De los tres estrenos de producción propia que ha lanzado este año la plataforma
Netflix, la que más ha destacado ha sido
Orange is The New Black. Ha tenido más audiencia y relevancia en los medios que la excelente
House of Cards o la muy desaprovechada
Hemlock Grove.
Aunque es una serie que indudablemente tiene sus virtudes, me ha resultado en algunos momentos más previsible de lo que dicen algunos. Sin embargo, creo se merece totalmente su puesto entre
las 10 mejores series estrenadas en 2013. Os enumero a grandes rasgos el por qué.
- Una temática que difícilmente (por no decir nunca) veríamos en un canal en abierto: una cárcel de mujeres. Es una visión y problemática alejada de lo que siempre hemos visto en los dramas carcelarios que, casi siempre, estaban protagonizadas por hombres. Es cierto que las escenas lésbicas aparecen, y también más por falta de opciones que otra cosa, aunque tampoco deban verla aquellos que sólo busquen eso en la serie. No se recrean en aquello que pueda ser especialmente morboso, ya que saben que la serie ofrece mucho más y no ha recurrido a esas escenas como recurso, sino porque es algo que abunda en una cárcel de mujeres.
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PIPER NO SE PUEDE IMAGINAR NI DE LEJOS TODO LO QUE LE ESPERA |
- Muchos personajes (no todos, alguno me ha parecido unidimensional) están bien descritos y muy bien evolucionados, desde la propia protagonista, Piper Chapman (Taylor Schilling), que entra creyendo que se va a pasar un año leyendo y aprovechando el tiempo y se encuentra lo que se encuentra, hasta el engañoso guarda Sam. Impagable cuando conocemos la vida personal de este último personaje.
- Es muy fácil identificarse con la protagonista. Tienes la sensación de que lo que le pasa a ella, sus decisiones, sus aciertos y sus errores, serían seguramente muy parecidos a los que tendría cualquiera de nosotros en su lugar. A no ser que te hayas criado en una zona marginal o hayas tenido especial mala suerte en la vida, en cuyo caso, quizás te identifiques con alguna de las otras presas. Hay para elegir.
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COMO VEIS, LA CÁRCEL ESTÁ REPLETA. Y ESO QUE FALTA GENTE... |
- Los episodios duran más de lo habitual, casi una hora, y lo notas respecto a otras series, ya que aunque pueden hacerse algo pesados, sobre todo los primeros, conoces mejor a tantos personajes. Una serie pensada para el streaming, y con todos los episodios disponibles a la vez, no recurre al cliffhanger de semana en semana para que no te olvides de sintonizar, salvo quizás el primer y el ultimo episodio. Necesita otras armas para enganchar, y las busca familiarizándote mejor con la cárcel y sus gentes.
- Destacaría, por encima incluso de las desventuras de las presas, lo bien descrito que están los tejemanejes que hay en la administración de la cárcel. Están casi mejor descritos que las prisioneras, y se puede extrapolar a lo que os podéis encontrar en cualquier empresa. Y más, cuando parece que ninguno está ahí porque quiera, sino porque es lo que ha encontrado. La superjefa mandona, el machaque continuo al director, las miserias de unos y otros, los líos, políticas, corruptelas y venganzas... A ellos debemos muchos de los mejores momentos cómicos de la serie.
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LOS GUARDAS Y LA ADMINISTRACIÓN CASI MERECEN UNA SPIN-OFF |
Salvo algunas excepciones, todas las historias tienen su interés. Es cierto que algunas de ellas son bastante previsibles, como la presa que parece muy dura al principio, pero luego tiene un gran corazón, o algunos destinos y hechos que se ven venir a la legua. También es discutible la razón por la que algunas terminan en la cárcel, lo cual vemos en
flashbacks: es raro que alguna no se molestara en ocultar su crimen, o porque la motivación resulta muy vaga. Unas están más conseguidas, otras más simplonas, pero en general convencen. Al estar basada en un libro de una experiencia real, lo mismo la que menos convence es la más real.
En cuanto a los diálogos, reconozco que en ocasiones los veo algo complejos para gente que se ha criado de manera marginal, sobre todo algunas palabras o referencias cinéfilas de unas y otras que más parecen de quien escribe los diálogos que de unas presas de escasa cultura.
En cuanto a
Larry, su prometido... si escoges a
Jason Biggs para que interprete al novio de alguien, ya estas diciendo que no quieres que la gente sufra por él, pase lo que pase. Respecto a
Alex (
Laura Prepon) y
Piper, cuando aparecen como pareja en los
flashbacks, se las ve muy egoístas a las dos, no se sufre mucho por ellas: ambas miran todo el tiempo por sus propios intereses. Seguramente, es porque esa es la naturaleza de su relación.
A pesar de algunos puntos más débiles que os hemos indicado, es una serie que merece bastante la pena. De ponerle una nota, le pondría un notable alto, así que
si el piloto os gusta, podéis embarcaros con tranquilidad con la temporada completa. No creo que os arrepintáis.
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