Si el episodio anterior de esta segunda temporada de The Walking Dead provocó cierta polémica entre los fans (y menos fans) de la serie por la inexplicable actuación de Lori (Sarah Wayne Callies), el capítulo de hoy no va a ser menos, y va a hacer que los ánimos de los seguidores de la serie se calienten un poco más. "Triggerfinger", el título del capítulo, no puede ser más acertado.
Aparte de hacer alusión a una dolencia relacionada con los tendones de la mano, "Triggerfinger" también se refiere al tiroteo en el que se ven envueltos Rick (Andrew Lincoln), Glenn (Steven Yeun) y Hershel (Scott Wilson) en el bar del pueblo. Cuando están a punto de marcharse, se ven sorprendidos por la llegada de los amigos de los tipos muertos por Rick. La situación se va de las manos y contemplamos una escena más propia de un western que de una serie sobre zombies, saloon incluido. Y aquí es donde sucede algo que, a la vista de la actuación tan expeditiva de Rick con los dos tipos del bar, me parece totalmente sin sentido. Han sido tiroteados por los amigos de los tipos muertos y casi matan a Glenn, a la vez que poco a poco van siendo rodeados por caminantes atraídos por los tiros. ¿Tiene sentido que Rick se preocupe por salvar al sujeto que casi los mata cuando su pierna queda ensartado en una valla? Pero, ¿no mató a dos de ellos casi a sangre fría?
Pero, ¿qué hay de Lori? Como he dicho más arriba, la actuación de la esposa de Rick al marcharse en su busca fue de todo menos coherente, metida con calzador por los guionistas de la serie. Al iniciarse el episodio vemos como Lori, increíblemente ilesa tras el aparatoso accidente, logra liquidar ella solita a dos caminantes. Hay que decir en honor a la verdad que la escena con los zombies es impactante y se agradece. Otra de las incoherencias que pueden apreciarse en el episodio es el hecho de que tras ser recogida por Shane (Jon Bernthal) vagando por la carretera en plena noche, llegan a la granja a pleno día, lo cual no deja de ser curioso. ¿Tan lejos llegó Lori con el coche? El pueblo no puede estar tan alejado de la granja porque Glenn y Maggie (Lauren Cohan) fueron a caballo por medicinas en un capítulo anterior.
Tengo la impresión que todo el asunto del accidente de Lori no ha sido más que algo prefabricado por los guionistas de la serie para introducir un par de zombies y añadir algo de tensión al episodio. Porque, pensemos, ¿a dónde ha conducido todo lo relativo al accidente? No ha tenido más consecuencias que un chichón para Lori, ni ha perdido el niño que espera ni nadie se ha puesto en peligro para rescatarla.
Otra de las cosas que han chirriado en este episodio ha sido que todo el grupo estuviera tan tranquilo sin saber si Rick y Glenn habrían tenido éxito en su búsqueda de Hershel. Incluso se permiten sentarse a cenar y decir que irán en su busca al amanecer. Qué poco les importan sus amigos y familiares, ¿no? Excepto a la imprudente Lori, claro está, la cual, por otro lado, se está convirtiendo en una auténtica arpía malmetiendo entre Rick y Shane. La escena en la cual Lori confiesa a su marido sus temores sobre Shane es casi de manual, ganándose a pulso la etiqueta de personaje más odioso de la serie.
El capítulo tiene un par de momentos que, o bien podrían haber acortado, o bien se los podrían haber ahorrado directamente. Me refiero a la escena en la que Shane habla con Lori y se sincera ante ella diciéndole que todo lo que ha hecho hasta ahora ha sido porque la quiere, a ella y a Carl (Chandler Riggs). Esta escena huele demasiado a melodrama barato y, en mi opinión estaba de más. La otra escena que veo con poco sentido para la historia es la conversación de Maggie y Glenn. ¿De verdad importa mucho que este se bloqueara en pleno tiroteo y quiera confesarlo a Maggie? En mi opinión, puro relleno.
Otra de las incógnitas que nos deja el capítulo es donde quieren ir a parar con la relación entre Daryl (Norman Reedus) y Carol (Melissa Suzanne McBride). ¿Qué busca ella en el? ¿Alguien a quien querer o proteger ahora que su marido y su hija están muertos? En definitiva, el episodio ha sido bastante más movido que el anterior, con más zombies pero con algunos fallos en el guión preocupantes. La serie sigue manteniendo un buen nivel, pero hay situaciones en la que los personajes no actúan como sería lo lógico: la decisión de Lori, la de Rick de ayudar al tipo que les disparó, la actitud casi masoquista de Carol con Daryl...Estas incoherencias en la trama no pueden disculparse porque aparezcan más zombies, porque si no, ya no estaríamos viendo The Walking Dead, sino otra serie más de muertos vivientes con muchos tiros pero con un mal guión.
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