ESTRENOS DE VIDEOCLUB. SIN LIMITES, DE NEIL BURGUER. LA CRÍTICA

De acuerdo. Técnicamente, no es un estreno de videoclub. La cinta lleva ya unos meses en las estanterías, pero qué queréis que os diga, esa carátula genérica con la cara de los protagonistas principales sobre fondo azul, ese título aún más genérico, Sin Límites, en este caso literal del original (Limitless)… Nunca me había parecido el mejor bluray para alquilar

como primera opción. Y si aún no sabéis de qué estoy hablando, acercaos este fin de semana al cine y tratad de identificar lo que sentís delante del cartel de la película Al Borde del Abismo.

UN PARECIDO MÁS QUE RAZONABLE

Eddie Morra (Bradley Cooper) es un escritor fracasado que tiene un contrato para escribir un libro pero no es capaz siquiera de empezarlo. De forma casual, entra en contacto con un medicamento, el NZT, capaz de permitirle aprovechar el 100% de su capacidad cerebral, con lo que consigue no sólo acabar su libro en un tiempo récord, sino convertirse en un exitoso agente de bolsa. Sin embargo, el uso de la droga le acarreará no poco problemas, como buscar la forma de seguir consiguiéndola, atenuar sus efectos secundarios, quitarse de encima a un mafioso que también pretende sacarle partido al NZT, dar esquinazo a la policía y mantener su trabajo como asesor del magnate Carl Van Loon (Robert de Niro).

EL JUEGO QUE DA UNA SIMPLE PASTILLA

Al igual que ocurría con la reciente In Time, aunque el argumento contiene elementos de ciencia ficción, en realidad la balanza se decanta más por el género del thriller. De hecho, la película se centra más en las peripecias personales de Morra que en profundizar en los motivos por los que una empresa farmacéutica podría desarrollar una droga de este tipo y mantenerla en secreto, o las posibles consecuencias sociales que pudieran derivarse de la misma.

Eso no quita que la película sea sumamente entretenida y que mantenga el interés hasta prácticamente el final. Aún así, hay ciertos planteamientos en la premisa que me hubiera gustado ver desarrollados más allá del simple esbozo. Me refiero, por ejemplo, a la adicción al éxito, esa necesidad de llegar más lejos que experimentan en cierta medida todos los consumidores de la droga, a su carácter faustiano, ya que todos los adictos terminan desorientados o muertos o a la paradoja de que estos parecen menos colocados cuando toman la droga que cuando no lo hacen.

ROBERT ¿QUÉ HACES EN ESTA PELÍCULA?

El final de la historia traiciona un poco lo que se nos cuenta, con un Eddie convertido en prácticamente un superhombre y venciendo a sus oponentes sin pagar ningún peaje, aunque el director trate de vestirlo de cierta ambigüedad en los comentarios del director. Ha prevalecido en este caso el “happy end” hollywoodiense. El DVD contiene un final alternativo, no feliz, más coherente y lógico, pero resulta tan anticlimático que casi prefiero el que se encuentra en la película.

El papel de Robert de Niro es bastante intrascendente y uno se pregunta que hace realmente en esta película, si pagar facturas o hacerle un favor a algún amigo. Bradley Cooper, que no había pasado de ser el amigo periodista que no se entera de nada de Jennifer Gardner en Alias, trata de hacerse un hueco en el star-system después del pelotazo de Resacón en Las Vegas, y quizás por eso puede encontrarse en su personaje rastros de un carácter disperso y canalla, aportados por el actor o añadidos por el guionista con su nombre en mente.

UNA DE LAS IMAGINATIVAS SOLUCIONES VISUALES DE LA PELÍCULA

Neil Burguer, un director casi desconocido, anima bastante la función con una serie de trucos visuales (zoom infinito, personas duplicadas…) inspirados diría yo en un atracón de videos de The Chemical Brothers, que representan de forma efectiva los diferentes estados que experimenta la mente del protagonista por efecto del NZT. En fin, que no es una película que os vaya a cambiar la vida, pero que es una opción más que digna para pasar un buen rato.