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AMERICAN HORROR STORY, EPISODIO 7: "OPEN HOUSE". LA CRÍTICA

Comenzamos, como viene siendo habitual, con otro suceso atroz ocurrido en el año 1994. Esta vez, vemos a otro de los cuatro hijos de Constance (Jessica Lange) sufrir un destino similar al de su hermano Tate, solo que en este caso solo es una víctima inocente de las circunstancias. La relacion entre los personajes se sigue revelando y sabemos la verdadera naturaleza de
la relación entre Larry (Denis O´Hare) y Constance. Esta mujer es la raiz de todo lo que va sucediendo en la casa. Los intentos de la familia por vender la propiedad parece que van dando frutos, pero las intenciones de tirarla abajo de un comprador interesado, hace que Constance tome medidas en su estilo habitual para impedirlo. A ella no le importa quien viva en la casa, pero si necesita que siga en pie para que los fantasmas de sus familiares la habiten.

UN INTERESADO COMPRADOR QUE SE HA CREÍDO IRRESISTIBLE...
Ben (Dylan McDermott) no duda en amenazar a Larry cuando se entera que se ha presentado en la casa haciéndose pasar por un comprador. Le advierte que no se acerque a su familia y le revela que ha investigado sobre él y es consciente de sus mentiras. Larry le confiesa el verdadero interés que le lleva a querer la casa. Seguimos sin tener la certeza de si Violet (Taissa Farmiga) está muerta o no, pues sus padres la siguen viendo tal y como ven a Tate (Evan Peters). La chica reclama lo a gusto que está con la casa y representa un freno para sus padres sobre si finalmente venderla.

¿NO ESTÁS SIENDO MUY DURA CON ÉL, VIVIEN? MIRA QUE EL MERCADO
DE HOMBRES ESTÁ PEOR QUE EL DE LA VIVIENDA
Vivien (Connie Britton) recibe la noticia de que espera gemelos...¿no serán pelirrojos, no? También nos ofrecen más detalles de lo qué sucedió con la primera pareja protagonista y nos dejan con un buen cliffhanger. Ante esto último, el más atrevido saldría de la casa sin preocuparse de a donde ir. Veremos cómo nos lo explican en el episodio 8.

¡SOY CONSCIENTE DEL DESEO QUE DESPIERTO EN TODOS LOS HOMBRES!
Si el humor y las referencias indisimuladas a otras películas están presentes en la serie desde el principio, en este episodio es cuando más se acentúa: la pelotita en el altillo con la criatura escondida al igual que en la película "Al final de la escalera"; la conversación subida de tono entre la sexy asistenta y el interesado en comprarla, vista por Vivien, que la ve como a una anciana; la frase de la agente inmobiliaria sacando la pistola, "porque hay muchos hombres de minorías deseando violar a una mujer como ella sobre la encimera"; Larry mirándole el culo a Vivien...

ESCENA CON POCA FICCIÓN
La elección de los personajes secundarios sigue siendo genial y cuidada, desde el repelente, machista y pagado de si mismo comprador armenio, hasta la mujer de Larry, impagable la expresión de su cara. La única razón para casarse con una mujer así debe ser el gusto por divorciarse de ella. Las escenas sexys son exageradas y divertidas. La inflexibilidad de Vivien respecto a Ben se hace un poco incomprensible, y más cuando le vienen gemelos y el problema que tienen es de infidelidad puntual y no de incompatibilidad. Ben se desvive por su familia y cuida de ellos como puede, cosa harto complicada en semejante residencia.

FAMILIA DESAFORTUNADA E INFELIZ DONDE LAS HAYA
Nos acercamos al final de la temporada y nos sigue quedando pendiente un hijo de Constance. ¿Será el que según ella era perfecto? ¿O ese era Tate? Esta mujer puede llamar perfecto a cualquier cosa, visto la serie de desgracias que le han caído encima. Si desaparece la casa...¿desaparecen ellos? ¿Cuántas personas pueden haber enterradas bajo esa casa? En fin, otro emocionante y recomendable episodio de una serie que no decae en interés ni en ritmo, algo digno de elogiar y que ha sido reconocida en su nominación a los Globos de Oro.

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