THOR: POR ASGARD, DE RODI Y BIANCHI. LA CRITICA

Robert Rodi, artista norteamericano multidisciplinar, vuelve al universo Marvel para guionizar Thor: Por Asgard, una novela gráfica publicada en Estados Unidos en seis entregas, entre noviembre de 2010 y abril de 2011. Tras su anterior obra basada en la mitología asgardiana (Loki, ilustrada por Esad Ribic), Rodi vuelve con una historia en la que el Dios del Trueno es el protagonista, un relato sin nada que ver con la cronología Marvel del personaje pero que, sin embargo, tiene todo lo que podemos esperar leer en un cómic de Thor.

Thor es ahora regente de Asgard por la ausencia de Odín, quien ha partido en un viaje de búsqueda hacia Midgard. El reino de los aesir, inmerso en un invierno que no parece tener fin, se encuentra asediado por continuas rebeliones de los reinos vecinos, antaño sumisos vasallos de Asgard: los gigantes de hielo, los elfos oscuros, los enanos, la propia diosa de los muertos, Hela... A estas amenazas externas se unen las conspiraciones intestinas, que amenazan con destruir Asgard desde dentro, aprovechando la ausencia de Odín y la falta de liderazgo de Thor.

La historia, escrita por Rodi desde un punto de vista adulto y serio, se aleja de lo que estamos acostumbrados a ver en las colecciones Marvel del Dios del Trueno. El argumento parece ser una especie de parábola de la situación de Norteamérica de los últimos años, una nación donde las amenazas externas se unen al terrorismo interno y a una crisis galopante metafóricamente descrita en el cómic de Rodi por un invierno sin fin. Como ya he dicho, la historia se desvincula completamente de la línea temporal del Universo Marvel, constituyendo una especie de What if? de lujo.

Thor es aquí un rey que casi no merece su trono, que comete errores e imprevisiones y que es incluso cruel con sus enemigos (la masacre de mujeres y niños de los gigantes de hielo a manos de los asgardianos es escalofriante). Tampoco salen muy bien parados otros personajes, como por ejemplo Lady Sif, quien se transforma aquí en una mujer que solo sabe sembrar la discordia en la corte de Asgard y discutir las decisiones de Thor, su amante y señor. Los Tres Guerreros apenas tienen relevancia en la historia, dando Rodi más importancia a otros asgardianos más secundarios como Tyr, Idunn, o Milla, quien hace en este cómic su primera aparición.

Desgraciadamente, y aunque el cómic se lee con agrado ayudado en gran medida por el tremendo dibujo del italiano Simone Bianchi, la historia no concluye satisfactoriamente, con demasiados cabos sueltos sin explicar. Parece como si Rodi guardara en la manga un próximo arco argumental donde rematar la historia, si no, no se entiende que nos deje las cosas a medio terminar. Ni se nos explica quien está detrás del pertinaz invierno que sufre Asgard ni tampoco se nos aclara debidamente la búsqueda de Odín, dejando un cómic que podría haber sido redondo en algo que parece inacabado.

En el apartado gráfico tenemos al ilustrador Simone Bianchi, más portadista que dibujante de interiores, pero que siempre sorprende por sus espectaculares trabajos. Quizás Bianchi no sea el más adecuado para según que cómics, por su estilo barroco y pictórico, pero lo que es indudable es que estamos ante un artista excepcional. Cuenta con no pocos detractores que lo acusan de estático y confuso, defectos perdonables en cómics como el que tenemos entre las manos. Sinceramente, disfrutar del preciosismo, forma y disposición de las viñetas, así como de sus magníficas splash pages, es toda una gozada que no se suele dar muy a menudo (no os perdáis su etapa en Astonishing X-Men o la miniserie Uncanny X-Force: Fear Itself). Quizás los que le tachan de confuso en la narración tengan algo de razón, ya que muchas veces su peculiar estilo de composición y forma de las viñetas hace que nos perdamos un poco en la página. Curiosamente, he tenido la sensación de estar leyendo un cómic de ciencia ficción más que de fantasía, debido al peculiar diseño que Bianchi ha desarrollado de Asgard y los asgardianos.

En definitiva, una pequeña joya que todo fan del Dios del Trueno debe leer, a pesar de que la historia deje muchos flecos sueltos al final. Thor: Por Asgard es una historia dura y metafórica alejada de la imagen que todos tenemos del personaje, pero precisamente por ello fresca y novedosa. Si a ello añadimos las ilustraciones de Bianchi, que convierte cada página en toda una obra de arte, el cómic no puede recibir otro apelativo que el de imprescindible.