Ante todo hay que decir que este ha sido un episodio en el que comienzan a desvelarse algunos movimientos de los personajes ante la confrontación que se avecina. Si los dos capítulos anteriores digamos que sirvieron para presentarnos a los nuevos personajes de la temporada y ponerlos sobre el tablero de juego, en "What is Dead May Never Die", los acontecimientos
empiezan a precipitarse. Las ausencias más relevantes del episodio han sido Daenerys (Emilia Clarke), perdida en el Erial Rojo, Robb Stark (Richard Madden) y Stannis Baratheon (Stephen Dillane).
El episodio anterior nos dejó el cliffhanger de un Jon Snow (Kit Harington) golpeado por Craster (Robert Pugh) tras descubrir el fatal destino de los hijos varones de éste. Una vez más, Jon es recriminado por el comandante Mormont (James Cosmo) por meterse donde no le llaman, zanjando la cuestión con una terrible frase: "Los salvajes sirven a dioses más crueles que los tuyos o los míos". Se cierra así la cuestión dejada inconclusa en el episodio anterior, con la Guardia de la Noche teniendo que abandonar el poblado de Craster.
EL MAESTRE PYCELLE ES JULIAN GLOVER (EL IMPERIO CONTRAATACA), UN ACTOR AL QUE INTENTAREMOS VER EN EL SALÓN DEL CÓMIC DE BARCELONA |
Continúa el martirio de Sansa (Sophie Turner), rehén de los Lannister y condenada a casarse con el verdugo de su padre, el detestable rey Joffrey, que en este episodio no nos honra con su presencia. Una pena, porque el joven actor Jack Gleeson encarna a uno de esos villanos tan crueles de los que siempre esperas una nueva maldad, convirtiendo sus apariciones toda una gozada. Y gozada es siempre la presencia de Tyrion Lannister, la pequeña Mano del Rey, que no para de sorprendernos con las mejores líneas de guión de todo el show. En este episodio, Dinklage se prodiga en sus apariciones, y en cada escena nos gusta más y más. La escena en la que embauca a Lord Varys (Conleth Hill), Baelish (Aidan Gillen) y al Gran Maestre Pycelle (Julian Glover) para descubrir cual de ellos no le es leal es impagable.
Con esta treta, Tyrion no solo se quita de en medio a quien no le es fiel (al menos a quien es el menos leal), sino que consigue sacar de quicio a su hermana, la reina regente Cersei (Lena Headey). Otra a la que sacan de quicio en el episodio es a Sansa, a la que le es asignada la amante de Tyrion, Shae, la ex-actriz porno Sibel Kelilli, en un intento del Lannister porque pase desapercibida a sus enemigos en Desembarco del Rey.
TYRION, COMO SIEMPRE, SE LLEVA LOS MEJORES DIÁLOGOS |
Otro de los escenarios del episodio es Pyke, hogar de Balon Greyjoy (Patrick Malahide), padre de Theon, al que este acude para que se una a Invernalia en su lucha contra los Lannister. Sin embargo, tanto el frío recibimiento que le dispensa su padre como ver a su hermana ocupar el lugar que cree que le pertenece, hacen que Theon (Alfie Allen) se replantee al lado de quien quiere estar en esta guerra, que no es precisamente junto a quienes lo han acogido desde que era un niño, primero como rehén y luego como casi uno más de la familia Stark. ¿Qué supone este "cambio" de bando de Theon? Sin duda es un giro argumental que desembocará en hechos de terribles consecuencias para la casa Stark.
Y es precisamente en Invernalia donde sigue el pequeño Bran Stark (Isaac Hempstead Wright) teniendo sueños vívidos en los que ve a través de los ojos de su lobo Verano, mientras pregunta al Maestre Luwin (Donald Sumpter) por su significado. Durante la conversación con Bran descubrimos exactamente el significado del título de Maestre, una especie de doctor en las artes y seres mágicos, todo ello hace mucho tiempo olvidado y enterrado. La palabras de Luwin no son totalmente correctas, pues los caminantes blancos son muy reales y al menos un dragón ha vuelto a la vida.
EL REY RENLY NO ES PRECISAMENTE UN DEVOTO ESPOSO |
Otro de los nuevos escenarios de la temporada es el campamento de Renly Baratheon (Gethin Anthony), donde se nos presentan a dos nuevos protagonistas: Brienne de Tarth (Gwendoline Christie), la enorme guerrera defensora de Renly, y la esposa de este, Margaery Tyrell (Natalie Dormer), la cual parece ser bastante comprensiva con las inclinaciones sexuales de su marido. Allí se presenta Catelyn Stark (Michelle Fairley) para solicitar una alianza con su hijo Robb en su lucha contra los Lannister.
La parte final del episodio se centra en la pequeña Arya Stark (Maisie Williams) y la conversación que mantiene con Yoren (Francis Magee), su protector tras la muerte de su padre a manos de Joffrey Lannister. Y como ya hizo Syrio (Miltos Yerolemou) en la temporada anterior, Yoren vuelve a dar su vida para proteger a la pequeña de los Stark, un sacrificio inútil porque esta vuelve a caer en manos de los soldados de la casa Lannister.
ARYA VUELVE A CAER EN MANOS DE LOS LANNISTER |
La serie describe una curva ascendente en intensidad y densidad argumental. Los guionistas han ejecutado una verdadera proeza condensando lo narrado en las novelas de George R. R. Martin de una manera magistral, de la que otros guionistas y cadenas de televisión deberían aprender. Y, como he dicho, a la densidad se le une la intensidad, que en este episodio es muy tangible, sobre todo en las escenas de Arya y su apresamiento o la funesta decisión de Theon Greyjoy. El punto negativo del episodio es quizás la ausencia de Daenerys y Robb Stark, algo perdonable si tenemos en cuenta lo que ha avanzado el show en sólo tres episodios.
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