Tras años de espera y una primera película que, tras gastar millones y millones en producción, nunca se produjo, nos llega la Liga de la Justicia. Desafortunadamente, ha sido imposible sustraerse a la ola de críticas negativas que nos llegaban de los profesionales del medio. A pesar de que la ilusión porque fuera una buena película y consolidara el Universo DC cinematográfico se complicaba con esta nueva ola de críticas, obviamente fuimos a verla, no sin cierto miedo. Y esta es la conclusión.
Como lector de cómics de superhéroes, y sobre todo de DC, tengo que dar las gracias a Warner y a Zack Snyder. Porque se han gastado una millonada en hacer películas para mi y para el reducido grupo de personas que compramos y leemos cómics. Por desgracia, no parece que el gran púbico haya entendido tan bien producciones como Batman V Superman ni las grandes intenciones y el tremendo cuidado y respeto que hay tras cada detalle. De la crítica ya ni hablamos, porque eso da para otro artículo.
Hace tiempo que no disfrutaba tanto en el cine. Ya en la primera escena en la que Batman aparece en acción, decidí que tenía que comprar esta película. Una gozada visual que nos trae un Batman que domina la acción y su Gotham. Un Batman calcado de los mejores cómics, el Batman urbano que, aunque se enfrente a una amenaza alienígena, nos ofrece un momento de lo que debe ser su rutina nocturna. La presentación del resto de héroes no es menos brillante, con una escena de acción de Wonder Woman fantástica y hoy día, con el avance del CGI, es decir mucho. En cuanto a Flash, entiendo que a los seguidores del personaje no les convenza esta versión tan nerd del mismo, ya que no corresponde a lo que Barry Allen es en los cómics, pero es bastante agradable en el conjunto y no desentona. Ofrece grandes momentos, desenfadados por un lado, y con efectos especiales que hacen que no nos acordemos de que hay una serie televisiva que se llama The Flash. Teniendo en cuenta que muchos pedían al mismo actor protagonista, es todo un logro.
NOS QUEDAMOS CON MUCHÍSIMAS GANAS DE MÁS GOTHAM, MÁS GORDON, MÁS ALFRED Y MÁS BATMAN |
En cuanto al criticado Cyborg, me pareció ver en pantalla al mismo Cyborg de Los Titanes de Wolfman y Perez. Soy de los que piensa que su lugar natural es con Los Titanes, y que un Detective Marciano o un Green Lantern habría estado mejor como nuevo miembro. Hecha la elección, me ha gustado su concreta y breve presentación. En cuanto a Aquaman, he leído bastantes cómics para saber que no se parece a la representación que hemos visto en pantalla. Ni físicamente, ni en la personalidad de tipo duro y cerrado. Eso me habría valido para Green Arrow, pero su falta de superpoderes habrá hecho que no fuera una opción para una amenaza galáctica.
En cuanto a Superman, solo tengo una pega: que no hiciera un seguro de vida para su madre. ¿De verdad se puede salvar el mundo mientras tienes a tu madre en la indigencia? El problema de tener que quitarle el bigote por CGI a Henry Cavill (el rodaje de esta película está gafado hasta en lo más absurdo) se nota bastante, pero es un pequeño detalle. En general, lamento lo mismo que con los demás: que no tenga más tiempo en pantalla.
Justice League ha tenido el problema de cargar con la inseguridad de ser considerada clave para que el Universo DC consiguiera por fin congraciar a la crítica y al público. Eso unido a un presupuesto estratosférico y a los nervios de un montón de ejecutivos que saben tan poco de cine como de cómics, no ha sido bueno. Ello ha llevado a un recorte excesivo en la duración, al rodaje de nuevas escenas, a no querer contar más de lo estrictamente necesario para que se entendiera. Cambiar a Snyder tenía detrás algo más que su tragedia personal: dos películas, Man of Steel y Batman V Superman, que no fueron el éxito comercial que Warner esperaba y un tono que parecía repetirse.
AL MENOS, LA PELÍCULA DE AQUAMAN YA NO NOS LA QUITA NADIE |
Si a Justice League la entendemos y juzgamos como la traslación de un cómic a la gran pantalla, es una maravilla. Eso no significa que haya que ser un friki para entenderla o disfrutarla. Sencillamente, sirve para entender que no es que vayan de un lado a otro dando saltos, es que cuando lees un cómic, es así. No es que algunos escenarios tengan un aire cartón piedra, como cuando sale Ciborg o la propia Gotham, es que nos reflejan el aspecto que tendría en la realidad lo que leemos en los cómics. Visualmente el señor Snyder y su equipo no tienen parangón, algo que por desgracia no se le valora nunca. Los trajes de los héroes son impecables, la escena del inicio reflejando la ausencia de Superman está magníficamente rodada, con un gusto y un estilo propios del director. Una clase que ha sido ignorada por la crítica, pero eso es otro tema al que ya nos dedicaremos.
Justice League es la reunión de parte de los héroes DC (faltan muchos) con una historia sencilla, en la que una amenaza inminente hace que deban reunirse para luchar contra ella. El villano es algo genérico, pero los seres espaciales que vienen a conquistar el mundo suelen serlo, al menos para el cine. La interacción entre ellos funciona perfectamente, las escenas de acción son grandiosas y abundantes, algo que últimamente se está olvidando en el cine de superhéroes. El humor no es excesivo, sino que surge de forma natural, como en la vida de todos nosotros.
UN SUPERHÉROE QUE SALVA EL MUNDO ENTERO... MENOS A SU MADRE |
A diferencia de estrenos como Thor: Ragnarok o Spider-Man Homecoming, que no sólo no merecen un recuerdo en mi cabeza (al menos bueno) y me tuvieron mirando el reloj todo el tiempo, no quería que terminara Justice League. Me pasaría horas viendo este mundo y sabiendo cómo le va a cada uno de ellos. Cómo se monta el centro de reuniones en la Mansión Wayne, y si se desarrolla una relación entre Wayne y Diana, algo que también se insinúa en la serie animada. Encima, las dos escenas post-créditos son brutales, sobre todo la segunda, causando el mismo efecto que la película: quiero más de eso, mucho más.
No puedo esperar a verla otra vez y a comprarme el blu-ray con las versiones extendidas que salgan. Las que sean, me da igual. Una pena que el señor Snyder no será reconocido como merece por su trabajo, sino todo lo contrario. Es evidente que las críticas de todos aquellos que no saben lo que van a ver, ni de donde viene lo que están viendo en pantalla, ni lo que debe transmitir, han tirado por el odio y la crítica fácil. El tiempo quizás ponga a esta película en el lugar que merece. Para mí ya está en el olimpo de películas que, de verdad, van de superhéroes.
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