LOBEZNO: EL VIEJO LOGAN. LA CRITICA

En el actual panorama de las colecciones Marvel, en las que es difícil encontrar cómics que verdaderamente enganchen a un lector medianamente exigente, toparse con un título como Lobezno: El Viejo Logan es todo un hallazgo. Este arco argumental ya cuenta con unos años, concretamente de 2008, y apareció en la colección regular del personaje entre sus números #66 al #72, más el Giant-Sized Old Logan #1, que culminaba la historia. Sus autores, Mark Millar al guión y Steve McNiven a los lápices, han creado una obra fundamental sobre el personaje de Lobezno que, aunque no influya por razones obvias en las colecciones donde aparece actualmente el mutante, puede considerarse una de sus mejores historias.

En un futuro apocalíptico, Logan malvive con su mujer e hijos en una apartada granja en lo más profundo de una América devastada. En una aciaga noche de hace 50 años, la práctica totalidad de los superhéroes cayeron a manos de los villanos, confabulados todos ellos por primera y última vez para dar el golpe final y acabar de una vez por todas con los defensores de la libertad. Tan solo sobreviven unos cuantos héroes, muchos de ellos, como Logan, intentando pasar desapercibidos en un mundo dominado por tan siniestros personajes.

Logan, que ha renunciado a utilizar la violencia desde que sus compañeros cayeron, emprende un viaje junto a un Clint Barton ciego y traficante de drogas, para intentar reactivar la resistencia contra los opresores. El viaje, de costa a costa, les llevará a conocer todo el horror en el que los viejos EE.UU. se halla ahora sumido.

LOGAN Y OJO DE HALCÓN CONTEMPLAN A SUS COMPAÑEROS MUERTOS

Millar ha construido un cómic que bebe de fuentes tan diversas como el western crepuscular (Sin Perdon, El Jinete Pálido), el cine post-apocalíptico (Mad Max, El Último Hombre Vivo) e incluso el terror (La Matanza de Texas, Las Colinas Tiene Ojos). El personaje principal, renunciando voluntariamente a utilizar sus armas mutantes, se convierte en cualquiera de los personajes que pueblan cientos de películas y cómics en los que un tipo, antaño un feroz asesino o justiciero, ha renunciado a aquella vida de violencia por una más sencilla y plácida. La historia de Millar podría ser perfectamente uno de esos What if? que Marvel lanzara de casi todos sus personajes, solo que esta vez con una calidad que pocas veces tenían aquellos cómics.

La cantidad de referencias y personajes que desfilan por las páginas de El Viejo Logan es abrumadora, algunos de ellos reinterpretados para hacerlos más terroríficos y sangrientos (los topoides o la familia caníbal y degenerada de Hulk). Otros personajes icónicos del Universo Marvel mueren con más pena que gloria a cada página, haciendo que nos preguntemos cómo demonios pudo suceder algo así.

JAMES HOWLETT DESTROZANDO UN MIEMBRO DE LA DEGENERADA ESTIRPE DE HULK

El trabajo de Steve McNiven, sensacional portadista y dibujante de cómics como la saga Civil War, Capitán América "American Dreamers" o Némesis, también con Mark Millar, es sencillamente sobresaliente, con un gusto por el detalle como pocas veces nos encontramos. McNiven plasma a la perfección el gusto por la violencia y la sangre de un autor como Millar, lo cual aporta aun más dramatismo a una historia de por sí muy triste y desalentadora. La recreación de una América destrozada por los supervillanos es sencillamente genial, como nunca antes había visto en un cómic Marvel, quizás con la excepción de Ruinas, el estupendo What If? escrito por Warren Ellis como continuación oscura de Marvels, de Busiek y Ross.

En definitiva, Lobezno: El Viejo Logan es una obra indispensable para los fans y menos fans del personaje, pues creo que satisfará a ambos. A los menos fans porque apenas vemos al Logan clásico de los cómics de Claremont y Byrne, sino a otro personaje que poco tiene que ver con el, salvo en un puñado de páginas. Los aficionados más acérrimos del personaje también disfrutarán, al ver como su personaje puede presentar otras facetas de su controvertida personalidad a las que no estaban acostumbrados y que pocas veces habíamos visto plasmadas en un cómic de sus series regulares con tanto acierto.