Se acaba el año y podemos asegurar una cosa: no va a ser recordado por el nivel de las series estrenadas en el mismo. Si 2013 dio la bienvenida a series estupendas como House Of Cards, The Americans o Vikingos, que han mejorado incluso en sus segundas temporadas, he tenido que pasar la mano para conseguir que esta lista llegue al número 10. Obviamente, nos referimos a series que hemos podido ver a lo largo del año, ya que por desgracia no nos es posible verlas todas. Así que si queréis aportar alguna de las que se nos han escapado, tenéis los comentarios a vuestra disposición.
TRUE DETECTIVE: EL FENÓMENO TELEVISIVO DEL AÑO. La serie con la que HBO estrenaba el año seriéfilo no pudo irles mejor. Parecía la serie del año en febrero y no nos equivocamos. Y eso que la apuesta era arriesgada aunque fuera protagonizada por una pareja de actores de cine en estado de gracia, Woody Harrelson y Matthew McConaughey. Dos policías intentando solucionar una sórdida historia a través de los años y de sus propias vidas en la América profunda. La web de HBO, incluso se vino abajo por la afluencia de internautas que querían ver el último episodio. Cierto que no fue todo lo brillante que hubiésemos querido, pero no hay más que ver que cada novedad acerca de la segunda temporada es noticia hasta en la prensa general, así es la expectación que ha creado. Nick Pizzolatto, su creador, tiene el listón bastante alto, pero también a todo Hollywood deseando protagonizar su serie.
POWER: UNA MIRADA SERIA AL MUNDO DEL HAMPA. Ha pasado bastante desapercibida esta producción del infravalorado canal Starz. Aunque no hace alarde de grandes despliegues, esta serie sobre un delincuente enriquecido gracias a las mafias, que a la vez debe responder ante superiores es una agradable sorpresa. Muy convincente y alejada de otras historias parecidas, resulta una digna propuesta a tener en cuenta si os gustan las series sobre el mundo criminal.
JANE THE VIRGIN: LA SORPRESA MÁS INESPERADA. El canal CW se ha lucido este año con algunos de sus estrenos, tanto que ya empiezan a mirarla con recelo las grandes de siempre. Una especie de culebrón en tono de broma que sin embargo no cae en la parodia ni en la falta de respeto al mundo latino. Un ritmo vertiginoso y una protagonista tan natural como la vida misma. La reciente nominación al Globo de Oro a mejor comedia y a mejor actriz a Gina Rodríguez son bien merecidas.
THE KNICK: EL REALISMO DE LA MEDICINA DE PRINCIPIOS DE SIGLO. Soderbergh se ha tomado en serio la dirección de esta serie y vaya si se nota. El director está detrás de todos los episodios ofreciendo recursos cinematográficos y aires de documental gracias a su obsesivo realismo. Sin embargo, un fabuloso guión y unos protagonistas bien construidos y alejados de la perfección nos trasladan cual máquina del tiempo a un principio de siglo que nos permite decir todavía que cualquier tiempo pasado fue peor. Sin duda, entre las tres mejores del año.
TYRANT: UNA APASIONANTE TRAMA POLÍTICA Y FAMILIAR EN ORIENTE MEDIO. Los creadores de Homeland le cogieron gusto a las series ambientadas en países árabes y se lanzaron con esta historia familiar del heredero de un dictador que se ve obligado a asumir un poderoso papel contra su voluntad. No llega al nivel de los primero tiempos de Homeland pero se agradecen los escenarios diferentes y las tramas familiares alejadas de lo edulcorado, hijos adolescentes incluidos.
CÓMO DEFENDER A UN ASESINO: SHONDRA RHIMES CONVENCE POR FIN A TODO EL MUNDO. Acumular audiencias y calidad no es fácil. Shondra había conseguido lo primero con Scandal o Anatomía de Grey, pero no lo segundo. En esta nueva serie, protagonizada por una carismática abogada interpretada por Viola Davis, consigue reinventar los procedimentales, algo que parecía imposible a estas alturas. Un entretenidísimo procedimental de ritmo vertiginoso que convence hasta a los más reacios al género, como yo.
FARGO: DE PELÍCULA DE CULTO A SERIE DE CULTO. Los hermanos Cohen participan en la creación de esta estupenda serie que nos cuenta hechos diferentes con los mismos elementos. Un paisaje tan hermoso como gélido y unos personajes y situaciones que no tardan en helarte la sangre. Una serie a disfrutar de principio a fin que cuenta con la ventaja de que cada temporada es independiente, con lo cual no hay nada que guardar.
THE STRAIN: POR FIN UNA SERIE DE PLAGAS QUE ENGANCHA. Hemos tenido varios intentos de series sobre plagas, desde Helix a The Last Ship. Sin embargo, la más triunfadora ha sido posiblemente ésta que nos ocupa. Una apasionante historia con recursos y elementos vistos muchas veces y sin embargo dejando con ganas de más a cada episodio. Los vampiros de Guillermo Del Toro han sorteado con éxito el reto de no ser comparados con The Walking Dead y dejarnos en vilo hasta la siguiente temporada.
THE FLASH: LOS SUPERHÉROES HAN VENIDO PARA QUEDARSE. Pareciera que el alumno ha superado al maestro. Arrow nos presentó a un joven Barry Allen (Grant Gustin) que tenía que demostrar que podía encabezar su propia serie en solitario. Y vaya si lo ha conseguido. Casi dobla la audiencia de la serie que lo presentó y es una refrescante aportación que demuestra que con poco dinero pero con ingenio, conocimiento y amor por los personajes, los superhéroes pueden por fin ser un género televisivo para todos los públicos. Su reciente renovación por una segunda temporada lo confirma.
GOTHAM: UNA SERIE QUE VA ENCONTRANDO SU LUGAR. Los comienzos de esta serie fueron bastante dubitativos, con un piloto demasiado apresurado en convencer al espectador de que, efectivamente, estamos hablando del mundo de Batman aunque éste no aparezca. Poco a poco se va puliendo, y ofreciendo unas tramas más elaboradas que perfectamente encajarían en la ciudad de Batman. Obviamente, las diferencias con el cómic son palpables, pero eso no es ni bueno ni malo. Queda mucho por mejorar, pero se merece estar en esta lista por lo visto en los últimos capítulos.
Pero, ¿cuales son, a nuestro juicio, los peores estrenos de series de este 2014 que ahora acaba? No tardareis en averiguarlo.
THE KNICK: EL REALISMO DE LA MEDICINA DE PRINCIPIOS DE SIGLO. Soderbergh se ha tomado en serio la dirección de esta serie y vaya si se nota. El director está detrás de todos los episodios ofreciendo recursos cinematográficos y aires de documental gracias a su obsesivo realismo. Sin embargo, un fabuloso guión y unos protagonistas bien construidos y alejados de la perfección nos trasladan cual máquina del tiempo a un principio de siglo que nos permite decir todavía que cualquier tiempo pasado fue peor. Sin duda, entre las tres mejores del año.
TYRANT: UNA APASIONANTE TRAMA POLÍTICA Y FAMILIAR EN ORIENTE MEDIO. Los creadores de Homeland le cogieron gusto a las series ambientadas en países árabes y se lanzaron con esta historia familiar del heredero de un dictador que se ve obligado a asumir un poderoso papel contra su voluntad. No llega al nivel de los primero tiempos de Homeland pero se agradecen los escenarios diferentes y las tramas familiares alejadas de lo edulcorado, hijos adolescentes incluidos.
CÓMO DEFENDER A UN ASESINO: SHONDRA RHIMES CONVENCE POR FIN A TODO EL MUNDO. Acumular audiencias y calidad no es fácil. Shondra había conseguido lo primero con Scandal o Anatomía de Grey, pero no lo segundo. En esta nueva serie, protagonizada por una carismática abogada interpretada por Viola Davis, consigue reinventar los procedimentales, algo que parecía imposible a estas alturas. Un entretenidísimo procedimental de ritmo vertiginoso que convence hasta a los más reacios al género, como yo.
FARGO: DE PELÍCULA DE CULTO A SERIE DE CULTO. Los hermanos Cohen participan en la creación de esta estupenda serie que nos cuenta hechos diferentes con los mismos elementos. Un paisaje tan hermoso como gélido y unos personajes y situaciones que no tardan en helarte la sangre. Una serie a disfrutar de principio a fin que cuenta con la ventaja de que cada temporada es independiente, con lo cual no hay nada que guardar.
THE STRAIN: POR FIN UNA SERIE DE PLAGAS QUE ENGANCHA. Hemos tenido varios intentos de series sobre plagas, desde Helix a The Last Ship. Sin embargo, la más triunfadora ha sido posiblemente ésta que nos ocupa. Una apasionante historia con recursos y elementos vistos muchas veces y sin embargo dejando con ganas de más a cada episodio. Los vampiros de Guillermo Del Toro han sorteado con éxito el reto de no ser comparados con The Walking Dead y dejarnos en vilo hasta la siguiente temporada.
THE FLASH: LOS SUPERHÉROES HAN VENIDO PARA QUEDARSE. Pareciera que el alumno ha superado al maestro. Arrow nos presentó a un joven Barry Allen (Grant Gustin) que tenía que demostrar que podía encabezar su propia serie en solitario. Y vaya si lo ha conseguido. Casi dobla la audiencia de la serie que lo presentó y es una refrescante aportación que demuestra que con poco dinero pero con ingenio, conocimiento y amor por los personajes, los superhéroes pueden por fin ser un género televisivo para todos los públicos. Su reciente renovación por una segunda temporada lo confirma.
GOTHAM: UNA SERIE QUE VA ENCONTRANDO SU LUGAR. Los comienzos de esta serie fueron bastante dubitativos, con un piloto demasiado apresurado en convencer al espectador de que, efectivamente, estamos hablando del mundo de Batman aunque éste no aparezca. Poco a poco se va puliendo, y ofreciendo unas tramas más elaboradas que perfectamente encajarían en la ciudad de Batman. Obviamente, las diferencias con el cómic son palpables, pero eso no es ni bueno ni malo. Queda mucho por mejorar, pero se merece estar en esta lista por lo visto en los últimos capítulos.
Pero, ¿cuales son, a nuestro juicio, los peores estrenos de series de este 2014 que ahora acaba? No tardareis en averiguarlo.
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