Una vez comentada las aproximaciones clásicas del mito en la entrada anterior, pasamos a hablar de la concepción moderna del zombi, que pertenece casi completamente a la película de George A. Romero, La noche de los muertos vivientes. La cinta narra la lucha por la supervivencia de un grupo de personas de diversa procedencia, una pareja de jóvenes
enamorados, un matrimonio y su hija, un joven negro y una muchacha que es atacada cuando visitaba la tumba de su padre en un cementerio. Los protagonistas quedan atrapados en una casa mientras son acechados por un número creciente de no muertos.UN FILM SERIE B QUE MARCÓ TODO UN SUBGÉNERO, EL DE LOS ZOMBIES |
Se trata de un argumento simple con similitudes más que notables con Soy Leyenda de Richard Matheson y, en menor medida, con Los Pájaros de Alfred Hitchcock, pero que resulta muy efectivo. Un aspecto semidocumental potenciado por el blanco y negro e impuesto sobre todo por las evidentes limitaciones presupuestarias, proporciona el realismo necesario para hacer aún más terrorífica la propuesta.
Aquí los zombis son descritos como cadáveres tambaleantes y en descomposición con un apetito voraz por la carne humana. En esta película se propone una serie de reglas inéditas que han sentado las bases del género hasta la actualidad. En oposición al zombi resucitado por el vudú, nadie controla a estas criaturas, no existe ningún mago o doctor malvado como causa primigenia del horror y, por tanto, no existe una forma clara de acabar con el mal. Por el contrario, se trata el fenómeno como algo imparable y apocalíptico, una fuerza incontrolable de la naturaleza, una plaga bíblica. No se entra en demasiado detalle acerca del origen de los monstruos, no se especifica si es la radiación o algún otro fenómeno extraño pero realmente no es importante para lo que se quiere contar. El zombi carece de alma o individualidad, con lo cual su identificación con la masa que nos rodea no se hace esperar. Cualquier persona que tengamos a nuestro alrededor puede transmutarse en un muerto viviente, si no lo ha hecho ya. Nosotros tampoco escapamos a tan cruel posibilidad.
LOS SUPERVIVIENTES SE CONVIERTEN EN UNA AMENAZA MAYOR QUE LOS ZOMBIES |
El zombi según se entiende en esta película no es una criatura peligrosa, no es rápida, ni inteligente y puede eliminarse con un tiro o un golpe fuerte en la cabeza. Sólo cuando se juntan un gran número de ellos es cuando hay que echarse a temblar. Sin embargo, en esta situación extrema es cuando surge lo peor del ser humano y el individualismo, la intolerancia y la incapacidad para ponerse de acuerdo es lo que acaba realmente con el grupo, más allá de la horda de muertos vivientes.
Es la estética, la forma de entender el pánico en imágenes y el pesimismo que imprime toda la obra lo que hace que sea considerada por muchos como la primera película de terror moderna, precursoras de obras de culto de los 70's como La Matanza de Texas o La Última Casa a la Izquierda.
CARTEL ESPAÑOL DE LA PELÍCULA, TODA UNA OBRA DEL ARTE "PULP" |
Si no han visto aún esta película de 1968 no duden en hacerlo, busquen una copia pirata si es necesario (total, nadie les va a perseguir, puesto que por un error burocrático la película no tiene copyright). Quizás le parezca un poco antigua y ya superada, pero fue la que hizo posible que hoy, por ejemplo, pueda esperar con ansiedad el siguiente capítulo de The Walking Dead.
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