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THE WALKING DEAD, EPISODIO 5X08 "CODA". LA CRITICA

Este final de mitad de temporada no podía terminar de otra forma. Y no refiero a un final de midseason trepidante y cargada de sucesos relevantes para los protagonistas, sino el colofón a siete episodios en los que ha primado el relleno, el sinsentido y el absurdo hasta decir basta. Obviamente, quienes no hayáis visto el insatisfactorio episodio emitido anoche en AMC, absteneos de seguir leyendo esta crítica.


Todos los sucesos relativos a los habitantes del hospital Grady Memorial de Atlanta han sido un completo relleno esta temporada. La prueba de que esto ha sido así es la situación que queda establecida al final de este octavo episodio de la quinta temporada, un estado de las cosas al que podríamos haber llegado de cualquier otra forma mas interesante que la elegida por los guionistas. 

El episodio se abre con la manera tan brutal en la que Rick termina con el policía huido tras atacar a Sasha al final del episodio anterior. A estas alturas, Rick Grimes no se anda con contemplaciones con aquellos que intentan herir a alguno de los suyos, por lo que la decisión de terminar con el policía es del todo coherente. Esto provoca que Rick tenga que negociar con Dawn con un rehén menos, lo cual no parece ser un problema ya que los dos policías supervivientes están de acuerdo en mentir sobre la muerte de su compañero.

RICK NO SE ANDARÁ CON CONTEMPLACIONES CON ESTE POBRE DIABLO

Mientras, otro de los nuevos personajes que menos está aportando esta quinta temporada, el Padre Gabriel, continua con su absurda huida de la iglesia. ¿Qué pretende este hombre? ¿Por qué ha huido de un lugar donde estaba a salvo? ¿Solo para comprobar que Gareth y sus hombres eran unos caníbales que merecía ser masacrados por Rick y los demás? La culpa con la que carga el sacerdote es ciertamente muy grande, pero en esa culpa no se incluyen precisamente las muertes de los caníbales. Entonces, ¿a qué viene escaparse para ver de primera mano la pierna que Gareth se estaba zampando momentos antes de atacar la iglesia? Las locuras del Padre Gabriel solo han servido para conducir una horda de caminantes a la iglesia y que Michonne, Carl y la hija de Rick escapen a duras penas de allí, salvados in extremis por la llegada de Abraham y los demás.

En el hospital, mientras tanto, Dawn advierte a Beth que sabe que el desastre provocado por la caminante y que costó la vida a uno de sus agentes fue provocado por esta última. Dawn llama a Beth "asesina de policías", algo que, teniendo en cuenta lo locos que parecen estar todos en ese hospital, puede ser incluso algo bueno. La conversación se ve interrumpida por el agente O'Donnell, quien parece haber escuchado todo y no está muy contento. Dawn, que ve como la autoridad sobre sus agentes se podría ver seriamente socavada por O'Donnell, entabla una lucha con el al intentar este arrebatarle el arma. La pelea se salda con la muerte de O'Donnell, empujado finalmente por Beth al vacío hueco del ascensor en cuyo fondo le esperan los caminantes.

TODA LA TRAMA DEL HOSPITAL HA SIDO UNA COMPLETA PÉRDIDA DE TIEMPO

Las escenas entre Beth y Dawn han sido casi de lo peor del capítulo, lastrando en demasía un episodio que debería haber sido mas ágil. De hecho, la situación se resuelve prácticamente en los últimos 5 minutos, en un final de midseason insatisfactorio como ha habido pocos en esta serie.

Los guionistas, ante su incapacidad de ofrecernos nada verdaderamente interesante en este capítulo, han echado mano al sobado recurso de eliminar a uno de los protagonistas. ¿A quien? Obviamente a Beth, un personaje que ya aportaba bien poco a la serie. Tan poco aportaba que ni siquiera su hermana Maggie parecía triste por su desaparición, un hecho tan chocante que hasta el propio Robert Kirkman tuvo que salir al paso hace unos días para darle una explicación convincente, como pudisteis leer aquí.

La muerte de Beth Greene ha sido la mas absurda que he visto en esta serie hasta la fecha, que ya es decir mucho. Su supuesto sacrificio tiene poca explicación, teniendo en cuenta que el intercambio entre rehenes estaba ya saldado, con Noah siendo reclamado también por Dawn como parte del trato y el chico aceptando resignadamente para evitar males mayores. ¿A qué venía clavarle las tijeras a Dawn cuando Beth solo tenía que marcharse tranquilamente con el grupo de Rick y dejar atrás aquel absurdo hospital? ¿Qué pretendía Beth con ese acto? No tiene explicación, e intentar buscarla es solo una manera de justificar la poca imaginación de los guionistas de esta serie a la hora de eliminar a alguno de los protagonistas.

DARYL SALE DEL HOSPITAL CON EL CUERPO INERTE DE BETH

En resumidas cuentas, un episodio final de midseason a la altura de los cuatro anteriores, lleno de absurdos, decisiones inexplicables de algunos personajes, y un arco argumental, el de los habitantes del hospital Grady Memorial, que se podrían haber ahorrado totalmente. Y, como queriendo redondear un poco la cosa, de nuevo tenemos una escena post-créditos, con Morgan llegando por fin a la iglesia donde se refugiaban Rick y los demás, ahora solo repleta de zombies descabezados. Lo interesante de esta escena es descubrir que Morgan no estaba realmente siguiendo al grupo de Rick, ya que se sorprende cuando ve el mensaje de este escrito en el mapa, algo que añade aun mas incógnitas a por qué este personaje aparentemente seguía los pasos del grupo.

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