Fright Night (1985) cuenta la historia de un adolescente,
Charley, que descubre que su nuevo vecino, Jerry, es un vampiro. Charley es
aficionado a un programa de televisión sobre películas de terror presentado por
el actor Peter Vincent (atención, homenaje, Peter Cushing + Vincent Price) y
cuando Jerry empieza a acosar a la novia del joven, Amy,
(nombre tipo de novia del protagonista que, en algún momento, habrá que salvar) y a su mejor amigo Ed, Charley une sus fuerzas a Vincent contra el poderoso vampiro, aunque el presentador de televisión resulte no ser tan experto en el tema ocultista como pretende aparentar. Echando la vista atrás me da la impresión que en los años 80 debimos vivir en un universo paralelo, como esos que nos muestran en “Fringe”, donde se gestaron películas que partían de ideas demenciales pero que todos íbamos a ver y, además, nos gustaban mucho. Por eso, el mayor desafío del guionista del remake de esta película en el año 2011, Marti Noxon, consiste en contar esta ridícula historia de forma que a ninguno se nos caiga la cara de vergüenza.
(nombre tipo de novia del protagonista que, en algún momento, habrá que salvar) y a su mejor amigo Ed, Charley une sus fuerzas a Vincent contra el poderoso vampiro, aunque el presentador de televisión resulte no ser tan experto en el tema ocultista como pretende aparentar. Echando la vista atrás me da la impresión que en los años 80 debimos vivir en un universo paralelo, como esos que nos muestran en “Fringe”, donde se gestaron películas que partían de ideas demenciales pero que todos íbamos a ver y, además, nos gustaban mucho. Por eso, el mayor desafío del guionista del remake de esta película en el año 2011, Marti Noxon, consiste en contar esta ridícula historia de forma que a ninguno se nos caiga la cara de vergüenza.
FRIGHT NIGHT 1985 ¿POR QUÉ YA NO HACEN CARTELES COMO LOS DE ANTES? |
Y podríamos decir que ha hecho su trabajo con éxito.
Contando básicamente la misma historia que el original, el guionista de muchos
episodios de “Buffy, cazavampiros” centra sus esfuerzos en actualizar el
escenario y los arquetipos, de forma que no resulten (demasiado) risibles. En
la versión moderna, la acción se traslada al desierto, concretamente en las
proximidades de Las Vegas. Jerry (Colin Farrell) parece más el candidato al próximo anuncio de
Coca-Cola Light que el clásico vampiro dandy de inusitado magnetismo, y Charley (Anton Yelchin),
para nuestra sorpresa, no es un marginado que acaba siendo socialmente aceptado
después de superar un conflicto contra las fuerzas diabólicas.
DAVID TENNANT, LO MEJOR DEL FILM |
Mención aparte merece el nuevo Peter Vincent, interpretado
por un David Tennant post Doctor Who, un mago de Las Vegas conocedor del mundo
de los vampiros pasadísimo de rosca (impagables sus líneas de diálogos con su
ayudante/amante), lo más divertido del conjunto con diferencia. Si bien la historia es la misma que la del film de 1985,
existe una diferencia importante en el ritmo de la cinta, que es endiablado en
la nueva versión. Se suaviza el aspecto relacionado con la duda acerca del auténtico
vampirismo de Jerry, o más concretamente la negación por parte del entorno de
Charley de esa posibilidad, el rollo “La Ventana Indiscreta” digamos, para
meternos de lleno en una montaña rusa de peripecias que evita que nos
planteemos siquiera lo poco creíble de la premisa.
Se agradece que en lo que se refiere al mito vampírico, el
tono se acerque más al personaje como depredador, una imagen más cercana a “30 Días de Oscuridad” que al romanticismo dulce de “Crepúsculo” (hay varios
chistes en el relato sobre el tema), y que en cuanto a la estética, impuesta
por el desértico escenario, se haya optado por un aspecto que recuerda a
“Vampiros de John Carpenter” o incluso a “Abierto hasta al Amanecer”. Destacar, así mismo, ciertas soluciones socarronas en la historia,
como la lucha por su vida de Charley y Amy huyendo del vampirizado Ed (Christopher Mintz-Plasse) y de
Jerry en la mansión de Peter, haciendo uso de los objetos mágicos expuestos por
el mago y conseguidos por Internet, o la imaginativa forma del vampiro Jerry de
sortear la regla de no poder entrar en casa de Charley por no haber sido
invitado.
No es un tipo de película que guste a todo el mundo, es
verdad, pero el acierto de Fright Night (2011) reside, según mi opinión, en que
recupera un cierto cine de terror con un carácter lúdico que ahora mismo no se
hace, donde la diversión no empaña la tensión del relato. Esperemos que haya
más producciones que sigan esta línea.
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