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ARROW, TEMPORADA 1: CRITICA DE LA PRIMERA MIDSEASON

Ya hemos podido disfrutar de los primeros 9 episodios de Arrow, así que hemos pensado que es un buen momento de hacer una valoración más amplia de la que hicimos con el piloto sobre lo que nos hemos encontrado hasta ahora. La verdad es que es una serie que no permite decir con rotundidad si es buena o mala, porque tiene cosas a favor y en contra. En general nos ha convencido bastante y la seguimos, pero no ignoramos que también tiene cosas que mejorar. Empezamos con las favorables.

  • Es un gran salto desde el cartón piedra de Smallville, que es el antecedente más inmediato de esta serie de CW. La serie es adulta, oscura y no se anda con infantilismos. Los decorados han mejorado bastante aunque no veamos demasiados exteriores.
  • Esta llena de referencias frikis sólo para los muy fans de los cómics. Desde la calle O´Neill esquina con Adams hasta la cafetería Belly Burger, habitual en los cómics de Superman. Un guiño que sabemos apreciar y que por ejemplo Whedon no ofreció en Los Vengadores.
LA SERIE NO SE CORTA CON MOMENTOS DUROS
  • Arrow liquida a sus enemigos. Últimamente está midiendo más su agresividad, controlado por su guardaespaldas Diggle, pero si no le queda más remedio...
  • Las luchas están muy bien coreografiadas y trabajadas y no se abusa de la cámara lenta. Y, lo más importante, se ven bien.
  • Su propia madre es una de las malas. Esperemos que al final no tiren por lo fácil y se "sacrifique por su hijo".
SU PROPIA MADRE ES UNA VILLANA DE LAS GRANDES
  • Están apareciendo muchos villanos DC, desde Deadshot o Deathstroke hasta la Royal Flush Gang. Y eso que sólo llevamos 9 episodios. La Cazadora ha estado bien representada, aunque siga la obsesión de esta cadena con la delgadez excesiva en sus actrices.
  • Las tramas tienen seriedad: Oliver estaba realmente liado con  la hermana de su novia, la madre tuvo que ver en la muerte de su marido, su padre se suicida frente a él...
LA PARTE SEDUCTORA NO LE SALE DEMASIADO BIEN
En definitiva, un paso adelante en el tratamiento televisivo de los superhéroes, pero queda mucho por andar. Entre las cosas que consideramos más fallidas, tenemos.

  • No hay química alguna entre Oliver y Dinah. El problema no es que el triángulo amoroso que nos plantan esté muy visto, todos lo están, es que no te lo crees. Ella parece una modelo que posa continuamente sin cambiar la expresión de su cara. Francamente, para ser tan mala actriz, no es tan guapa.
ESTA ESCENA DEBERÍA DARNOS RABIA,  PERO NOS IGUAL
  • Las tramas familiares de Oliver no tienen el interés que deberían. La hermana de Oliver, Thea, es de lo más irritante y pesada. No aporta nada más que tópicos sobre novietes y tonteo con las drogas. Por cierto, al igual que Dinah, también necesitaría comer algo de vez en cuando.
¿QUIÉN NO QUIERE LOS PROBLEMAS DE ESTA CHICA?
  • El amigo de Oliver, Tommy, es demasiado romántico y buena persona. No representa la ambigüedad de alguien que quiere portarse bien y no puede, que sería lo que viene a representar. Transmite la vulnerabilidad que otros debieran. Francamente, uno no sabe el problema que le ve Dinah para hacerlo el padre de sus hijos.
  • La acción es algo repetitiva. Siempre parece que vemos lo mismo. Arrow aparece entre las sombras en algún piso o almacén, lanza sus flechas, vence y se va. Eso si, bien hecho.
UNA RELACIÓN ALGO EXTRAÑA LA DE ESTOS DOS
  • Aunque no estamos de acuerdo en que Stephen Amell haya sido una mala elección para ser Oliver Queen, sí que necesitaría que los diálogos le dieran más empaque y carisma. Tampoco ayuda que sea más pequeño que su ayudante. Ahora se entiende por qué en los cómics siempre cogen adolescentes como compañeros de aventuras.
Queda por delante media temporada donde la serie podrá irse perfilandose todavía más y puliendo algunas cuestiones. Como exponente de que a los superhéroes hay que tomárselos en serio, ha dado en la diana.  Esperemos que siga así.

Fuente imágenes: cwtv

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