía de hacer una serie donde su principal actividad es dar patadas a lo Jacky Chan? Se merecía un papel a su altura, es una monada de mujer, está estupenda, pero no se que hace en este producto de bajo presupuesto que parece una tv movie de serie B. No es creíble lo que vemos, y no me refiero sólo a la acción, que también.  Que ella sola lo haga todo sin apenas contactos no es muy factible. Además, hay casualidades demasiado facilonas, ese código madre-hijo tan oportuno como señal, la amiga de su hijo que lo cuenta todo como si estuviera en El Mentalista, sabiendo el peligro que corre. Y la más sangrante: esa cámara gigante en la calle que graba el rapto del hijo a plena luz del dia, con matrícula a la vista incluida. Por favor. Menudos raptores de pacotilla. 

¡ASHLEY JUDD PARA SPIDERWOMAN PERO YA!

Por cierto... ¿por qué no hay luz en las calles de Italia en las escenas nocturnas?¿Por qué tampoco la hay en el tren que la lleva a Francia? El agente de la CIA Dax que la persigue, con grandes frases como "La quiero aqui antes de que se enfrie este café" son de lo más absurdo. Todo resulta artificial, hecho sin ganas y poco creíble. Encima la trama nos deja fríos. Nos parece bien que pongan a una mujer luchando, tan increíble es como cuando lo hace un hombre, pero una cosa es ver peleas, y otra verla bajar cual Spider-Man una pared con más facilidad que si fuera bajando en ascensor. La pobre Ashley hace lo que puede con semejante papelón, poniendo cara de enfadada y habiendo entrenado lo suyo seguramente para patear a todo el que se le eche encima.

ES QUE NO LA VEO EN ESTE PAPEL. NI A ELLA, NI A NADIE.

Hay rumores de cancelación, aunque la audiencia tampoco es tan mala (algo más de 7 millones en el último episodio) pero obviamente esperaban más para esta versión de Bourne de andar por casa. Han prometido que Sean Bean saldrá en flashbacks, ya que su muerte dejaba en cameo su aparición. El pobre lleva una mala racha. También que la trama quedará cerrada en la primera temporada, lo cual es de agradecer. Eso  nos deja dos opciones, o el hijo está muerto y se venga en la segunda, o recupera su fe y vuelve a la CIA si el chico aparece sano y salvo. 

Está por ver que tengamos segunda temporada, porque ya ver el segundo episodio me da mucha pereza. Es evidente que quedan cosas por responder y que iremos sabiendo más cosas de ella y sus razones en los siguientes episodios. Pero lo que necesitamos de verdad es una razón para seguir viendo esta serie.