THE BOMB, DE STEVE MANNION. LA CRITICA

Ya podéis encontrar en librerías especializadas, editado por Tyrannosaurus Books, The Bomb, el volumen recopilatorio de las aventuras de la heroína Fearless Dawn, creada por el dibujante y guionista norteamericano Steve Mannion. Este genial dibujante, entintador y portadista, en activo desde 1994, inicia su carrera trabajando para DC Comics y Marvel, dibujando algunas historias de Batman y Capitán América. Sin embargo, Mannion pronto se cansa de la corrección política de las grandes editoriales y decide emprender su propia aventura como creador, con personajes como Fearless Dawn o el pirata Brownhole Jones, dos de los protagonistas del volumen que nos ocupa.

En glorioso blanco y negro y con un estilo concienzudamente añejo cercano al de las viejas publicaciones de terror y ciencia ficción pulp de la editorial EC, Mannion mezcla en la batidora géneros que van desde la ciencia ficción mas surrealista, hasta la comedia negra, todo aliñado con ciertas dosis de erotismo aunque sin llegar al mal gusto.

En este volumen, el cual recoge los cuatro primeros números mas el especial trajes de baño de la colección The Bomb, toda una parodia a aquellos especiales de Marvel de los 90, Mannion da rienda suelta a sus lápices, y nos presenta una galería de personajes (Fearless Dawn, Agente Betty, Helga Von Krause, Marinera Lil, Jungle Girl, General Fritz, Brownhole Jones...) que navegan entre el absurdo y la genialidad de un autor que no tiene que rendir cuentas por sus personajes. Las historias de este volumen están salpicadas de un humor corrosivo, con ciertas gotas de sátira al cómic mas convencional, que hacen de su lectura un ejercicio fresco que de vez en cuando deberíamos practicar, sobre todo los que leemos mayormente historias de superhéroes.

JUNGLE GIRL, OTRO DE LOS DELICIOSOS PERSONAJES DE ESTE VOLUMEN

Uno de los principales atractivos de este cómic son, sin duda, los dibujos de Mannion. Incapaz de dibujar una chica fea y sin curvas, este artista nos presenta unas heroínas de formas generosas, como aquellas pin ups que adornaban los morros de los aviones americanos de la II Guerra Mundial. La facilidad del artista para pasar de una viñeta a otra del realismo y detallismo a la caricatura añade aun mas dinamismo a unas historietas desenfadadas que rezuman humor y erotismo en cada una de sus viñetas.

Aunque sus historias no resistan un análisis demasiado profundo, estamos ante un cómic muy recomendable, que suple sus carencias argumentales (en realidad no lo necesita) con un sentido del humor desbordante, igual que las voluptuosas formas de sus personajes femeninos.