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La Espesa Niebla de Frank Darabont

Veo últimamente una tendencia muy clara en el fantástico. Películas como Monstruoso, El Incidente o La Niebla nos presentan fenómenos y criaturas casi incomprensibles, apenas esbozados. Casi podría decirse que tanto la película de Matt Reeves como la de Frank Darabont son la misma historia, solo que a Nueva York no ha llegado la niebla, solo los monstruos.


Sea una tendencia o no, lo cierto es que estas películas muestran una naturaleza que se rebela contra el hombre. En el film Monstruoso no se explica el origen del behemot que asola la Gran Manzana, lo deja a nuestra imaginación. En El Incidente de M. Night Shyamalan tampoco está muy claro el origen del caos. Sólo en la cinta de Darabont se ofrece una somera explicación a los alucinantes fenómenos.

No voy a tratar de indagar en las causas de este cine catastrofista y pesimista. Creo que las motivaciones son claras. El alarmismo, fundado o no, por el cambio climático tiene bastante culpa. La amenaza latente del terrorismo invisible también influye en las historias llevadas al cine.

La Niebla es una película profundamente pesimista, desalentadora. Casi desde el comienzo se intuye el final, trágico y apabullante como hacía tiempo no veía en la gran pantalla. La historia en sí es increíble, pero la habilidad del director la transforma en algo muy parecido a la realidad. Lo que más miedo provoca esta película no son las bestias surgidas de la niebla, sino la transformación de las personas atrapadas en el supermercado. Es terrorífico como el mesianismo y el fanatismo pueden arrastrar multitudes, cómo situaciones límite fuerzan a cambiar a las personas, tanto para bien como para mal.


Para mí, la película resultó una delicia. Desde el inicio podemos ir encontrando guiños a todo espectador friki que se precie de serlo. El protagonista, el actor Thomas Jane, está inspirado en el ilustrador de carteles cinematográficos Drew Struzan. La escena inicial en el estudio del protagonista es para analizarla a fondo. En la pared vemos colgados carteles de películas reales realizados por el propio Struzan, como La Cosa de Carpenter, todo un presagio de lo que vendría a continuación. El cuadro en el que trabaja Thomas Jane es el de una hipotética película basada en La Torre Oscura del propio Stephen King, autor del relato en el que se basa La Niebla. En dicho dibujo vemos un pistolero,con una flor y una torre a los lados. Todo un homenaje al maestro del terror.

A lo largo de la cinta hallamos guiños cinéfilos aquí y allá. Cuando el grupo de supervivientes entra en una farmacia en busca de medicamentos, Jane toma de una estantería un cómic de Hellboy para su hijo.¿Casualidad? El reptil volador que se estrella contra los cristales del supermercado me recordó a Los Pájaros, de Alfred Hitchcock. Las arañas gigantes lanzadoras de redes de ácido son un claro homenaje a nuestros aliens favoritos, método reproductivo incluido. Incluso el monstruo gigante del final parece el mismo que el de la película Monstruoso.

En definitiva, una película para no perderse, dirigida tanto a frikis como a todo aquel que le guste el buen cine.

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