Ante todo hay que decir que estamos ante una gran serie, sin paliativos ni medias tintas. La excepcional unión entre fantasía, tramas políticas y acción es algo poco habitual en el actual panorama televisivo, al menos con el enfoque adulto y serio con el que la cadena HBO ha dotado a Juego de Tronos. Me atrevería a decir, a sabiendas que más de uno puede se me puede echar
encima, que esta serie sólo puede disgustar a unos cuantos que se empeñan en denostar todo producto de calidad que se le ponga por delante sólo por el hecho de que contenga unas pequeñas dosis de fantasía en la historia.
encima, que esta serie sólo puede disgustar a unos cuantos que se empeñan en denostar todo producto de calidad que se le ponga por delante sólo por el hecho de que contenga unas pequeñas dosis de fantasía en la historia.
Pero dejemos por ahora a estos trolls, tan necesarios en internet como los buitres en la naturaleza y vayamos a reseñar este primer episodio de la temporada 2 de Juego de Tronos, un episodio magnífico, denso y con gran variedad de personajes y escenarios. Lo primero que nos llama la atención son los estupendos créditos iniciales, los cuales son ligeramente distintos pues incluyen en los mapas a la isla de Dragonstone, hogar de Stannis Baratheon hasta los sucesos acaecidos en la batalla de Blackwater, evento hacia el que se encamina precisamente esta temporada.
TYRION ES AHORA LA MANO DEL REY, UN CARGO MUCHO MÁS ALTO QUE SU TALLA |
La ausencia de un personaje tan carismático como Ned Stark (Sean Bean) podría suponer que la serie ha perdido algo de fuelle en lo que respecta al interés que despiertan sus personajes. Nada más lejos de la realidad. Este capítulo sirve para presentarnos a la mayoría de nuevos personajes de la temporada y los escenarios por donde se moverán, y ninguno de ellos me parece sin importancia. El capítulo es denso e intenso, siendo preciso usar de vez en cuando el botón de retroceso para poder apreciar alguna frase o algún nombre que se nos ha escapado. Aun así, el episodio fluye de manera natural, con transiciones entre escenas lógicas y bien engarzadas (el uso del cometa rojo entre escena y escena es un recurso sencillo pero muy efectivo).
El episodio comienza con otra demostración de la crueldad del rey Joffrey (espléndido Jack Gleeson) y una sumisa Sansa (Sophie Turner) que no le queda más remedio que someterse al caprichoso y sanguinario monarca adolescente. La tensión de la escena se rompe con la llegada de Tyrion Lannister, el cual ha sido nombrado Mano del Rey mientras el patriarca Lannister se halla enfrascado en luchar contra las tropas de Robb Stark (Richard Madden). Una vez vez más, Peter Dinklage nos demuestra que los premios recibidos son absolutamente merecidos, pues su actuación como Tyrion es brillante, eclipsando a otros actores y haciendo que el espectador esté pendiente de cualquier cosa que salga de sus ingeniosos labios. Un personaje muy agradecido de interpretar, al que los guionistas han dotado con las mejores líneas de todo el elenco de actores.
JACK GLEESON, UN JOVEN ACTOR AL QUE VA A SERLE DIFÍCIL NO ENCASILLARSE EN EL PAPEL DE VILLANO |
Cersei parece darse cuenta demasiado tarde de la mala elección que hizo por apostar por su hijo Joffrey como heredero del trono Baratheon. La reina sospecha que puede figurar entre las próximas víctimas de su cruel hijo tras cometer la imprudencia de abofetearle en público. Cersei no ceja en su empeño de buscar a la pequeña de los Stark, Arya (Maisie Williams), la cual ha huido de Desembarco del Rey en dirección al norte, acompañada por uno de los bastardos del fallecido rey Robert. La posesión de dos Stark es crucial para poder negociar la vuelta de su hermano/amante Jaime, apresado por Robb Stark. Lena Headey, otra elección de casting que ha demostrado ser más que acertada.
Otro de los hechos relevantes del episodio es el asunto del incesto entre los dos hermanos Lannister, que es casi de dominio público. Varios personajes hacen referencia al tema a lo largo del episodio: durante la charla de Robb con Jaime, la poco velada insinuación de lord Baelish (Aidan Gillen) a la reina e, incluso, el propio rey Joffrey preguntando a su madre sobre la veracidad de unos rumores que han llegado a sus oídos. Veremos a donde conduce la difusión de tal rumor, esta vez muy fundado.
LAMENTABLEMENTE, DAENERYS NO TIENE MUCHO PROTAGONISMO EN ESTE EPISODIO |
Como he dicho más arriba, el cometa rojo da paso una escena en la cual vemos a Daenerys (Emilia Clarke) y su grupo cruzando el Erial Rojo, un extenso desierto que parece no tener fin. La Targaryen va acompañada del fiel Jorah (Iain Glen) y su pequeño dragón, el cual hay que decir que está estupendamente animado por CGI. Tal y como los creadores de la serie afirmaron en una entrevista, que podéis leer aquí, estos pequeños toques de fantasía no perturban el realista discurrir de la serie.
De nuevo, el cometa nos lleva a otro lugar, a las frías tierras más allá del Gran Muro, donde Jon Snow (Kit Harington) y la Guardia de la Noche siguen buscando a los culpables de los extraños y brutales ataques producidos últimamente. En uno de los pocos poblados que permanece intacto por los enigmáticos atacantes tienen conocimiento de Mance Rayder, guardia de la noche renegado y autoproclamado rey del Norte, el cual prepara un gran ejército que podría superar en número a todos los de los reinos del sur juntos.
Mientras, al sur del Gran Muro, en Invernalia, Bran Stark (Isaac Hempstead Wright) hace las veces de señor del reino en ausencia de sus hermano Robb, teniendo cada vez con más frecuencia unos sueños que lo conectan al parecer con uno de los lobos gigantes, como Grey Wind, el huargo que siempre acompaña a su hermano mayor.
Dos de los nuevos personajes de la temporada son Stannis Baratheon (Stephen Dillane) y su hechicera Melisandre. Stannis es el siguiente en la línea sucesoria tras la muerte de su hermano Robert y tiene en la sacerdotisa de rojos cabellos su más grande apoyo, aunque no sea muy bien vista por algunos de sus consejeros más fieles. Melisandre está interpretada por Carice van Houten (El Libro Negro), y es un personaje que puede dar muy buenos momentos en esta temporada. Toda historia de fantasía ha de tener su hechicera, y Melisandre es la de Juego de Tronos. Aunque aun no hay muchos elementos fantásticos en la serie, van apareciendo cada vez con más frecuencia. Veremos cómo es introducida la magia y otros elementos fantásticos en una trama tan realista y tan enfocada a las intrigas políticas.
Sensacional episodio de apertura de temporada, con una gran labor de condensación de las tramas del libro por parte de los guionistas de la serie, presentando de una manera natural, no forzada, a gran parte de los nuevos personajes. Buena labor del realizador Alan Taylor, que si lo hace la mitad de bien en la secuela de Thor que prepara Marvel Studios que como lo ha hecho en este capítulo, vamos a tener una gran película entre manos. La grandiosidad de algunas escenas incluso recordaba a una producción cinematográfica, lo que siempre es de agradecer en una serie cuya trama se centra mucho en las relaciones que se establecen entre sus personajes, pero que no cae en el minimalismo tan habitual en shows de este tipo. Aquí se han gastado el dinero... y se nota. Estaremos atentos al 8 de abril, al segundo episodio de esta sensacional serie.
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