22 años han pasado desde los terribles sucesos que motivaron el cierre de Parque Jurásico, el sueño del multimillonario y visionario John Hammond. Superados aquellos errores, Jurassic World, enclavado en la propia Isla Nublar, es ahora un enorme parque temático que acoge a miles de visitantes cada día, atraídos por las distintas especies de dinosaurios que los ingenieros de InGen han conseguido crear en sus laboratorios. Sin embargo, incluso traer de vuelta a la vida criaturas extintas hace tantos millones de años puede dejar de atraer al público, así que ¿por qué no crear una nueva criatura mas grande, mas feroz y mas inteligente?
Este es el punto de partida de Jurassic World, un film dirigido por Colin Trevorrow (Seguridad No Garantizada), un realizador al parecer elegido por el propio Steven Spielberg para relanzar una saga de la cual dirigiera las dos primeras películas. Podríamos decir que la película es una secuela directa del film original, obviando los sucesos relatados en El Mundo Perdido y Parque Jurásico III, lo cual obliga al espectador a hacer borrón y cuenta nueva de lo previamente visto en las entregas anteriores. En realidad, esta maniobra de los guionistas es un acierto, ya que lidiar con lo sucedido en la segunda y tercera parte habría lastrado demasiado el argumento, enrevesándolo sin motivo alguno.
La película de Trevorrow, sin embargo, sigue mas o menos el mismo esquema que las anteriores, o sea, nos muestra como la naturaleza es indomable, y como estos seres creados en una probeta a partir de ADN de millones de años de antigüedad mezclado con el de ranas y galápagos, son imposibles de controlar, creando el caos a la primera ocasión. En esta ocasión, el portador del caos es un Indominus Rex, un dinosaurio híbrido de varias especies escogidas para convertirlo en el mas feroz animal que haya pisado alguna vez la superficie terrestre. Por supuesto, en esta franquicia, si las cosas pueden ir mal, irán mal...
Mientras que podemos asegurar que los dinosaurios son los verdaderos protagonistas de la película, son dos los actores humanos que sobresalen por méritos propios por encima de sus compañeros reptilianos: Chris Pratt y Bryce Dallas Howard. Pratt ha demostrado en esta película que, de secundario cómico, ha sabido evolucionar, ayudado con buenos papeles, claro está, hasta convertirse en un mas que convincente héroe de acción, carismático y atractivo. Ya lo demostró en Guardianes de la Galaxia, su papel catapulta al Olimpo de los héroes hollywoodienses, y en Jurassic World vuelve a clavar su personaje. No le va a la zaga Bryce Dallas Howard con su personaje de Claire Dearing, la jefa de operaciones del parque, unida al personaje de Pratt por el recuerdo de una cita fallida y que vuelve a recurrir a este cuando se convence que es el único que puede controlar la desastrosa situación en la que se ve inmerso el complejo. Si en un principio el personaje de Howard parece que va a limitarse a encarnar a la típica damisela en apuros, evoluciona hasta tornarse en una mas que digna compañera del héroe, incluso teniendo finalmente una feliz idea que puede salvarlos a todos. Se equivocó Joss Whedon cuando criticó el papel de Howard calificándolo como el típico "estereotipo machista de película de los 70"...
En cuanto al resto de personajes, y aunque pudiera parecer que la pareja de hermanos, sobrinos de Claire, iba en principio a resultar demasiado cargante, resulta no ser así, y terminan siendo mas una especie de "marca de la casa" de Spielberg que un lastre en la historia. El resto de personajes cumplen en mayor o menor medida, pero no dejan de ser los típicos clichés de este tipo de films: el tipo ambicioso que quiere aprovecharse del potencial militar de las criaturas (a quien da vida Vincent D'Onofrio); el técnico friki (Jake Johnson, a falta de Jeff Goldblum); el optimista propietario del parque (Irrfan Khan); e incluso el único personaje que repite de la primera película, el Dr. Wu, interpretado por B. D. Wong.
El apartado visual, y aunque la película no aporta demasiado en este aspecto, los dinosaurios siguen siendo todo lo realistas que cabría esperar, algo esencial ya que, en definitiva, son los verdaderos protagonistas del film. Aun así, me sobrevuela la duda de si se ha alcanzado el límite de realismo en lo que se refiere a la recreación digital de estas criaturas o si aun podremos ver algo aun mas verídico en una próxima entrega, si es que la hay.
Jurassic World es un film que ofrece lo que prometía: un nuevo, mas grande y mas feroz dinosaurio, turistas convertidos en carnaza, y el típico mensaje de fondo sobre los peligros de jugar con la naturaleza. Sin embargo, y aunque no se puede decir que el film de Trevorrow aporte demasiado a lo ya visto en las anteriores entregas de la franquicia, tampoco puede decirse que sobre o sea irrespetuoso con el primer film de Spielberg. Sus 120 minutos de duración no se hacen largos en ningún momento, pero aun así me queda la duda de si Jurassic World solo ha servido para constatar lo que ya era casi una certeza en 2001, cuando se estrenó Parque Jurásico III, y es que la fórmula está completamente agotada. ¿Es el propio argumento de Jurassic World, con la gente cada vez menos interesada en los dinosaurios, una parábola del propio agotamiento de la franquicia? Me inclino a pensar que así es.
0 Comentarios
Todos los comentarios son revisados antes de su publicación. Por favor, sé moderado e identifícate, nos gusta saber a quien nos dirigimos.