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EL SOLITARIO EN EL SALÓN DEL CÓMIC DE BARCELONA (II)

Como comentamos en el anterior post, no solo cómics pudimos encontrar en el 29º Salón del Cómic de Barcelona. También las distribuidoras  cinematográficas apostaron fuerte por sus próximos estrenos relacionados con el mundo del cómic. Entre los stands más visitados y fotografiados estaba el de X-Men: First Class, un gran muro coronado con alambre de espinos presidido por una gran X, símbolo de la escuela para jóvenes talentos del profesor Xavier, con el casco de Magneto resguardado de los fans por una vitrina.


Otra de las películas promocionadas era la del Capitán América, representada por un gran stand en forma de arco bajo el cual podías tocar y fotografiarte con una réplica bastante exacta del escudo que porta Steve Rogers. También el Dios del Trueno pasó por el Salón, dejando su fiel martillo Mjolnir sobre una roca para que todos pudiésemos sentirnos por unos momentos un aesir más. Me pregunto si tanto el martillo de Thor como el escudo del Capitán no habrán desaparecido entre tanto entusiasta comiquero.

Una de las exposiciones relacionadas con los superhéroes Marvel era el diorama "Panzers contra Superhéroes", donde se recreaban a escala escenas de la II Guerra Mundial, mezclando a los nazis y Cráneo Rojo con el Capitán América o Nick Furia. Las figuras, de gran detallismo, me recordaban los "geyperman" de mi niñez.


Una película por la que parece que la Warner está apostando en firme es Green Lantern. El stand, con una pequeña sala de proyecciones, contaba además con vitrinas en las que se mostraba todo el merchandising que se nos avecina sobre el héroe esmeralda. Por supuesto los inefables Transformers no podían faltar al evento, con una exposición donde el protagonista era un Chevrolet Camaro amarillo, alter ego del autobot Bumblebbe.

La presencia de la "industria" cinematográfica patria estaba representada por el stand dedicado a El Capitán Trueno, film sobre el aventurero medieval creado por Víctor Mora y Miguel A. Zaragoza. En el stand se exponían los ropajes y armaduras de los protagonistas de la película. El film merece una entrada aparte, por lo que no me extenderé aquí en criticarlo.

Original de Jordi Bernet

Casi un tercio de Ficomic estaba dedicado a exposiciones temáticas, áreas de juegos, talleres de dibujo y maquillaje y actividades más o menos relacionadas con el noveno arte. Al estar dedicado este año el salón a la temática zombie se habilitaron talleres donde podías convertirte en poco tiempo en un no-muerto salido de una película de Romero. Hay que destacar la gran exposición de dibujos originales de los más variopintos autores, la mayoría españoles, dedicada a estos desagradables personajes.

Nada más entrar en el Salón nos encontramos con una exposición sobre la genial creación de Edgar R. Burroughs, Tarzán, con originales de Burne Hogarth, Harold Foster o Joe Kubert. Lo mejor de este Salón es la profusión de actividades y exposiciones aparte de los stands de ventas. Para disfrutarlo plenamente es necesario acudir todos los días del evento, pues en sólo dos días no nos fue posible asistir a las mesas redondas y presentaciones que se celebraron paralelamente.

Dos miembros de la Legión 501

Entre los asistentes al Salón estaba la Legión 501, agrupación de fans del universo Star Wars. Estos enamorados de la Guerra de las Galaxias se fabrican sus disfraces, sus armas y accesorios, toda la parafernalia de la inmortal saga. Y como no, no podían dejar de asistir al evento de Barcelona. En una conversación mantenida con uno de sus miembros (disfrazado como artillero de la Estrella de la Muerte) éste me informó que entre sus actividades estaban las visitas a las plantas infantiles de los hospitales, alegrando con sus vistosos disfraces más a los sufridos padres que a los pequeños.

Como conclusión podemos decir que el Salón de Barcelona, a pesar de la cacareada crisis, es un evento de primera magnitud en lo que a cómic en general se refiere. Aunque el repertorio de autores internacionales este año ha sido menor, los que han asistido no carecían de importancia. Los amantes del cómic nacional podían encontrarse con casi todas las figuras importantes, tanto guionistas como artistas. Las colas para las firmas de ejemplares, al menos el jueves y viernes, no eran desalentadoras como en un principio me temí.


La abundancia de stands con una variadísima oferta convierten la visita la Salón en algo imprescindible para los coleccionistas y completistas del cómic europeo y americano. La presencia de stands con merchandising no es mayoritaria, como en otros salones como el de Granada con muy pocos stands de cómics propiamente dichos. Es destacable el precio abusivo de las camisetas de toda índole en casi todos los expositores. Los precios no bajaban de los 15€, de ahí para arriba. Contrastaban los precios de las figuras, muy variadas y con precios ajustados en general.

De esta primera experiencia en Ficomic he sacado varias enseñanzas. Una de ellas es no comer dentro del Salón: la comida es pésima y muy cara. La otra es no viajar a Barcelona en avión. Si tienes pensado comprar muchos cómics y/o merchandising viaja en tren o automóvil. El llenar las maletas con kilos y kilos de cómics, tomos y merchandising te puede suponer una desagradable sorpresa en el aeropuerto. 

Ya estoy pensando en el próximo Salón, que se celebrará entre los días 3 y 6 de mayo del próximo año. Si los dioses de Asgard lo permiten estaremos allí para contaros nuestras experiencias e impresiones del que es el primer evento sobre cómics en España.

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