Volvemos a reencontrarnos con Don Draper y su mundo en esta sexta temporada. Dos son los episodios que dan comienzo a la misma, que no uno doble como decían. "The Doorway, parte 1 y parte 2". Aviso de que hay spoilers, ya que no es ningún piloto. Así podremos ir analizando cada hecho. El comienzo nos aleja bastante de la imagen habitual que tenemos de la serie, y más cuando la dejamos atrás hace tantos meses. Don y Megan están tendidos en las playas de Hawaii, algo muy diferente del día a día de la empresa SCDP. Megan disfruta enormemente del viaje, pero Don parece haber dejado atrás la fascinación que tenía por su segunda esposa, cuya carrera de actriz ya da algunos pequeños frutos. Prestando atención, vemos que prácticamente es ella la que habla todo el tiempo, mientras él solo la mira.
ESA CAMISA NO ES DE LAS MEJORES DE DON |
Betty sigue luchando con el sobrepeso y se ve fascinada por una amiga de su hija que ha pasado unos días en su casa, Sandy. Hasta tal punto que se va a buscarla a la zona más deprimente de la ciudad cuando ésta se marcha de su casa sin avisar. ¿Quiere protegerla o controlarla? O más bien la ve como una competidora, ya que demuestra su aguijón a su esposo comentándole que ha notado la atracción que siente por ella de una forma realmente desagradable y excesiva. Pura Betty. En cuanto al cambio de tinte a morena, que no la favorece mucho…¿Se quiere ver distinta, a lo Elisabeth Taylor, o quiere ser como Megan?.
UN CAMBIO NADA FAVORECEDOR |
En cuanto a Peggy, que como sabíamos no ha abandonado la serie, sigue teniendo relaciones para olvidar. A la vez que sigue enganchada a su antigua empresa, gracias al típico compañero que te va contando los cotilleos. Por cierto, la misma Peggy que lloraba a Don porque nunca le daba las gracias, ahora es una jefa dura digna de temer que no duda en tener a sus empleados trabajando en Nochevieja. Y desde luego, no sólo no da las gracias, sino que ridiculiza el trabajo de éstos. Nunca sirvas a quien sirvió, que dicen por estos lares...También se tiene que enfrentar a las tonterías varias de los clientes ella sola, como el problema del chiste del Tonight Show.
CAMINO DE SER UNA JEFA AMARGADA |
La idea que parece centrar ambos episodios es la de la muerte. Roger pierde a su madre de 91 años y no parece afectarle ni mucho, ni poco, ni nada. Es cuando toma conciencia de cuánto lo quería esta, y cuando descubre casualmente que su limpiabotas también ha fallecido, que parece reaccionar. Pero más por la toma de conciencia de su propio fin, que por otra cosa. Como suele ocurrir, él es quine nos ofrece los diálogos más divertidos. Especialmente las reflexiones que hace a su psiquiatra, que parece cobrar por escucharle solamente. Don tampoco escapa a la sombra de la parca. Por un lado, vomitó en el funeral de la madre de Roger. Por el otro, preguntó a su portero, que se desmayó frente a el, qué es lo que vio mientras estuvo muerto con una curiosidad insana. Por no hablar del curioso anuncio que planea inconscientemente para los hoteles que le llevaron a Hawaii: un hombre que parece querer suicidarse en la playa.
¿Y YO POR QUÉ ME TENGO QUE MORIR, SI PUEDE SABERSE? |
Pero para suicidio marital, descubrir que Don está liado con la mujer de su vecino cirujano, la sensual Sylvia. Al menos se siente culpable, concesión que Betty nunca tuvo.
Viendo el final de la temporada 5, casi podría haber empezado la temporada 6 separado de Megan. Es evidente que nada los une y que alguien que se mueve por impulsos como Don no iba a serle fiel a Megan mucho tiempo. ¿Recordáis la charla moralista que le echó a Peter Campbell por engañar a su esposa? Hablando de Peter, el y Joan apenas han pasado por los episodios, habrá que esperar a ver los siguientes para ver en que historias están metidos.
HABRÁ QUE ESPERAR PARA VER CÓMO LE VA A JOAN |
Dos episodios muy reposados que no debéis recomendar a nadie que no vea la serie para que se inicien en ella. A no ser que queráis que no os dirijan la palabra. Sigue la magnífica ambientación, y sabemos mediante una sutil fotografía a Peter y Joan en las escaleras que la agencia ya está instalada también en el piso de arriba.
La maestría para mostrarnos momentos cotidianos sigue ahí: el amigo que viene a recoger algo que te sobra de tu trabajo por una conversación casual de ascensor (el cirujano que se lleva la cámara), lo aburrido que resulta que te pregunten por tus vacaciones (como le pasa a Don por su moreno), el que no se ve afectado por la muerte de sus padres (Roger)…
Un tranquilo comienzo, como suele tener esta serie, que nos sirve para tomar contacto con los personajes y saber dónde están en estos momentos. Sin duda seguiremos pendientes de ellos y adonde nos quieran llevar esta temporada.
Sólo queda felicitar a Digital Plus por tan rápido estreno. Que sigan en esa línea que queda mucho aún por hacer en ese sentido.
Fuente imágenes: AMC
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