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AMERICAN HORROR STORY, EPISODIO 9: "SPOOKY LITTLE GIRL". LA CRÍTICA

Volvemos a comenzar con un asesinato, esta vez basado en el famoso caso de la Dalia Negra, donde una joven, guapa (y arruinada) aspirante a actriz, Elizabeth Short, interpretada por Mena Suvari (American Beauty) sufre un atroz crimen que traerá consecuencias a la consulta del doctor Harmon (Dylan McDermott). Hayden (Kate Mara) vuelve a aparecer y, mientras no salga de la casa, demuestra que es capaz sacar mucho partido a su tangibilidad a pesar de su condición de espectro, tanto para seducir al joven amante de Constance (Jessica Lange) como para subir el porcentaje de espíritus en la casa.

MENA SUVARI ES LA DALIA NEGRA, VÍCTIMA DE UNO DE LOS CRÍMENES MÁS
 FAMOSOS DE LOS AÑOS 40'S

Vivien (Connie Britton) está ingresada en un psiquiátrico y las visitas que tiene tanto de Ben como de Constance demuestran que ninguno de los dos están muertos. Todavía. Violet (Taissa Farmiga) no aparece en este episodio, algo que, viendo que su madre está en un psiquiátrico, va dando forma a su fallecimiento. La noticia de que los gemelos de Vivien tienen distinto padre hace que la reacción de Ben sea demasiado cruel e inconsciente en alguien que es psiquiatra y debería tener más conocimiento sobre las conclusiones apresuradas del cerebro y las certezas que de ellas se sacan. Ben sigue sufriendo múltiples tentaciones sexuales, no ya las de la sirvienta, sino también de la nueva aparición, Elizabeth Short. Aguanta estoicamente. Es más, tras reflexionar sobre la posibilidad de que fuera cierto lo que defiende Vivien de que fue violada por el hombre de goma hace que vea a la sirvienta realmente como lo que es, como una anciana. "Felicidades, señor Harmon. Empieza a ver las cosas como realmente son", le dice Moira (Frances Conroy) al Dr. Harmon.

DESGRACIADAMENTE A BEN SE LE ACABÓ VER ESCENITAS DE ESTE TIPO

Tal y como suele suceder con las series de estos creadores, da la sensación de que no vamos a tener un final a la altura de la temporada. Nos acercamos a la conclusión y estamos viendo algunos desvaríos. ¿A qué viene que el hijo de Vivien engendrado por Tate (Evan Peters) pueda ser el Anticristo? ¿No es eso mucha grandilocuencia? Y Constance, ¿por qué recrimina a Tate tan duramente dejar embarazada a Vivien? ¿Acaso ella no le dio vísceras, al igual que en La Semilla del Diablo, para alimentar la supuesta bestia? ¿No lo sabía ya?¿Y Hayden? Parece muy bien adaptada a su papel de muerta, ¿por qué no se venga de Ben y lo mata, si ya le ha dejado claro que no la quiere, en vez de acabar con el querido de Constance, que ni le va ni le viene?

¿ES TATE EL PADRE DEL ANTICRISTO? A LOS GUIONISTAS SE LES VA LA PINZA

A pesar de estos momentos algo discutibles, la serie sigue destacando en otros momentos. Por un lado, el flash back en el que nos cuentan el inicio del romance entre Ben y Hayden es de una naturalidad y credibilidad pasmosa. Un personaje que se nos ha presentado como una loca de atar en todas sus apariciones, en un momento entendemos cómo cayó rendida ante el irresistible profesor con problemas en casa. Otro momento que define la personalidad de Constance es la maldad con la que agrede a su joven novio y vuelca toda la frustración de su triste vida en él. Perfectamente llevado también. A pesar que pueda ser una serie histriónica y exagerada en muchos momentos, excesiva incluso, pocas series tienen diálogos tan creíbles y naturales, incluso en las circulstancias que, esperemos, son totalmente ficticias. Esperemos que en los tres episodios restantes, obtengamos un final que finalmente sí esté a la altura de la serie.

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