TOP 10, DE ALAN MOORE Y GENE HA. LA CRITICA

Un recién llegado al mundo de los cómics podría pensar que un autor como Alan Moore, todo un tótem gracias a obras tales como Watchmen, La Broma Asesina o V de Vendetta, es un autor incapaz de ofrecernos un material más ligero y de fácil digestión. Pues sí, es capaz de ello, y además sin perder un ápice de la calidad que suele imprimir a la mayoría de sus trabajos. Estoy hablando de Top 10, una colección de doce números que, aunque publicada entre 1999 y 2001 bajo el sello de Wildstorm America's Best Comics, aún conserva una frescura e interés que para sí ya quisieran otros cómics más modernos.

Editada nuevamente por ECC Ediciones en un estupendo volumen, los 12 números de Top 10 narran el día a día de una comisaría de policía muy especial, la de la ciudad de Neopolis, habitada únicamente por superhéroes, villanos, extraterrestres y robots. Lógicamente, las fuerzas del orden deben estar a la altura para enfrentarse a superamenazas, por lo que los miembros de la Comisaría número 10 (conocida por su personal con el sobrenombre de Top 10) son, o han sido, superhéroes.

Moore, junto al dibujante Gene Ha, plasman en este cómic de manera preciosista y detallada la vida cotidiana de unos policías que deben enfrentarse a seres que sobrepasan con sus habilidades y poderes a cualquier humano normal. Sin embargo Moore, lejos de apabullarnos con lo clásico, épicas batallas y destrucción por doquier, nos sumerge en historias mundanas y cercanas. Así, los crímenes a los que hacen frente los policías de la Comisaría 10 son los que nos encontramos día a día en las noticias: tráfico y consumo de drogas, asesinatos pasionales, venganzas, homicidios involuntarios, abuso de menores, etc, etc.

La elegida para hacer de guía en esta historia es la joven e inexperta Robyn "Toybox" Slinger, hija de un antiguo superhéroe, la cual es asignada como compañera del hosco Jeff Smax, un grandullón que parece guardar un secreto que, sin embargo, no nos es revelado en estos 12 números. Toybox nos introduce en la historia, historia que pronto toma otros protagonistas. Y es que, en realidad, Top 10 es un cómic coral en el que prácticamente todos y cada uno de los personajes tienen su protagonismo. Esta es precisamente una de las grandes virtudes de este cómic, el saber enlazar toda una serie de historias individuales sin dejar apenas cabos sueltos. Y ello sin que nos perdamos en la trama ni caigamos en el aburrimiento.

Esta es precisamente una de las grandes virtudes de este cómic, el saber enlazar toda una serie de historias individuales sin dejar apenas cabos sueltos.

A la historia hay que sumarle el apartado gráfico, a cargo de Gene Ha y Zander Cannon. Sin el estilo detallista de Ha y Cannon, posiblemente este cómic no sería lo que es, y dudo que hubiese funcionado tal y como lo hace. Cada página, cada viñeta, alberga multitud de personajes que rinden homenaje, disimulado a veces, otras no tanto, a héroes y villanos de DC y Marvel o a novelas y películas de ciencia ficción. Cada página es un reto para el lector de cómics y, como si de un libro de Buscando a Wally se tratara, completar cada capítulo puede demorarse más de la cuenta debido a que seremos incapaces de dejar de buscar personajes, guiños y referencias a tebeos que hayamos leído.

Ya había leído hace años este cómic y debo decir que, con el paso del tiempo, mi impresión del mismo no ha hecho otra cosa que mejorar. Top 10 es de esos cómics que, llegada a la última página, lamentas que no continúe durante otras 100 más. Esperemos que ECC Ediciones se atreva con los spin-offs de esta magnífica serie: el centrado en el agente Smax; Top 10: The Forty-Niners, contando el origen de Neopolis y los primeros policías de la Comisaría 10; y Top 10: Beyond the Farthest Precinct, de Paul Di Filippo e ilustrado por el gran Jerry Ordway.