La mayoría de las veces, sólo podemos reseñar el piloto de las series, ya que el tiempo es limitado y hay que seleccionar bien las que podemos seguir. Una de las que me dispuse a meter en ese club fue Smash, a la vista del estupendo piloto. Y no me equivoqué. Ya me habían llegado las impresiones de que la serie a mitad de temporada no sabía a dónde ir y que había bajado
mucho la calidad. Pero se les olvidó contar que se recuperaba hasta darnos unos estupendos y emocionantes episodios finales.
SÓLO PUEDE QUEDAR UNA |
Entre tantas tramas, unas tenían más sentido, como el romance de Ivy y el mujeriego director, Derek, y otras menos, como el hijo de Julia escapando de casa cuando sus padres se separan. La forma en la que el joven descubre a su madre con Michael Swift es lamentable. Para mi, esta parte es de las más forzadas, cómo él la persigue una vez ya ella le ha dicho que no quiere nada. También me ha gustado que Eileen tenga un romance con un hombre mucho más joven. ¿Cuántas veces hemos visto lo mismo al revés? Ella tiene carisma y encanto para poder seducir a un hombre, cuando su propio ex difícilmente tendría la compañía de las barbies que frecuenta sin su cuenta corriente. Respecto a Derek, me parece un personaje muy conseguido, que va a lo suyo. Hace daño, pero no es su intención. Conoce su trabajo y es profesional ante todo. Nos queda la duda de si está realmente interesado en Karen, ella es la inocencia de Marilyn, algo muy escaso en su mundo.
¿LLEGARÁ AL MUNDO REAL ESTA VISUALIZACIÓN? |
La inclusión de Uma Thurman coincide con la subida de interés de la serie. La actriz posee un atractivo muy diferente al de Marilyn, y no era una buena elección para el papel. Es en el final cuando se agradecen que evolucionen un poco más los personajes: Julia recriminando a Tom que pusiera los intereses de la obra por encima de los de ella. Pues claro. Forzado en cambio ha sido el enredo de Ivy con el novio de Karen, pero al menos sacamos que esta se hace fuerte y empieza a espabilar un poco. Estamos hablando de una serie de la NBC, no tiene las libertades que tiene el cable y están muy sometidos a estereotipos de bueno/malo, y hay que juzgarla dentro de esos parámetros.
QUE VA, QUE VA, DE MARILYN AQUÍ NO HAY NADA. |
Sobre la lucha de Ivy y Karen, la primera se asemeja en el cuerpo, pero no en su cara, su expresión de listilla y de ir a por todas se lo impide. Karen, aunque filiforme, tiene una cara muy bonita. Curiosamente, la actriz que hace de Karen, Katharine McPhee, ha salido de un American Idol, y comparte mucho con su personaje. Ambas cantan maravillosamente, y no me gusta dejar a Karen por buena y Ivy por mala. La segunda me daba la impresión de desearlo más y, en el fondo, está más desvalida que Karen, apoyada por su novio y una familia cariñosa. Karen quiere triunfar, pero Ivy lo necesitaba desesperademente como vemos en el último episodio. Por eso recurre a métodos desesperados.
COMPORTATE COMO SI YA TUVIERAS LO QUE DESEAS. EL SECRETO HA HECHO MUCHO DAÑO. |
Una agradable sorpresa que se ha convertido en uno de los poquísímos respiros de la cadena NBC. Ya era hora que Spielberg acertara en alguna de sus producciones televisivas.
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