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PERCEPTION: EPISODIO PILOTO 1X01. LA CRITICA

Sin la menor idea de que iba esta serie, me dispuse a ver el piloto sin saber si aparecerían marcianos o una vidente. Como es lo más normal, me encuentro con el enésimo procedimental. En este caso, vemos al profesor universitario Daniel Pearce (Eric McCormack) dando una interesante clase a sus alumnos. Es toda una eminencia en su materia, la
Neurociencia. Lo es hasta tal punto que el F.B.I. le pide ayuda en casos complicados, cosa que el agradece por el reto que le suponen, y también para que su hiperactiva mente pueda dar salida a sus ideas. Le ayuda la agente Kate Moretti (Rachael Leigh Cook), cuya pasión por el trabajo le ha causado problemas en su carrera. No faltará el  amigo/compañero de piso geek, Max Lewicki (Arjai Smith). Descubriremos a través del caso de asesinato a resolver, y sobre todo de David, que no todo lo que vemos, tal y como nos advierten al principio, es real.

DAVID Y MAX, UNOS ACTUALES SHERLOCK Y WATSON 
El tema de los procedimentales está tan explotado que ya no saben lo que inventar. Aprovechando el vacío que ha dejado House, rápidamente nos plantan a este profesor cuyo campo de la Neurociencia es excusa para sacar enfermedades neurológicas explicadas científicamente en las reacciones y declaraciones de los implicados. Lo que ya es el remate, es que sus visiones, propias de la enfermedad que parece padecer David, (suponemos que esquizofrenia a falta de un diagnóstico más claro en la serie) le de pistas del caso en cuestión. Han cruzado la película Una Mente Maravillosa con House (sobra decir la influencia de Sherlock Holmes, pues House ya viene de él). Sin embargo, a pesar de la aberración que supone tratar las enfermedades mentales con esa ligereza, lo hacen de una forma tan inocente y tan poco pretenciosa, que se le perdona.

KATE MORETTI, UNA IMPROBABLE AGENTE, QUE TAMPOCO FUNCIONA PARA DAR TENSIÓN SEXUAL
El personaje de David, a diferencia de House, resulta simpático, vulnerable, es más atractivo y empatiza con las personas. Tiene excentricidades como no querer móvil y no renunciar a su walkman, pero no es antisocial. Su enfermedad le supone un sufrimiento, e intenta sobreponerse a ella. Le interesa de verdad que se haga justicia. El actor escogido tiene carisma suficiente para llevar la serie, a diferencia de su compañera Moretti, de aspecto demasiado joven y aniñado para creernos su papel en el F.B.I.. No es que la serie no sea una colección de tópicos, desde el policía que no quiere ni ver a David, al caso policial con más giros que un tiovivo. También tiene momentos increíbles que sobran como el salto de un segundo piso de Moretti tras un sospechoso que ni Wonder Woman. Pero de alguna forma, consigue entretener y que nos interesemos por David. Será por ese inocente discurso antisistema que no deja de tener cierta gracia (divertidos momentos contra Bush hijo y contra Clinton, contra las grandes corporaciones...) o por esas escenas más tiernas, cuando su enfermedad se apodera de él y necesita la ayuda de Max. Los diálogos cumplen también su función, sin que resulten aburridos o demasiado increíbles.

A DIFERENCIA DE OTROS, TIENE LAS TUTORÍAS LLENAS DE ALUMNAS CON DUDAS...
Yo me suelo aburrir mucho con los procedimentales, pero este piloto al menos ha conseguido tenerme pegado a la tele a la hora de la siesta en verano. No sé cómo evolucionará, y ni siquiera me atrevo a decir cómo le irá con las audiencias, ya que por ejemplo en IMDB tiene una nota bajita (un 6,8), cuando otras por el estilo, como El Mentalista, bastante parecida en la idea, tiene un 8, cuando su protagonista, Simon Baker, me resulta absolutamente plano, cosa que al menos el protagonista de esta serie, David, no es.

Si os van los procedimentales, y teneis un huequito para verla, dadle una oportunidad, porque me ha dejado una impresión agradable. Posiblemente, es todo a lo que  esta serie aspire.

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