Normalmente, el episodio que antecede al último de la temporada de una serie suele ser bastante tranquilo, así el final nos impacta más. No en American Horror Story. Viajamos al año 1984 en el que Tate (Evan Peters) es un niño que crece ignorado por su depresiva madre Constance (Jessica Lange). Finalmente, acaba en el sótano donde rápidamente es atacado por
Thadeus, el monstruito deforme que creó el primer cirujano con el cadáver de su bebé. Quien evita una tragedia es Nora, su mujer. Una supuesta deuda que intentará cobrarse más adelante. Los codiciados bebés de Vivien (Connie Britton ) hacen que Violet (Taissa Farmiga) descubra el malévolo plan que tiene la pareja de gays respecto a ellos: robarlos y mantenerlos en la edad ideal de bebés para siempre como sólo esa casa permite. Constance sabe que uno de ellos es su nieto y no está dispuesta a que lo críen unos desviados.
Thadeus, el monstruito deforme que creó el primer cirujano con el cadáver de su bebé. Quien evita una tragedia es Nora, su mujer. Una supuesta deuda que intentará cobrarse más adelante. Los codiciados bebés de Vivien (Connie Britton ) hacen que Violet (Taissa Farmiga) descubra el malévolo plan que tiene la pareja de gays respecto a ellos: robarlos y mantenerlos en la edad ideal de bebés para siempre como sólo esa casa permite. Constance sabe que uno de ellos es su nieto y no está dispuesta a que lo críen unos desviados.
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Violet intenta informarse a través de la "vidente del Craiglist" ( menudo curriculum ) para echar a los gays y que no dañen a sus hermanos. Que Ben recoja a Vivien del hospital hace que esta se ponga de parto inevitablemente en la casa guiada por Constance. El parto es asistido por el peor médico fantasmal posible, ante la extraña reacción de Ben. Frente al montaje de enfermeras ensangrentadas y una sala de partos de los años veinte surgida de la nada en el salón de su casa, se queda como si nada pasara. El final de Vivien es el que podemos esperar viendo el tono de la serie, y la asistencia médica que tiene. No nos dejan ver los gemelos, aunque nos da la impresión de que uno ha nacido muerto...¿Acaso importa?
PARA BEN, DESVANECERSE DE LOS COCHES ES ALGO MUY COMÚN |
Este episodio daba la sensación casi de ser el último. Unos pocos minutos más de metraje y podrían haberlo hecho. Ya nos hacemos una idea bastante acertada del desenlace. ¿Se marcha Ben con el niño vivo o todos acaban como seres espectrales? Chad (Zachary Quinto) demuestra ser una diva a la altura de Constance, la cual, entre sus muchas virtudes, podemos añadirle la de homófoba. El momento en que Chad llama a Tate Norman Bates Junior, así como la brujería de Violet para que desaparezcan de la casa son muy divertidos. No nos queda claro por qué Constance dice que los niños no pueden nacer en la casa, si luego lleva a Vivien flechada para parir allí sin plantearse ni llamar una ambulancia.
ASÍ, SI... |
Ben no parece estar enterándose de nada, ya que se dedica a ser un espectador ajeno a su realidad sin participar en ella. ¿También te droga la casa, aparte de matarte? ¿Desaparece su hija de detrás del coche camino del hospital y se queda tan tranquilo?
ASÍ NO. |
En fin, que sólo nos queda esperar al último episodio, sabiendo que la segunda temporada cambiará de familia y ubicación, así que todo debe quedar cerrado en lo que a los Harmon se refiere. Ya los estoy echando de menos.
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