¿VEREMOS A SPIDER-MAN EN LOS VENGADORES 3?

Hace poco surgió la noticia de que Marvel había decidido eliminar la colección mensual de Los 4 Fantásticos con el único objetivo de evitar que FOX no pudiera vender merchandising de la película que piensan estrenar de los personajes el próximo año. En mi opinión, con lo poco que se parece el casting a los personajes del cómic, FOX podrían arriesgarse y sacar merchandising: a ver que juez les condena cuando vean al Johnny Storm de los cómics y al muñequito de Michael B Jordan, o a una Susan Storm que parece la madre de Reed Richards en vez de su joven esposa. Bromas aparte, por si les quedara algún amigo en FOX tras esta decisión, Marvel podría rematar la faena planeando matar a Deadpool ante el anuncio de su película. De los X-Men, muchos lectores sospechan que no puede ser casualidad tan poca calidad en las historias actuales, aunque por desgracia, hay muchas colecciones desastrosas sin películas pendientes como para achacarlo a una decisión premeditada.

Según la web Hitflix, la actitud de Marvel respecto al futuro no sería hacer un nuevo casting de los personajes que ya conocemos como Iron Man o Capitán América (aunque creo yo que con los años será inevitable) sino ir presentando nuevos protagonistas del infinito catálogo que tienen a su disposición. Ya hay rumores de que en Los Vengadores 3 veremos una nueva alineación, y entre ellos podría estar Spider-Man. La web habla de posibles conversaciones entre Sony y Marvel para poder incorporar a Spider-Man a las películas Marvel. Por un lado, Marvel desea poder utilizar a todos sus personajes, y por el otro, Sony se ha pegado un trastazo con la última de The Amazing Spider-Man 2, devaluando ellos mismos su millonaria franquicia. Ambos se beneficiarían de un pacto en ese sentido.

Nos queda esperar y ver, ya que como Los Guardianes de La Galaxia han demostrado, la gente no sólo no está cansada de superhéroes como disfrutan vaticinando los críticos de cine, sino que está abierta a nuevas historias y personajes. Un pastel demasiado grande como para dejarlo pasar.