ALPHAS, TEMPORADA 2. LA CRITICA

Esperábamos mucho de la segunda temporada de una serie como Alphas. La serie se presentó como una manera novedosa y realista de tratar el tema de la gente con habilidades especiales. Lo que para ti y para mi son mutantes, ellos los llamaban Alphas. El grupo inicial resultaba muy interesante, ya que eran gente que no tenían nada en común, salvo su habilidad especial, y en condiciones normales no serían amigos. ¿Ha cumplido esta segunda temporada? Veamos los aciertos y fallos, que en nuestra opinión, nos ha ofrecido.

Han mantenido al grupo original. Nos hemos librado de la típica desaparición de algún actor por muerte... o un mejor contrato. Aunque el actor que interpreta a Gary (Ryan Cartwright) ha sido fichado por The Big Bang Theory. Además, las dudas de algunos de ellos en continuar se han planteado muy bien.

KAT, UNA INCORPORACIÓN ALGO INSULSA

Han intentado innovar aportando otro miembro, Kat (Erin Way) pero no tiene el carisma del resto. La sigo viendo como una recién llegada que más que interesarme, molesta. Quiere ser el punto desenfadado y juvenil, pero en mi opinión no lo han conseguido.

A pesar del bombazo que fue el final de la primera temporada, con el Doctor Rosen (David Strathairn) anunciando al mundo entero la existencia de los Alphas, apenas ha significado nada en esta segunda. Algo así tendría mucho más impacto en la sociedad, y sobre ellos, de lo que hemos visto.

LA ENEMISTAD ENTRE AMBOS SERÁ PERSONAL TRAS LA MUERTE DE DANIELLE

Las tramas amorosas, las de Cameron (Warren Christie) y la hija de Rosen, Danielle (Kathleen Munroe), y la de Rachel (Azita Ghanizada) con John Bennet (Steve Byers) han estado bien llevadas. Se echa de menos que hubieran prestado más atención a la última, ya que la simpatía y debilidades de ambos nos los hacen más interesantes.

Excelente la vista atrás en la vida de Nina (Laura Mennell), en el que fue uno de los mejores episodios de la temporada. Un buen retrato de como se puede tener todo para los demás, y nada para uno mismo.

UN GRAN RETRATO DE LA VIDA DE NINA

Stanton Parish (John Pyper-Ferguson), a pesar de que nos dejan claro que no es un maloso descerebrado, no ha estado a la altura de un villano memorable cuando tiene potencial para ello. Creo que le ha faltado tiempo en pantalla. Lo hemos visto maltratar a sus secuaces, que se nos presentan como unos descerebrados y poco más. Es una pena, ya que un mejor retrato del personaje y su estructura lo habría hecho más interesante incluso que los buenos.

Se agradece el momento políticamente incorrecto en el que el doctor Rosen tortura al esbirro de Parish. Le han matado a su hija, es muy comprensible que no se pongan a dar lecciones de moral y de rienda suelta a los bajos instintos. Como es normal que Rachel se rebele porque para ella es demasiado.

ROSEN NO TIENE YA NADA QUE PERDER, ALGO MUY MALO PARA SUS ENEMIGOS

Un final apoteósico tan impresionante como el de la primera temporada, algo que no era nada fácil de conseguir, y que nos deja expectantes y huérfanos ante la incertidumbre de si habrá una tercera.

Siguen con un bajo presupuesto, o al menos eso parece. Una pena, ya que se merecía un empujón por parte del canal Syfy para ayudar a crecer a la serie. También hay que entender que la audiencia tampoco es muy grande, con lo cual las cuentas tampoco le saldrían demasiado si suben el gasto. A pesar de todo, se han defendido de una manera muy decente. Nada sabemos aún sobre los planes de una tercera temporada. Esperemos que la presencia de Summer Glau en varios episodios y su fama de gafe no esté detrás de esta falta de confirmación. Esperemos que den luz verde y podamos seguir contando con esta serie. Sigue siendo de las mejores apuestas por este tipo de temática que tanto escasea en televisión.

Fuente fotos: Syfy