Sin duda alguna la ciencia ficción en el cine está más de moda que nunca, sobre todo aquellas historias que nos presentan un futuro (o un presente) apocalíptico o post-apocalíptico, consecuencia unas veces de nuestros propios actos, otras veces de los actos de seres extraterrestres o fenómenos naturales. Este tipo de películas suelen adoptar prestada la envoltura de la ciencia ficción como excusa para narrar una historia que poco o nada tiene que ver con dicho género. Así, nos encontramos muchas veces películas de acción, aventuras o intriga revestidas con una leve pátina de ciencia ficción, un recurso para hacer más espectacular y atractivo un argumento al gran público que poco tiene que ver con las convenciones del género. Afortunadamente, no es este el caso de Oblivion.
Joseph Kosinski (Tron: Legacy), realizador y guionista de Oblivion, ha querido hacer en esta película una especie de homenaje a aquel cine de ciencia ficción setentero en el que la aventura y la acción estaban al servicio del género, y no al revés, como sucede en muchas de las producciones actuales. De esta manera, me atrevo a decir que Oblivion es una cinta de ciencia ficción pura y dura, donde los elementos que definen este género, tan viejo como el mismo cine, están presentes.
LOS ESCENARIOS APOCALÍPTICOS SON DE LO MÁS LOGRADOS |
Kosinski, como queriendo remarcar su intención de hacer ciencia ficción pura, aunque alejada prudentemente de digresiones filosóficas gratuitas, introduce elementos y situaciones que homenajean a diversas películas míticas del género. De esta forma, en Oblivion encontramos referencias bastante obvias a películas como El Planeta de los Simios, Star Wars, El Imperio Contraataca, 2001: Una Odisea del Espacio, y algunas otras que no debo mencionar si no os quiero destripar la trama del film. A la vista del buen trabajo de Kosinski en esta película y su manejo de los elementos del género no sería descabellado proponerlo como posible director de alguna de las próximas películas de la saga Star Wars. Incluso, la partitura elegida por Kosinski para la película, del grupo de música electrónica francés M83, con reminiscencias de la música atmosférica de Jean-Michel Jarre, Vangelis o Toto, acentúa todavía más que estamos ante una cinta de ciencia ficción a la antigua usanza.
En el apartado técnico, la película deslumbra tanto por sus escenarios naturales como por los recreados artificialmente. En ningún momento somos capaces de distinguir donde termina el paisaje real y donde comienza el recreado por CGI. Kosinski usa los efectos visuales más avanzados a su alcance, pero evitando que el espectador se vea saturado ante tanta pantalla verde, como ocurre en tantas otras producciones similares. El haberla podido ver en digital ha sido toda una suerte, ya que el film ha sido rodado con cámaras de super-alta resolución, lo que amplia aun mas la sensación de realismo de decorados y exteriores.
En cuanto a los actores, el protagonista casi absoluto es Cruise, aunque no llega a empalagar como en otras de sus películas. La historia de Oblivion gira en torno al personaje de Jack Harper, no es un film coral, por lo que Cruise puede lucirse. Otro de los personajes que merece destacar es el de Victoria, interpretada por la británica Andrea Riseborough (Nunca me Abandones), quien hace de compañera de misión (y de cama) de Harper. Olga Kurylenko, sin embargo, logra convencer menos en su papel de Julia Rusakova, con una actuación mucho más limitada que Riseborough. Sin duda, cualquiera de las actrices que inicialmente se barajaban para el papel de Julia (Olivia Wilde, Noomi Rapace, Kate Mara, Mary Elizabeth Winstead y Brit Marling) habría hecho una mejor interpretación. Morgan Freeman hace de eso, de Morgan Freeman, mientras que el otro actor secundario de relevancia, Nikolaj Coster-Waldau (Juego de Tronos), se limita a hacer de lugarteniente del personaje de Freeman sin apenas diálogo.
Desgraciadamente, la película cuenta con varios retos importantes que seguro pasarán factura en taquilla. En primer lugar, el film de Kosinski, al ser una ciencia ficción sin demasiados tiros aunque no por ello menos espectacular, con una historia que se va deshilvanando poco a poco, seguramente aburrirá a muchos. Quienes busquen en Oblivion una historia típica de alienígenas contra terrícolas lo llevan claro, no van a encontrarse con nada de eso. La película tiene ese sabor a relato clásico de la Edad de Oro de la ciencia ficción, aquellos en los que el héroe un buen día descubre que la realidad está patas arriba y tiene que hacer algo para arreglarlo. Jack Harper, un técnico reparador de drones, ve como un buen día un suceso pone en cuestión todo lo que conocía hasta ese momento. A partir de ahí, Kosinski desgrana la trama gradualmente, aunque sin pausa, sin que perdamos el interés por la historia en ningún momento ni nos distraigamos con tramas paralelas innecesarias.
El segundo de los retos importantes del film es el propio actor protagonista. Cruise parece haberse aficionado a escoger papeles en cintas de ciencia ficción, no se si por consejo de su agente u obedeciendo a sus gustos personales. Todos tenemos en mente la excelente Minority Report o la menos buena La Guerra de los Mundos, Actualmente está terminando de rodar All You Need is Kill, otra cinta de ciencia ficción, y recientemente hemos sabido que también protagonizará la adaptación de la saga de novelas japonesas Yukikaze, donde veremos a Cruise enfrentarse de nuevo con una amenaza alienígena. Esta casi omnipresencia de Cruise parece molestar a muchos, lo que no es mi caso, y el solo hecho de que protagonice un film ya es motivo de que no vayan a verlo. Irracional, ¿verdad?
En conclusión, Oblivion es una película que dejará frío a muchos, ya que se aleja de la idea de ciencia ficción que tiene buena parte del público actual. En cambio, aquellos que busquen una historia algo más elaborada a lo que estamos acostumbrados a ver últimamente, se llevarán una grata sorpresa. Y, a la vez, se encontrarán con un director/guionista que ha sido capaz de meter sin calzador en su película multitud de referencias a los clásicos que he mencionado más arriba, o sea, toda una delicia para los amantes del género. Espero que Oblivion no sufra el "Efecto Prometheus", otro intento de hacer ciencia ficción de la buena injustamente tratado por buena parte de la crítica y público debido a algunos desaciertos del guión y que condujeron a que quien se atreviera a alabar la película de Ridley Scott fuera considerado poco menos que un apestado. Sería una pena que el público de la espalda a este renacer del género, precisamente cuando parece que Hollywood está mimando algo más las historias y la esencia de la verdadera ciencia ficción.
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